Dimisiones
Los partidos, con 300 imputados por corrupci¨®n, hace tiempo que decidieron que la mejor defensa era el inmovilismo
?Por una infracci¨®n de tr¨¢fico! Recordaba William Chislett, brit¨¢nico y profundo conocedor de Espa?a, que Chris Huhne, exministro de Energ¨ªa, dimiti¨® de su esca?o en el Parlamento por tratar de ocultar una infracci¨®n de tr¨¢fico. Un delito menor y cometido hace 10 a?os, pero vergonzoso, seg¨²n las normas a las que est¨¢n sujetos los parlamentarios. Tambi¨¦n dimiti¨®, como sabemos, el director de la BBC al poco de ostentar su cargo por un reportaje en el que se acusaba err¨®neamente a un pol¨ªtico de abuso sexual infantil. El director de la BBC no era, como es natural, el autor del reportaje que levantaba un falso testimonio contra un personaje p¨²blico, pero consider¨® que su honorabilidad le obligaba a dejar el cargo. Tambi¨¦n hemos asistido hace unos d¨ªas a la dimisi¨®n de la ministra de Educaci¨®n alemana, Annette Schavan, por haberse probado que copi¨® gran parte de la tesis con la que se convirti¨® en doctora. Un pecado de juventud que es posible que no hubiera vuelto a cometer, pero su cargo no permite semejante sombra, ?qu¨¦ ejemplo podr¨ªa dar a los estudiantes alguien que alcanz¨® su posici¨®n copiando?
En Espa?a lo deshonroso es dimitir. Se considera que solo se ha de abandonar el cargo si te lo ordena el partido, y los partidos, con 300 imputados por corrupci¨®n, hace tiempo que decidieron que la mejor defensa era el inmovilismo. Esa es una de las causas de su desprestigio: no asumen que su posici¨®n conlleva una ¨¦tica, de tal forma que, cada d¨ªa que pasa, Ana Mato socava con su presencia la credibilidad del sistema.
Algo as¨ª est¨¢ pasando con la monarqu¨ªa: a diario se pierde un juancarlista y decrece el prestigio acumulado por el Rey en la Transici¨®n. La lentitud de los cambios puede hacerse insoportable. Y alguien deber¨ªa advertir a los que se aferran a su posici¨®n que han perdido el cr¨¦dito que un d¨ªa se les concedi¨®.
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