Si estamos de acuerdo, ?por qu¨¦ no estamos de acuerdo?
Necesitamos articular una propuesta de ¡°suma com¨²n¡± para derrotar a la derecha y ofrecer una nueva alternativa desde el futuro que ya est¨¢ sobrepasando a las formaciones pol¨ªticas
En tiempos de desolaci¨®n¡ mejor cambiar de rumbo. La derecha est¨¢ destruyendo el sistema social surgido tras la II Guerra Mundial en el que, frente al igualitarismo sin libertades del ¡°tel¨®n de acero¡±, se permit¨ªan ciertas libertades sin igualdad. Como muy bien define uno de los protagonistas de la excelente y recomendable pel¨ªcula No: ¡°se trata de que en nuestro sistema (capitalista) cualquiera puede ser rico, cualquiera, no todos¡¡±. En ese juego tragic¨®mico en el que unos pocos dejan creer a todos que pueden ser uno de esos pocos se sustenta la fuerza del actual sistema. Para ello los poderes econ¨®micos tuvieron que ceder a la presi¨®n de una mayor¨ªa que hab¨ªa conquistado, primero en la guerra y despu¨¦s en las calles y en las urnas, el derecho a una vida mejor a trav¨¦s del Estado del Bienestar. Los mismos pocos que crecieron y se hicieron m¨¢s ricos con la guerra fr¨ªa y otras contiendas m¨¢s actuales no cejan en su voracidad. Se revuelven contra sus propios clientes convirti¨¦ndolos en s¨²bditos para tener m¨¢s haciendo que los dem¨¢s tengan y sean menos. Son los mercados, ese enemigo tan difuso y cercano a la vez como eran Los p¨¢jaros de Hitchcock, met¨¢fora entonces del comunismo y ahora del capitalismo.
Cuando la dictadura de los mercados se al¨ªa con la pol¨ªtica, que legitima su poder a trav¨¦s de las urnas, su capacidad de destrucci¨®n es devastadora. Destruye la econom¨ªa, la sociedad, las personas y, por supuesto, la democracia. Esa es la aniquilaci¨®n que est¨¢ imponiendo la derecha del PP en Espa?a. Y en el momento en que una fuerza pol¨ªtica se transforma de adversario a enemigo s¨®lo cabe una soluci¨®n: su derrota amplia, contundente, democr¨¢tica y urgente. Muy urgente. Cada d¨ªa que Espa?a pasa bajo el Gobierno del se?or Rajoy la tarea de reconstrucci¨®n de los derechos y libertades es m¨¢s colosal y exige m¨¢s esfuerzo. As¨ª que cuanto antes empecemos antes terminaremos.
La ciudadan¨ªa demanda participar en la elaboraci¨®n de las alternativas? y hacerlo de forma habitual
Estamos convencidos de que estas ideas son ampliamente coincidentes entre votantes progresistas de muy diversas sensibilidades pol¨ªticas y territoriales. Incluso pueden ser compartidas entre las fuerzas pol¨ªticas que hoy nos oponemos al PP desde dentro y fuera del Parlamento. Y sin embargo nunca tanto acuerdo expresa respuestas tan diversas y contrapuestas entre quienes tenemos la responsabilidad de encauzar una alternativa como la que nos pide la ciudadan¨ªa indignada. De hecho las organizaciones pol¨ªticas est¨¢n preparando en clave interna los pr¨®ximos escenarios electorales, ya sean los marcados en el calendario al uso o los derivados de un posible adelanto con las urnas.
En Espa?a podemos definir cuatro bloques, muy desiguales, dentro del actual sistema electoral. El espacio que representa IU, quienes se aglutinan en Espacio Plural-Equo, un bloque identitario alternativo-anticapitalista y otro que gira en torno al PSOE. Cada uno de estos actores est¨¢ dise?ando sus propios objetivos de r¨¦dito electoral y ninguno de ellos se considera capaz de derrotar al PP. Es m¨¢s, en el seno de estas cuatro opciones se valora como un objetivo prioritario mantenerse o convertirse en un referente electoral m¨¢s fuerte que el resto de sus vecinos ideol¨®gicos. Junto a este sencillo esquema representativo de las opciones pol¨ªticas ¡°tradicionales¡± debemos tener en cuenta el reciente cambio en la realidad sociol¨®gica que se ha plasmado en las calles y en la ciudadan¨ªa espa?ola y europea con el movimiento del 15-M y su significado en todos los frentes. Nos referimos a un cambio de modelo. A la ruptura del bipartidismo. Al descr¨¦dito de las organizaciones pol¨ªticas y al del propio sistema de representaci¨®n y democracia que nace en la Transici¨®n espa?ola. Por eso ahora necesitamos respuestas. La alternativa no consiste ¡°s¨®lo¡± en una hipot¨¦tica suma de siglas (para la que ni siquiera sus actores est¨¢n hoy predispuestos) como las detalladas entre los cuatro espacios que describimos, sino en el alumbramiento de algo nuevo que implique la conjunci¨®n de lo existente con la representaci¨®n de la realidad sociol¨®gica m¨¢s compleja que describimos. Ni nos sirve s¨®lo lo cl¨¢sico (por no decir lo viejo) ni podemos estar a la espera del (Pepito) Grillo espa?ol que aproveche la vaciedad para expresar la protesta que no hemos sabido canalizar desde la pol¨ªtica representativa.
