Escuchas y fallos
Interior y la Generalitat deben m¨¢s explicaciones ante actos tan graves de espionaje pol¨ªtico
La detenci¨®n, anoche, de cuatro responsables de la agencia de detectives que realiz¨® las escuchas sobre las que se ha basado la trama del espionaje a pol¨ªticos y empresarios en un restaurante barcelon¨¦s es prueba de que Interior se ha puesto manos a la obra. La acci¨®n resulta bienvenida. Pero sorprende la actuaci¨®n de los gobernantes, sobre todo de los m¨¢s directos responsables, el ministro, Jorge Fern¨¢ndez, y el presidente de la Generalitat, Artur Mas: ambos han acreditado lentitud en un asunto grave en extremo. Grave por la violaci¨®n que supone de la intimidad de las personas. Y grave para la credibilidad de la clase pol¨ªtica y para el imperio de la ley, uno de los pilares del sistema democr¨¢tico.
El asunto del espionaje est¨¢ vinculado al de las parainvestigaciones policiales que estall¨® en la recta final de la campa?a electoral catalana, en noviembre: la denuncia finalmente formalizada de una antigua amiga del hijo mayor de Jordi Pujol es su nexo. En aquella ocasi¨®n, el ministro del Interior se comprometi¨® a investigar la autor¨ªa, la legitimidad y la calidad de las acusaciones p¨²blicas surgidas, en ¨²ltima instancia, de su departamento. Acusaciones a las que dio p¨¢bulo, como la secretaria general de su partido y la vicepresidenta del Gobierno.
Ante el caso de las escuchas sobre todo, aunque no solo, a pol¨ªticos catalanes ¡ªse trata de un segundo caso, tras el esc¨¢ndalo de espionaje, tampoco aclarado, en la Comunidad de Madrid bajo mandato de Esperanza Aguirre¡ª, Fern¨¢ndez D¨ªaz hizo sonar las alarmas, prometi¨® eficacia policial y otorg¨® envergadura al asunto, asegurando que hab¨ªa ¡°mucha informaci¨®n¡±. Si hay informaci¨®n pol¨ªtica significativa, ?por qu¨¦ se oculta? Si es jur¨ªdicamente relevante, ?por qu¨¦ no se traslada a la Fiscal¨ªa?
La reacci¨®n de Artur Mas es decepcionante. Parece que el caso de las escuchas solo le interese por las implicaciones activas, pasivas o cruzadas de su gente, incluidos consejeros. Y para aparecer como una v¨ªctima indefensa por su apostas¨ªa autonomista en favor del secesionismo. Pero sucede que Mas es el responsable pol¨ªtico ¨²ltimo del cuerpo, siempre tan contundente, de los Mossos d¡¯Esquadra. Es, por tanto, uno de los gobernantes que deber¨ªa dar cuentas a la ciudadan¨ªa sobre el alucinante espect¨¢culo de las escuchas en su propio territorio, y no pedirlas.
Carece de entidad la queja del jefe de CiU (cuya sede sigue embargada judicialmente para responder del saqueo al Palau de la M¨²sica) porque la floraci¨®n de asuntos de corrupci¨®n ¡ªde forma convencional o estramb¨®tica¡ª da?a a su nueva fe pol¨ªtica. Da?ar¨¢, seguro, a quienes exhiban m¨¢s corruptos en sus filas, a quienes muestren con ellos m¨¢s complacencia, a quienes menos persigan esa lacra: como la federaci¨®n nacionalista. Pero quiz¨¢ beneficie al otro independentismo, el de Esquerra, que goza de una imagen m¨¢s limpia. ?Para eso trabajan los herederos f¨ªsicos y pol¨ªticos de Jordi Pujol?
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