Coraz¨®n corrupto
A r¨ªo revuelto, ganancia de depredadores como Esperanza Aguirre. ?Pues no va la cazacerebros de la expresidenta y les pega un repaso a sus pares hasta hace cinco minutos que los deja tiritando?
Hasta aqu¨ª hemos llegado, que dijo Crist¨®bal al hollar el nuevo mundo. Montoro no, obsesos: Col¨®n propiamente dicho, que desde que est¨¢ M¨ªster Tributos castig¨¢ndonos a todos menos a algunos, parece que no ha habido otro conquistador en los siglos. Yo aqu¨ª d¨¢ndomelas de autoridad en la cosa p¨²blica, y me entero por terceros de que la loba de Adriana Abascal se casa con un tal Schreder, un franc¨¦s de los de toma pain y moja podridito de pasta, obviamente. Y es que no se puede estar a todo, como ese matrimonio ¡°multifunci¨®n¡± que pagaban en negro I?aki y Cristina para limpiarles el polvo de su expalacete y llevarles los papeles de Aizoon simult¨¢neamente. Total, que o estoy a churras, o a merinas. Porque vale que, como portera, se deba una a sus vecinos, pero mientras jodo, no barro, que le dec¨ªan las chachas al se?orito in illo tempore.
El problema es que, ¨²ltimamente, el tema del coraz¨®n en los medios est¨¢ en redefinici¨®n, como todo. Porque si vamos al dinero, el demonio y la carne, que es lo que vende desde que el mundo es mundo, hoy la chicha est¨¢ en las cloacas de los palacios: los de gobierno, los de justicia y los otros. Escandalazos que antes nos pon¨ªan como motos ahora nos la sudan a chorro. Y es que, comparado con el desfile de imputados ¡ªese Urdangarin, ese B¨¢rcenas, ese Revenga¡ª y presuntos implicados en marrones varios ¡ªesa Cospedal, ese Pujol, esa Mato¡ª, el hecho de que Bel¨¦n Esteban se l¨ªe o no con un gal¨¢ctico, o que Pe y Mo se pre?en al un¨ªsono, se nos antoja lo que es: una chorrada.
Lo que est¨¢ claro es que, a r¨ªo revuelto, ganancia de depredadores como Aguirre. ?Pues no va la cazacerebros de la expresidenta y les pega un repaso a sus pares hasta hace cinco minutos que los deja tiritando? Que si qu¨¦ asco de gesti¨®n ha hecho Dolores del caso B¨¢rcenas, que si lo de Ana Botella con el Arena es pat¨¦tico, que si ella hubiera fulminado a Mato. Ten¨ªas que verla vestida de rojo jacobino en el santuario azul G¨¦nova pontificando sobre regeneraci¨®n y listas abiertas como una quincemera cualquiera. Escoltada, eso s¨ª, por Bartolom¨¦ Gonz¨¢lez ¡ªvulgo Bartolo el del iPad¡ª, aquel diputado que jugaba al Apalabrados mientras votaban la subasta de la sanidad p¨²blica. Ya lo dec¨ªa Andreotti: hay enemigos, enemigos mortales, y compa?eros de partido.
En fin, que las audiencias no son como eran y ahora las movidas de corruptos lo petan m¨¢s que las de cornudos. Ni famoseo, ni friquismo, ni docurrealidad. El ¨²ltimo grito en la tele son los l¨ªos pol¨ªticos. Que se lo digan a Wyoming, que ha disparado su cuota a costa del pollo pepero. O a Antonio Jim¨¦nez, el gal¨¢n maduro de Intereconom¨ªa, que se ha llevado el formato a 13 TV y se ha convertido en la sensaci¨®n cat¨®dica con sus exclusivas de Cospedal y B¨¢rcenas y su flora y fauna de tertulianos. Ahora, a m¨ª que no me llame, que ilumina fatal a las se?oras y una tiene su parroquia.
Para fotogenia rentable, la de la concejal Hormigos. Dicen que la ha fichado Telecinco para no s¨¦ qu¨¦ de un trampol¨ªn a la fama. Ella ni confirma ni desmiente, como mandan los c¨¢nones del g¨¦nero, pero para m¨ª que a la edil del v¨ªdeo ¨ªntimo le gusta m¨¢s una c¨¢mara que todos los plenos del Ayuntamiento juntos.
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