Seguro que hasta aqu¨ª las izquierdas diversas podemos seguir de acuerdo en el diagn¨®stico. Pero ?c¨®mo se plasma una alternativa cre¨ªble, ilusionante, con capacidad de respuesta y sobre todo de ¨¦xito? ?C¨®mo somos capaces de concitar una sinton¨ªa entre el actual modelo electoral y las demandas emergentes de un nuevo y participativo sistema de representaci¨®n? La respuesta inicial est¨¢ en la movilizaci¨®n y participaci¨®n a la hora de elaborar una alternativa electoral. Un mecanismo de elecciones primarias abiertas a la ciudadan¨ªa ser¨ªa una condici¨®n necesaria, pero no suficiente, para comenzar este nuevo camino. Es decir las organizaciones partidarias deben dejar de lado sus viejos m¨¦todos y sus siglas para promover una candidatura com¨²n de las izquierdas cuya mejor cobertura jur¨ªdica podr¨ªa ser el formato de agrupaci¨®n electoral. La propia movilizaci¨®n de participaci¨®n en esas ¡°primarias¡± servir¨ªa de respaldo legal a dicha f¨®rmula. Y junto al sistema, las personas. Los actuales liderazgos forman parte del pasado. Lo ideal ser¨ªa que ese proceso de participaci¨®n surgiera de la sociedad y no tanto de los partidos que deber¨ªan dar un paso al lado, y no necesariamente atr¨¢s, para estar junto a la sociedad civil y los sindicatos de clase respaldando de forma com¨²n un nuevo liderazgo social y pol¨ªtico. Esa nueva referencia deber¨ªa representar, desde una opci¨®n de progreso, la honestidad, la transparencia y la firmeza para as¨ª liderar la pol¨ªtica, la transformaci¨®n y la indignaci¨®n con credibilidad. Para ello debemos y tenemos que contar con referencias de la sociedad civil, como el juez Baltasar Garz¨®n. Una persona capaz de representar esta nueva dimensi¨®n de la sociedad y la pol¨ªtica, que ensambla lo conocido y lo nuevo por conocer. Y sobre todo que podr¨ªa reunir el consenso necesario para hacerlo con el mayor apoyo posible que no es el de los partidos sino el del conjunto de la ciudadan¨ªa.
Pero incluso todo lo anterior no basta. Necesitamos respuestas contra la austeridad complementarias a la imprescindible derrota del PP ya que la crisis no s¨®lo es de la derecha sino del ¡°r¨¦gimen¡± en su conjunto. La regeneraci¨®n contra la corrupci¨®n es parte consustancial de ese nuevo modelo que propugnamos. Y, sobre todo, debemos abordar un nuevo marco de relaciones entre representantes y representados basado en la ¨®smosis y que sea bidireccional e interactivo. Un modelo, la osmopol¨ªtica (si nos permiten la transgresi¨®n al diccionario), en el que las formas son parte estructural del fondo. Porque lo que la ciudadan¨ªa demanda no es s¨®lo un cambio de programas y de respuestas sino participar en la elaboraci¨®n de las alternativas y hacerlo de forma decisoriamente habitual y no s¨®lo cada cuatro a?os. Incluso cambiarlas y cambiar a quienes den un ¡°cambiazo¡± retirando su confianza y su voto. De ah¨ª la importancia de la Red como mecanismo de participaci¨®n y decisi¨®n. Y para eso el acceso a una wifi b¨¢sica, universal y gratuita deber¨ªa ser un derecho b¨¢sico com¨²n. Una Red en la que no deber¨ªa estar penado el libre intercambio de archivos con fines no lucrativos entre particulares. Justo lo contrario a las nuevas amenazas de control y censura que se ciernen desde el Gobierno tras la reciente y discreta entrevista entre Rajoy y el jefe del lobby norteamericano del cine, Christopher Dodd.
En definitiva, necesitamos articular una propuesta de ¡°suma com¨²n¡± para derrotar a la derecha y ofrecer una nueva alternativa desde el futuro que ya est¨¢ sobrepasando a las formaciones pol¨ªticas. Si seguimos coincidiendo en los an¨¢lisis pero nadie se atreve a dar un primer paso atr¨¢s obviando las purezas identitarias, la rivalidad vecinal o la historia de unas siglas, la realidad certificar¨¢ la defunci¨®n del sistema y nos abofetear¨¢ de nuevo al estilo Grillo. O nos sumamos a la realidad o la realidad nos subsumir¨¢ como residuos de dif¨ªcil reciclaje. Quiz¨¢s pueda ser este el mejor homenaje al recientemente desaparecido Hessel. Que tras los ¡°?Indignaos!¡± y ¡°?Comprometeos!¡±, seamos capaces de una tercera formulaci¨®n tan hist¨®rica como necesaria y actual: ?Un¨ªos!
Gaspar Llamazares es diputado y portavoz de Izquierda Abierta y Jos¨¦ Mendi es coordinador de comunicaci¨®n y redes de Izquierda Abierta.
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