Cambio de escenario
La urgencia de financiaci¨®n obliga a Mas, tras su cita con Rajoy, a recuperar el realismo pol¨ªtico
La ¨²ltima reuni¨®n que hab¨ªan mantenido Mariano Rajoy y Artur Mas termin¨® en un sonoro portazo dial¨¦ctico que puso fin a dos a?os de pacto CiU-PP en Catalu?a y dio paso a la convocatoria de elecciones anticipadas. Ambos presidentes se han reunido de nuevo hace unos d¨ªas, pero tanto las formas como el contenido de este segundo encuentro ponen en evidencia lo mucho que ha cambiado la situaci¨®n de CiU, y no precisamente para bien. Lejos de la amplificaci¨®n propagand¨ªstica que rode¨® el desencuentro del pasado septiembre, incluido el recibimiento de Mas como un h¨¦roe en la plaza de Sant Jaume, la reuni¨®n se ha celebrado esta vez en secreto. Aparte de la anomal¨ªa que supone, en t¨¦rminos de calidad democr¨¢tica, que dos presidentes eludan cualquier explicaci¨®n p¨²blica sobre los asuntos tratados, el furtivo encuentro tiene un enorme significado pol¨ªtico, pues indica que el tablero pol¨ªtico catal¨¢n se est¨¢ moviendo, y muy deprisa.
En primer lugar, la reuni¨®n ha mostrado la precariedad en que se encuentra Mas tras unas elecciones en las que no solo no logr¨® la ¡°mayor¨ªa excepcional¡± que hab¨ªa pedido, sino que qued¨® en manos de un socio, ERC, sumamente inc¨®modo. Cuando apenas se cumplen 100 d¨ªas de Gobierno, el pacto de gobernabilidad est¨¢ en crisis y CiU ha iniciado maniobras en busca de otros aliados. El pacto con ERC ni siquiera le garantiza poder aprobar los presupuestos y, en cambio, crece el nerviosismo en el interior de la federaci¨®n nacionalista al comprobar, encuesta tras encuesta, que el acuerdo con Oriol Junqueras puede convertirse en el abrazo del oso que acabe devorando sus bases electorales. Mas ha comprobado que fiar toda su estrategia al ¨®rdago soberanista, no solo no tiene recorrido pol¨ªtico, sino que le est¨¢ enajenando el apoyo de importantes sectores econ¨®micos.
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Pero lo decisivo es que la Generalitat se encuentra en tal situaci¨®n de ahogo financiero que necesita la ayuda de Madrid para poder gobernar el d¨ªa a d¨ªa. Un Gobierno que no ha podido pagar la farmacia de noviembre y diciembre y que ni siquiera puede cumplir los planes de choque que ha ido aprobando poca soberan¨ªa puede ejercer. Esta es la contradicci¨®n de fondo. Mas se encuentra maniatado al programa m¨¢ximo de ERC, pero no puede gobernar sin el ox¨ªgeno del Gobierno central. Y ahora necesita imperiosamente que este le facilite superar el l¨ªmite de d¨¦ficit para 2013, pues cumplir con el 0,7% previsto le obligar¨ªa a recortar el presupuesto en 4.400 millones, una cantidad imposible de asumir.
Lo positivo de esta nueva situaci¨®n es que obliga a todos los actores a un ejercicio de realismo pol¨ªtico y abre la puerta a que el seny domine sobre la rauxa, a que la cordura se imponga a la temeridad. Los movimientos dirigidos a sondear el apoyo del PSC deben ser saludados positivamente, pues si bien es comprensible que los socialistas se muestren remisos, por el desleal uso que Mas hizo del acuerdo para su primera investidura, por lo menos abre la puerta a que CiU recupere el centro pol¨ªtico que nunca debi¨® abandonar.
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