La cobertura de la actualidad vaticana
El n¨²mero de p¨¢ginas que este diario ha dedicado a la sucesi¨®n en la c¨²pula de la Iglesia cat¨®lica ha sido criticado en distintos mensajes
La amplia cobertura sobre los ¨²ltimos acontecimientos en el Vaticano ha merecido la atenci¨®n de varios lectores que han incidido precisamente en la extensi¨®n de la misma. Mar¨ªa A. L¨®pez, por ejemplo, subrayaba el n¨²mero de p¨¢ginas dedicadas en la edici¨®n impresa. "Me choca la extensi¨®n que EL PA?S ha dedicado a esas cuestiones: en la edici¨®n de hoy, dos d¨ªas despu¨¦s de la elecci¨®n del nuevo papa, he contado once p¨¢ginas y media, adem¨¢s del espacio en primera plana, frente a dos medias p¨¢ginas para el resto de las noticias internacionales; el d¨ªa de la renuncia del papa anterior no hab¨ªa nada m¨¢s que eso en toda la secci¨®n de internacional. Por supuesto, los puntos de vista han sido muy diversos, incluyendo algunos que, sin duda, habr¨¢n irritado a los cat¨®licos convencidos. No me cabe duda de que el peri¨®dico est¨¢ en su perfecto derecho de decidir el espacio que concede a cada cosa; s¨®lo pido una reflexi¨®n sobre la importancia que se le da a algo que interesa a una parte de los lectores, parte que quiz¨¢ ni siquiera sea mayoritaria entre los lectores de EL PA?S¡±.
Con iron¨ªa, otro lector, Juan Alarc¨®n, enviaba un corto mensaje y en una de las frases comentaba " hoy, otras 16 p¨¢ginas, adem¨¢s sin publicidad (ni anestesia)".
El 12 de febrero, adem¨¢s del comentario editorial, el diario dedicaba 16 p¨¢ginas a la renuncia de Benedicto XVI en la secci¨®n de Internacional. Inacio Xes¨²s L¨®pez da Osa envi¨® aquel mismo d¨ªa una carta quej¨¢ndose no tanto por el despliegue sino porque ocupaba ¨ªntegramente la secci¨®n de Internacional. Y se preguntaba "?no pas¨® nada m¨¢s en el mundo?". Al lector le respond¨ª que en un momento de la tarde se debati¨® dedicar una p¨¢gina a otras noticias, pero la acumulaci¨®n de material sobre la citada noticia inclin¨® a los responsables del ¨¢rea a dedicar toda la secci¨®n. El despliegue no era exclusivo de este diario. Por citar uno no espa?ol, Liberation le dedic¨® 10 p¨¢ginas. El problema aquel d¨ªa no estaba en las 16 p¨¢ginas. Estaba en que no se hubiera mantenido abierto un espacio a otras noticias de Internacional y se hubiera optado por una oferta monogr¨¢fica.
Al d¨ªa siguiente, las p¨¢ginas fueron siete. Una cifra que fue descendiendo (el domingo, d¨ªa 17, se publicaron 3 p¨¢ginas en Internacional y cinco en Domingo) hasta que la inminencia del c¨®nclave reanim¨® la actualidad vaticana. Los d¨ªas 12 y 13 de marzo se publicaron seis y siete p¨¢ginas respectivamente. El 14 de marzo, la elecci¨®n del jesuita argentino Bergoglio mereci¨® 14 p¨¢ginas, sin contar editorial y portada.
El diario es un organismo vivo, opinable sobre toda su oferta
El 15 de marzo se dedicaban 12 p¨¢ginas. La portada de la edici¨®n impresa, daba prioridad a la sentencia del tribunal de la UE que otorga poder a los jueces para frenar desahucios. Una preeminencia en portada que fue temporal en la edici¨®n digital.
