Las andanzas de Cyrano de Mordovia
La calle de la democracia del barrio de Lenin, en la aburrida Saransk, tiene un nuevo vecino: Gerard Depardieu. Los rusos asisten, entre abochornados e incr¨¦dulos, al aterrizaje de su nuevo compatriota
Cuando Gerard Depardieu dijo que quer¨ªa ser ciudadano de Rusia, mucha gente en este pa¨ªs lo consider¨® una broma. El 3 de enero, cuando el presidente Vlad¨ªmir Putin le otorg¨® la nacionalidad, en un acto totalmente serio, el asunto cosech¨® titulares del tipo ¡°La broma se convierte en realidad¡±. Y en las ¨²ltimas semanas la broma no ha hecho sino alargarse. Depardieu no solo ha vuelto a visitar Saransk, la capital de Mordovia, una rep¨²blica de la Federaci¨®n Rusa en la regi¨®n del Volga donde se ha inscrito oficialmente como residente, sino que ha ido tambi¨¦n a Chechenia y bailado con Ramz¨¢n Kad¨ªrov, el cacique de esa rep¨²blica norcauc¨¢sica.
Para muchos rusos, la verg¨¹enza no es solo el poco arte que exhibi¨® Depardieu al tratar de imitar los pasos de la famosa danza lezginka en Chechenia, sino el hecho de que se hermanara con Kad¨ªrov, un personaje cuando menos pol¨¦mico, tanto por la manera como gobierna su feudo como por sus m¨¦todos de lucha contra los separatistas.
Anna Politk¨®vskaya lo consideraba un criminal y so?aba con ver alg¨²n d¨ªa en el banquillo de los acusados a un hombre que ha sido acusado por defensores de los derechos humanos de torturar en persona. En honor de la justicia hay que decir que el actor franc¨¦s no es el ¨²nico: no le han hecho ascos a las invitaciones de Kad¨ªrov ¡ªacompa?adas a menudo de jugosas recompensas¡ª ni Jean-Claude Van Damme, ni Hilary Swank, ni la violinista inglesa Vanessa Mae. No ha trascendido que Depardieu recibiera alg¨²n premio en met¨¢lico, pero en especie s¨ª: Kad¨ªrov le regal¨® un piso de cinco habitaciones y le otorg¨® el t¨ªtulo de ciudadano honor¨ªfico de Chechenia.
Depardieu dice estar encantado con Rusia, tanto con su tierra como con sus gobernantes.
Verdad es tambi¨¦n que Kad¨ªrov ha sido una bendici¨®n para el Kremlin al aplicar magistralmente el plan de chechenizaci¨®n del conflicto, ideado en Mosc¨² y que, como su nombre indica, consist¨ªa en hacer que fueran los mismos chechenos los que pacificaran su rep¨²blica. Es decir, que en lugar de que los rusos mataran a los chechenos malos (los separatistas), fueran los chechenos buenos (los pro-Kremlin) quienes se ensuciaran las manos.
Depardieu dice estar encantado con Rusia, tanto con su tierra como con sus gobernantes. No es de extra?ar, pues, que alabe a Putin y trate de echarle una mano, criticando a sus enemigos¡ como las Pussy Riot. El motivo de su abandono de Francia y la adopci¨®n de la ciudadan¨ªa rusa ha sido, seg¨²n algunos comentaristas, molestar al presidente franc¨¦s Fran?ois Hollande y hacerle pagar por haber querido imponerle impuestos del 75% sobre sus ganancias. Al obtener residencia fiscal en Rusia, Depardieu pasar¨ªa a pagar un impuesto del 13%, independientemente de cu¨¢nto gane. Pero para poder disfrutar de esta tarifa tendr¨ªa, seg¨²n la ley, que residir en Rusia al menos seis meses al a?o. Lo cual es, cuando menos, dudoso que ocurra.
Depardieu ha dicho que no desea residir en Mosc¨² ¡ªdemasiado ajetreo y atascos¡ª y que, como campesino que se siente, prefiere la calma de la provincia. De ah¨ª que se haya inscrito como residente de Saransk despu¨¦s de recibir su pasaporte ruso. En esa ciudad del Volga, de poco m¨¢s de 300.000 habitantes, la residencia de Depardieu est¨¢ en el n¨²mero 1 de la calle de la Democracia, paralela a la del Proletariado y la Bolchevique, y perpendicular a la Comunista y Sovi¨¦tica. Todas en el barrio de Lenin.
?Depardieu viviendo en Saransk de verdad? Improbable. Demasiado aburrido, es la respuesta m¨¢s com¨²n de los rusos. Pero algunos piensan que todo este espect¨¢culo no es malo para Mordovia: quiz¨¢ en el extranjero empiecen a asociar esa rep¨²blica con el actor franc¨¦s y no con los campamentos de reclusi¨®n con los que gan¨® fama en la ¨¦poca estalinista. Prisiones que, por cierto, todav¨ªa abundan all¨ª. En una de ellas cumple condena una de las Pussy Riot, Nadezhda Tolok¨®nnikova.
Pero el Kremlin conf¨ªa en que Depardieu desempe?e un papel positivo no solo para Mordovia, sino tambi¨¦n para Rusia en general. Como ha dicho el ministro de Cultura, Vlad¨ªmir Medinski, ¡°es muy importante que un gran actor como Depardieu contribuya a popularizar la cultura rusa¡±. Y el mismo Depardieu se ve como, seg¨²n dijo en el legendario cine moscovita Ilusi¨®n, ¡°un embajador de la nueva Rusia, a menudo desconocida, pero que despierta, y que vuestro presidente, Vlad¨ªmir Putin, trata de poner a la altura de lo que es el hombre ruso¡±.
Los elogios de Depardieu a pol¨ªticos rusos no se han limitado a Putin y Kad¨ªrov. Tambi¨¦n ha alabado a personajes hist¨®ricos como Iv¨¢n el Terrible. Por lo visto, le gustan las personalidades pol¨¦micas y contradictorias. ?l mismo ha interpretado a Grigori Rasputin, el monje que ejerci¨® una gran influencia ¡ªnefasta seg¨²n muchos¡ª sobre el ¨²ltimo zar ruso, Nicol¨¢s II, y su esposa. Y tiene planes de encarnar a Emili¨¢n Pugachov, el l¨ªder cosaco que se alz¨® contra el zarismo, en una adaptaci¨®n de la obra de Alexandr Pushkin La hija del capit¨¢n. Dice asimismo que le gustar¨ªa actuar en un telefilme sobre alguna de las magistrales obras cl¨¢sicas rusas, ojal¨¢ en una de su autor ¡°preferido¡±, Fi¨®dor Dostoievski.
Por si esto fuera poco, Depardieu desea tambi¨¦n rodar un largometraje en el C¨¢ucaso: ¡°Mostrar al mundo que es posible hacer una gran pel¨ªcula aqu¨ª, en Chechenia¡±, declar¨® a una televisi¨®n rusa. No aport¨® detalles. ¡°Volveremos por aqu¨ª¡±, prometi¨®, ¡°esto es solo el comienzo¡±.
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