Europa vigila

La Comisi¨®n Europea (CE) no entiende el proceso de fusi¨®n de los reguladores independientes sectoriales que, sin excesivas prisas, pretend¨ªa poner en pie el Gobierno espa?ol pr¨¢cticamente desde enero de 2012. Neelie Kroes, vicepresidenta de la CE, ha hecho saber al ministro Soria que el proyecto de fusi¨®n causar¨¢, tal y como est¨¢ redactado, una p¨¦rdida importante de independencia en las funciones de regulaci¨®n y control de los mercados. La amenaza de abrir un procedimiento de infracci¨®n si no se cambian los t¨¦rminos del proyecto de fusi¨®n de la Comisi¨®n Nacional de Competencia, la Comisi¨®n del Mercado de Telecomunicaciones y la Comisi¨®n Nacional de la Energ¨ªa, los tres reguladores sectoriales m¨¢s importantes, para formar un megarregulador llamado Comisi¨®n Nacional de Mercados y Competencia (CNMC), indica que la CE ha captado el excesivo sesgo pol¨ªtico de la fusi¨®n y la irrelevancia pr¨¢ctica de la nueva CNMC.

Las objeciones de fondo de Kroes se centran principalmente en el hecho de que muchas de las competencias de investigaci¨®n y sanci¨®n de los reguladores sectoriales, en particular las que ata?en a las telecomunicaciones, se trasladan al Ministerio de Industria; y en que el cuerpo t¨¦cnico de los reguladores, supuestamente independiente y que seg¨²n los modelos vigentes de Europa es elegido por cada uno de los organismos sectoriales, ser¨ªa decidido por el Consejo de Ministros. En otras palabras, el proyecto del Gobierno pretende convertir unas instituciones orientadas a garantizar la competencia de los mercados, en otra direcci¨®n general m¨¢s del Ministerio de Industria. El pretexto es el ahorro de gasto p¨²blico, pero resulta indefendible desde el momento que la CNMC se pretende financiar con cargo a los Presupuestos mientras que los reguladores actuales se financian mediante tasas. La operaci¨®n no se sostiene. Para el Gobierno ser¨ªa m¨¢s sencillo reconocer que no le gustan los reguladores independientes (mucho menos si sus presidentes est¨¢n nombrados por el PSOE) y que la supervisi¨®n de mercados, un instrumento decisivo en la relaci¨®n con las grandes empresas, debe ser controlada por el Ejecutivo, sin intermediarios.

Asegura ahora el Gobierno, tras recibir el aviso de Bruselas, que va a cambiar el texto ¡°para garantizar la independencia¡± de los reguladores. En la tramitaci¨®n en el Congreso necesitar¨¢ probablemente la colaboraci¨®n del primer partido de la oposici¨®n para hacer cre¨ªble el viraje y dotar de consistencia pol¨ªtica al texto legal. Pero no est¨¢ claro que PP y PSOE tengan las ideas muy claras sobre la estructura y funciones de los organismos independientes. Una soluci¨®n de compromiso probable es mantener la Comisi¨®n Nacional de Competencia y fusionar el resto de las instituciones. En todo caso, ahora la vigilancia de Kroes empuja a volver atr¨¢s y devolver competencias y funciones de inspecci¨®n y control a los reguladores sectoriales. Como debe ser.