La inmersi¨®n ling¨¹¨ªstica
Resulta del todo pat¨¦tico que en el siglo XXI contin¨²e existiendo el in¨²til debate sobre lo catal¨¢n y lo espa?ol. Me parece tan rid¨ªculo como pretender diferenciar al jam¨®n de su grasa.
Pero, claro, el nivel cultural no solo del pueblo espa?ol sino sobre todo de sus gobernantes, es el que nos ha conducido a la actual situaci¨®n.
Nada hemos aprendido de la historia, la cual nos ha mostrado que, desde Felipe<TH>V hasta el general Franco, todo lo catal¨¢n ha sido sistem¨¢ticamente rechazado y perseguido, desde su idioma hasta su identidad sociocultural. Si hubi¨¦semos aceptado que la grasa es una de las partes m¨¢s sabrosas del jam¨®n, no existir¨ªa debate, todo ser¨ªa exquisito jam¨®n.
Las naciones poderosas y avanzadas acostumbran a reconocer con orgullo y m¨¢xima dignidad a todos sus componentes, pues la integraci¨®n y coexistencia de todos y cada uno de ellos las hacen mucho m¨¢s fuertes.
Hoy nos encontramos en un punto de no retorno porque la falta de integraci¨®n natural ha conducido a la radicalizaci¨®n de las partes cuando lo natural hubiera sido desde el principio aceptar que Catalu?a tiene un idioma y una identidad propios e integrarlas con orgullo a la gran riqueza sociocultural del Estado. Es tan simple como dejar de lado el orgullo, los recelos y la prepotencia en aras a la potenciaci¨®n de unos intereses comunes.
Pero no, en Espa?a se siguen empe?ando en quitarle al jam¨®n toda su grasa.¡ª Sergio Torres Gim¨¦nez.
En una sociedad libre y realmente democr¨¢tica los padres deber¨ªan poder decidir la lengua en la que quieren escolarizar a sus hijos, tal y como se hace en Euskadi y tal y como recomienda la propia ONU. ?O es que el derecho a decidir solo se puede invocar para unas cosas y no para otras? ?D¨®nde est¨¢ la libertad en Catalu?a? De todas formas si se quiere continuar con la inmersi¨®n que al menos sea en ingl¨¦s. ?Ser¨ªa lo mejor para el futuro de Catalu?a!¡ª Josep Mar¨ªa Bor¨¦s. Londres, Inglaterra.
Acabo de leer los autos judiciales sobre la educaci¨®n catalana que tanta pol¨¦mica han desatado y debo decir que me parecen razonables por dos motivos. En primer lugar, no imponen el castellano, como se ha dicho. Lo que los padres han solicitado y el Tribunal ha concedido es ¡°una ense?anza conjunta en las dos lenguas oficiales, de forma proporcionada y sin desequilibrio entre ellas¡±. ?Alguien puede estar en contra de un uso conjunto y equilibrado de catal¨¢n y castellano en el aula? ?D¨®nde est¨¢ el problema?
Y en segundo lugar, me parece razonable que todos los alumnos y no solo el solicitante puedan beneficiarse de una ense?anza en los dos idiomas, que es mucho m¨¢s enriquecedora que en uno solo.
Quiz¨¢ estar¨ªa bien que algunos pol¨ªticos se informasen y leyesen antes de lanzar sus proclamas incendiarias.¡ª Mar¨ªa S¨¢nchez Reyes. Barcelona.
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