He trasladado a Vicente Jim¨¦nez, director adjunto, las reflexiones de estos lectores. "Los acontecimientos recientes que ha vivido la Iglesia cat¨®lica han sido excepcionales. Excepcional ha sido la renuncia de Joseph Ratzinger, por el mismo hecho de dimitir y por las circunstancias que han rodeado, y puede que motivado, este hecho (el denominado caso Vatileaks, los esc¨¢ndalos de pederastia, las luchas internas de la curia¡) y excepcional ha sido la elecci¨®n por el c¨®nclave de un papa jesuita y argentino, circunstancia cuyas consecuencias est¨¢n todav¨ªa por calibrar. Todo ello requer¨ªa una cobertura intensa, extensa y lo suficientemente compleja como para que cualquier lector, interesado o no, cat¨®lico o no, pudiera tener suficientes elementos de reflexi¨®n. Las informaciones sobre el Vaticano y sobre el hecho religioso que representa la Iglesia cat¨®lica no son f¨¢ciles y suelen ser objeto de debate. Requieren un esfuerzo a?adido de rigor, seriedad, profundidad y pluralidad por afectar no s¨®lo a un Estado con unas caracter¨ªsticas y funcionamiento peculiares, sino tambi¨¦n a cuestiones que afectan a sentimientos, creencias y convicciones arraigadas en lo m¨¢s ¨ªntimo del ciudadano. A todo ello intenta responder EL PA?S. Tanto en la edici¨®n impresa como en la digital, la dimisi¨®n de Benedicto XVI y la elecci¨®n de Francisco constitu¨ªan un reto que requer¨ªa una cobertura excepcional, libre de sectarismos. El peri¨®dico es un organismo vivo, opinable desde su primera a la ¨²ltima p¨¢gina. En sus diferentes soportes, el lector encuentra contenidos diversos, que elegir¨¢ en funci¨®n de sus propios criterios. No es obligatorio leer todos y cada uno de los art¨ªculos, y los lectores tienen el derecho a valorar nuestro trabajo de la manera que consideren oportuna. Lo que es irrenunciable para quienes hacemos EL PA?S es tratar de ofrecer toda la informaci¨®n necesaria, independientemente del espacio que requiera, que contribuya a esa opini¨®n p¨²blica tan necesaria en democracia.".
Este diario defiende el laicismo, entendido como la necesidad de que el Estado sea independiente y est¨¦ ajeno a toda influencia religiosa o eclesi¨¢stica. Pero ello no debe suponer que no deba dar una respuesta informativa a un acontecimiento de la envergadura del que comentamos y cuya excepcionalidad se explica tanto por la renuncia, in¨¦dita en siglos, de Benedicto XVI como por el complejo panorama que debe administrar el nuevo pont¨ªfice.
Es comprensible y pertinente el debate sobre el kilometraje informativo que debe considerarse m¨¢s acertado. Tras conocerse la identidad del nuevo papa, un ejemplo, es m¨¢s f¨¢cil discutir las p¨¢ginas previas dedicadas a perfiles de candidatos. Unas quinielas que fracasaron. Con todo, el global de la informaci¨®n ha buscado un acercamiento a los muy distintos aspectos que merec¨ªan consideraci¨®n. De hecho alg¨²n lector, que elogiaba otros contenidos, se ha quejado de que se incluyeran piezas dedicadas exclusivamente a relatar los episodios m¨¢s lamentables de la historia vaticana.
El escrutinio de los lectores alcanza a otros aspectos de la cobertura. Dos de ellos inciden en asuntos ortogr¨¢ficos que no consideran inocuos. La lectora antes citada, por ejemplo, comenta que ha visto escrito "Iglesia" e "Iglesia cat¨®lica" en may¨²scula mientras que "iglesias protestantes" se escribe en min¨²scula. "La ortograf¨ªa, como la lengua, no es inocente¡± y considera que el uso de la i may¨²scula insin¨²a, como m¨ªnimo, que se trata de una Iglesia diferente, ¡°?quiz¨¢ la ¨²nica verdadera?". El Libro de Estilo precisa que "como nombre de confesi¨®n religiosa, se escribe con may¨²scula inicial ('la Iglesia adventista'); como templo, todo en min¨²sculas". En el d¨ªa a d¨ªa, he comprobado que, aunque mayoritariamente se respeta esta indicaci¨®n, tambi¨¦n se ha publicado "iglesia adventista" e "iglesia cat¨®lica". El hecho de que el error se produzca al hablar de distintas confesiones descarta intencionalidad en el mismo.
Fracisco Fern¨¢ndez consulta "por qu¨¦ EL PA?S se empe?a en escribir "Papa" con may¨²scula inicial cuando, tal y como especifica la Ortograf¨ªa de la RAE siempre debe hacerse con min¨²scula". Es cierto que la RAE en los criterios ortogr¨¢ficos publicados en 2010 estableci¨® que la palabra debe escribirse en min¨²scula.
El Libro de Estilo del diario, anterior a esta correcci¨®n, estableci¨® que la palabra "se escribir¨¢ con may¨²scula inicial cuando no preceda a su nombre. Ejemplos: 'el Papa dijo', pero 'el papa Juan Pablo II'". Debe actualizarse.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.