C¨¢ncer, un enemigo poderoso

La naciente disciplina de la gen¨®mica, con su an¨¢lisis global y simult¨¢neo de los 20.000 genes que contiene cada una de nuestras c¨¦lulas, est¨¢ revolucionando todas las ¨¢reas de la biolog¨ªa, y la investigaci¨®n del c¨¢ncer ocupa un lugar muy alto en la lista. En los escasos 10 a?os que llevan aplic¨¢ndose a este azote sanitario, las nuevas tecnolog¨ªas de secuenciaci¨®n o lectura del ADN han inundado la oncolog¨ªa con un alud de datos radicalmente nuevos y cient¨ªficamente valiosos sobre todos los principales tipos de tumores humanos. El conocimiento de las bases moleculares del c¨¢ncer, de los principios ¨²ltimos que rigen su aparici¨®n, su evoluci¨®n y su pron¨®stico, ya ha experimentado un vuelco, y cabe esperar que vaya mejorando los tratamientos y los f¨¢rmacos disponibles.

El c¨¢ncer es siempre una enfermedad gen¨¦tica, lo que no debe confundirse con hereditaria. A veces la propensi¨®n a contraerlo tiene componentes hereditarios; esta es la raz¨®n, por ejemplo, de que Australia sufra los ¨ªndices m¨¢s elevados del mundo de c¨¢ncer de piel: los ciudadanos de origen irland¨¦s y brit¨¢nico que viven all¨ª tienen una piel demasiado blanca para esas latitudes; tambi¨¦n hay familias en que las mujeres sufren una peligrosa propensi¨®n al c¨¢ncer de mama.

Pero lo m¨¢s com¨²n es que las mutaciones del c¨¢ncer no sean heredadas, sino que surjan durante la vida del adulto. Cada una de nuestras c¨¦lulas contiene el genoma humano, y puede mutar en cualquier fase de la vida. Y en algunos casos es bien f¨¢cil hallar las causas: tabaco para el c¨¢ncer de pulm¨®n, o mucho sol para el c¨¢ncer de piel. Los ¨²ltimos estudios han revelado que unas pocas mutaciones ¡ªentre dos y ocho seg¨²n el tipo de tumor¡ª son responsables de la aparici¨®n y desarrollo de los principales c¨¢nceres humanos. Cada tipo de tumor, no obstante, tiene su propio juego de mutaciones, y por eso la lista de genes esenciales del c¨¢ncer asciende a 140. Pero esa es una cifra manejable para las cada vez m¨¢s avanzadas y baratas t¨¦cnicas acuales, y estos datos ir¨¢n aplic¨¢ndose a la medicina cl¨ªnica en los pr¨®ximos a?os.

Nada de todo esto debe aminorar la necesidad de avanzar en el diagn¨®stico precoz. El enemigo es poderoso y solo un loco le dejar¨ªa salir con ventaja.