La ¡®chanson¡¯ de la musa madura
Icono chic de los sesenta, Fran?oise Hardy lucha contra el c¨¢ncer mientras celebra medio siglo en la m¨²sica Critica la tasa a los ricos de Hollande y defiende a su excompatriota Depardieu
A los 69 a?os (reci¨¦n cumplidos en enero), Fran?oise Hardy se define como una persona melanc¨®lica, atrapada en relaciones amorosas dif¨ªciles desde la adolescencia. ¡°No he conocido otra clase de amor¡±, dice, consciente de que ella misma ha estimulado ese tormento. ¡°Cada uno tenemos nuestros problemas afectivos que nos llevan a establecer relaciones con personas que alimentan esta dimensi¨®n problem¨¢tica. Por ejemplo, si uno tiene, como yo, una tendencia un poco masoquista, resulta que te atraen los que son m¨¢s bien s¨¢dicos o susceptibles de serlo¡±. Es la historia de su vida y de sus canciones. Tambi¨¦n las del ¨²ltimo ¨¢lbum que public¨® en noviembre, L¡¯amour fou (Emi). Un lanzamiento acompa?ado en Francia con una novela del mismo t¨ªtulo. Una forma de subrayar que la cantautora cumple 50 a?os de vida musical.
La que fuera musa de los a?os sesenta, con su larga melena, vertiginosas minifaldas y voz suave, ha sacado al mercado en este tiempo 27 ¨¢lbumes, aunque ninguno ha alcanzado ni de lejos la proyecci¨®n mete¨®rica de Tous les gar?ons et les filles, el tema que se convirti¨® en un himno de aquella d¨¦cada, del que se han vendido dos millones de copias y que hizo de ella una estrella de la noche a la ma?ana. ¡°A veces me da mucha rabia. El otro d¨ªa, en la farmacia, la dependienta me pidi¨® que si pod¨ªa firmarle un aut¨®grafo a un admirador. Y cuando vino el tipo en cuesti¨®n, ?puede creer que solo conoc¨ªa esa canci¨®n? Es desolador. Ja, ja¡±.
Hardy habla desde su nuevo apartamento, en Par¨ªs. Su voz, a trav¨¦s del tel¨¦fono, es agradable, casi juvenil, aunque, ella se confiesa agotada. ¡°Envejecer es tremendo¡±, dice. Cansada de luchar contra el linfoma extranodal, que le fue diagnosticado en 2003, y que le obliga a mantener una medicaci¨®n diaria. ¡°La enfermedad me ha complicado mucho la vida¡±, cuenta. ¡°No tengo un temperamento depresivo, pero cuando se presentan problemas de salud as¨ª y empiezas a perder la esperanza de curarte, entonces asoman las fases de crisis depresivas¡±.
Alta y delgad¨ªsima, Hardy ha aparecido en los plat¨®s televisivos franceses casi siempre vestida con chaqueta y pantal¨®n negros, con la misma elegante silueta de su juventud, cuando copaba portadas de revistas, y aparec¨ªa en pel¨ªculas. No se ti?e el pelo, que luce corto y blanco, y en sus rasgos, dominados por los p¨®mulos afilados y los grandes ojos, no hay huella de otros retoques aparte del maquillaje y la m¨¢scara de pesta?as.
Hay una continuidad art¨ªstica y musical en su vida. Los diez temas de su nuevo ¨¢lbum, a los que Hardy ha puesto letras, salvo en un caso, en el que canta a V¨ªctor Hugo, hablan de amores imposibles, soledad, muerte, incomprensi¨®n. Todo tamizado por esa melancol¨ªa que la define. L¡¯amour fou ha tenido buenas cr¨ªticas y la cantante est¨¢ contenta. ¡°La grabaci¨®n se hizo en lo que llamar¨ªa ¡®estado de gracia¡±, dice. ¡°Las canciones eran todas de mi registro, el tipo de m¨²sica que yo s¨¦ cantar¡±.
Atr¨¢s quedan los temas de su primera etapa, cancioncillas pegadizas de las que abomina. Hasta La question, de 1971, a partir de la cual se inicia una segunda ¨¦poca de la que s¨ª est¨¢ orgullosa. Desde entonces ha grabado incluso discos de rock. Aunque reconoce que son las baladas, las melod¨ªas francesas, a lo Charles Trenet, lo que m¨¢s le gusta.
Encerrarse en un estudio y grabar m¨²sica sigue siendo un trabajo agradable para ella. Todo lo contrario que subirse a un escenario y presentarse en directo ante el p¨²blico.
¡°No es que no me guste, es que estoy muy limitada vocalmente. Tengo poca voz. Hay una relaci¨®n entre la potencia de la voz y las energ¨ªas de un cantante. Cuanto menos voz, menos energ¨ªa para subirse a un escenario y dar un concierto¡±, explica. ¡°Los escenarios no son para m¨ª, no me gusta mostrarme, no me gusta el directo. No es lo m¨ªo¡±.
Fran?ois Hardy no se muerde la lengua a la hora de criticar la decisi¨®n del Gobierno socialista franc¨¦s de tasar a los ricos con el 75% de sus ganancias. ¡°Los impuestos sobre el patrimonio han subido much¨ªsimo¡±, se queja. Tanto, que la cantante ha vendido su casa de tres plantas donde viv¨ªa, en Par¨ªs, y se ha trasladado a un apartamento mucho m¨¢s peque?o. Una mudanza que le ha llevado al l¨ªmite de sus fuerzas. ¡°Fueron unos d¨ªas terribles en los que cre¨ª que me mor¨ªa¡±, cuenta.
No sorprende por eso que defienda la decisi¨®n de Gerard Depardieu de marcharse de Francia para huir del fisco. ¡°La gente no se da cuenta de que cuanto m¨¢s dinero se gana m¨¢s gastos hay. Adem¨¢s de un gran artista, Depardieu es un empresario. Tiene un restaurante, un vi?edo, muchos negocios. Viaja much¨ªsimo, est¨¢ muy ocupado y, naturalmente, tiene muchos gastos¡±.
Casada en 1981 con el tambi¨¦n cantante y actor, Jacques Dutronc (despu¨¦s de a?os de convivencia), una relaci¨®n marcada por todo tipo de turbulencias, tiene un hijo, Thomas Dutronc, de 39 a?os. Thomas se destap¨® en 2007 como cantautor, en la mejor tradici¨®n familiar. ¡°Actu¨® tres noches en el Olimpia y tuvo un ¨¦xito enorme¡±, dice Hardy. ¡°?l es la alegr¨ªa de mi vida. Lo que me mantiene viva¡±.
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