Un mundo sin pobreza es posible
El desarrollo econ¨®mico puede permitir acabar con esta enorme pesadilla antes del final de 2030
Dentro de una semana, los responsables de las pol¨ªticas econ¨®micas de todo el mundo se encontrar¨¢n en la ciudad de Washington para las Reuniones de Primavera del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. Como ha ocurrido en los ¨²ltimos cinco a?os, se hablar¨¢ mucho de crisis econ¨®mica y estrategias para restablecer la confianza, impulsar el crecimiento y crear empleo. Existen crecientes pruebas de que avanzamos en la direcci¨®n correcta, pero este esfuerzo a¨²n requiere mucho m¨¢s trabajo.
Las reuniones tambi¨¦n son una oportunidad para ver m¨¢s all¨¢ de lo inmediato y para que los l¨ªderes adopten una perspectiva a largo plazo y eval¨²en d¨®nde estamos y hacia d¨®nde nos dirigimos.
Si lo hacen, ver¨¢n que en la actualidad nos encontramos ante una oportunidad hist¨®rica. El fin de la pobreza absoluta, un sue?o que ha atra¨ªdo e impulsado a la humanidad durante siglos, est¨¢ ahora a nuestro alcance.
En las ¨²ltimas d¨¦cadas, el mundo ha logrado avances impresionantes en la lucha contra la pobreza, un hecho que demasiado a menudo se pierde entre los titulares de las crisis inmediatas. Gracias a la fortaleza de un s¨®lido crecimiento del sector privado, respaldado por una mejor gesti¨®n p¨²blica econ¨®mica, hoy en d¨ªa la pobreza extrema est¨¢ en retirada en todo el mundo en desarrollo. En 1990, el 43 por ciento de sus habitantes viv¨ªa con menos de 1,25 d¨®lares por d¨ªa. El Banco Mundial estima que para 2010 esta cifra se redujo al 21 por ciento. El primer objetivo de desarrollo del milenio ¡ªreducir a la mitad la pobreza extrema¡ª se alcanz¨® cinco a?os antes de lo previsto.
Hacen falta pol¨ªticas para aumentar
la inclusi¨®n y evitar incrementos
de la desigualdad
En el futuro, si bien no podemos dar por un hecho un alto crecimiento, se dan las condiciones necesarias para que estos buenos resultados contin¨²en. De hecho, si se combinan los ¨¦xitos de d¨¦cadas pasadas con perspectivas econ¨®micas globales cada vez m¨¢s propicias para dar a los pa¨ªses en desarrollo una oportunidad ¡ªla primera que jam¨¢s hayan tenido¡ª de poner fin a la pobreza extrema en el curso de una sola generaci¨®n. Nuestro deber colectivo, ahora, es hacer que a esas circunstancias favorables se a¨²nen decisiones deliberadas que logren convertir en realidad esta extraordinaria oportunidad.
El mundo puede terminar con la pobreza extrema antes del final de 2030. Este ambicioso objetivo, pero factible, debe aportar unidad, sentido de urgencia y energ¨ªa a nuestros esfuerzos colectivos.
Para cumplir con este plazo ser¨¢ necesario un crecimiento fuerte y estable en todo el mundo en desarrollo, especialmente en ?frica al sur del S¨¢hara y Asia meridional. Se requerir¨¢n pol¨ªticas para aumentar la inclusi¨®n y evitar incrementos de la desigualdad y garantizar que el crecimiento se traduzca en una reducci¨®n de la pobreza, principalmente a trav¨¦s de la creaci¨®n de empleo.
Ser¨¢n necesarias transformaciones en los Estados fr¨¢giles, en los que habita una mayor proporci¨®n de los pobres del mundo. Y ser¨¢ preciso evitar o mitigar posibles crisis, como desastres clim¨¢ticos o nuevas crisis de alimentos, combustibles o financieras. No ser¨¢ f¨¢cil, y se necesitar¨¢ un esfuerzo mundial coordinado entre los Gobiernos, los donantes, la sociedad civil y el sector privado. Pero ?hay alguien en alg¨²n lugar que dude de que la recompensa, no vale el esfuerzo?
El avance hacia la eliminaci¨®n de la pobreza tendr¨¢ que ser sostenido en el tiempo y abarcar las generaciones futuras. Debemos promover la prosperidad compartida, ayudando a las personas vulnerables a que no vuelvan a caer en la pobreza.
Y, sobre todo, si no se toman medidas audaces a nivel global, un catastr¨®fico proceso de calentamiento del planeta pone en peligro los adelantos alcanzados. El cambio clim¨¢tico no es solo un desaf¨ªo ambiental, sino que representa una amenaza fundamental para el desarrollo econ¨®mico y la lucha contra la pobreza.
El Grupo Banco Mundial no pretende ser el actor clave en la eliminaci¨®n de la pobreza. El progreso hacia esta meta, como siempre, seguir¨¢ dependiendo principalmente de las acciones de los mismos pa¨ªses en desarrollo.
Pero estaremos all¨ª para ayudar. Colaboraremos con nuestros socios para intercambiar conocimientos acerca de las soluciones para terminar con la pobreza. Observaremos de manera estrecha los avances alcanzados con miras al logro de este objetivo, e informaremos anualmente sobre lo que se ha logrado y las brechas que persisten. Y nos valdremos de nuestra capacidad de convocatoria y promoci¨®n para recordar constantemente a los formuladores de pol¨ªticas y a la comunidad internacional lo que est¨¢ en juego.
Si actuamos hoy, tenemos la oportunidad de crear un mundo para nuestros hijos que se caracterice por oportunidades para todos y no por marcadas inequidades. Podemos y debemos alcanzar la meta de un mundo sin pobreza.
Jim Yong Kim es presidente del Grupo Banco Mundial. El presente art¨ªculo es una adaptaci¨®n de un discurso que pronunci¨® recientemente en la Universidad de Georgetown en la ciudad de Washington.
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