El colch¨®n del p¨¢nico
Dormir sobre los ahorros no es la mejor opci¨®n y menos a¨²n llamarle caja de ahorros a la que contiene los billetes
El mercado que produce m¨¢s beneficios es el del miedo. Igual que en Estados Unidos existe un floreciente negocio para los constructores de ¡°habitaciones del p¨¢nico¡± (panic rooms), recintos acorazados dentro de la propia vivienda, con alimentaci¨®n, electricidad y comunicaciones independientes, el boom empresarial de la primavera puede ser el colch¨®n con caja fuerte incorporada. El emprendedor Francisco Santos, 40 a?os en Flex (de ah¨ª lo del colch¨®n), junt¨® ingeniosamente el acervo popular espa?ol (guardar los ahorros en el colch¨®n) con el pavor de los ahorradores castigados por las complejidades y perplejidades financieras y decidi¨® crear un nov¨ªsimo producto empresarial: un colch¨®n que guarda los ahorros. El colch¨®n no retribuye el capital, pero tampoco cobra comisiones, as¨ª que vaya lo uno por lo otro. Despedido de Flex ¡ªuna v¨ªctima m¨¢s de la crisis global¡ª, Santos cre¨® una empresa con 12.000 euros de capital (Descanso Santos Sue?os, DSS) para comercializar un megacolch¨®n con una caja fuerte situada all¨ª donde se apoyan los pies. Y, lo que es casi tan importante como la idea del producto, cre¨® una marca: Caja de Ahorros Mi Colch¨®n.
Unas palabras sobre la idea y sobre la marca. Dormir sobre el propio dinero mitiga el miedo apocal¨ªptico al corralito, atizado por los catastrofistas, mucho m¨¢s activos desde la crisis chipriota, pero es un retroceso pintoresco sobre la idea de seguridad financiera vigente desde el siglo XIV. Precisamente donde menos seguro est¨¢ el dinero es en el hogar y donde primero buscar¨¢ el ladr¨®n ahora es en el colch¨®n. Compromete adem¨¢s la seguridad personal. Hay que temer, adem¨¢s, que acostarse sobre billetes despierte la avaricia del durmiente (cosa bien distinta de la codicia, que, como es notorio, permanece en vela desde los albores de la humanidad).
Sellar una empresa de seguridad monetaria, aunque sea de jergones, como Caja de Ahorros Mi Colch¨®n puede interpretarse como una contradicci¨®n en los t¨¦rminos. Son las cajas de ahorros las que se han derrumbado estrepitosamente, azotadas por saqueos y quiebras, durante los ¨²ltimos tres a?os. Mejor idea parec¨ªa, por ejemplo, una leyenda como Mi Colch¨®n Suizo o Durmiendo en el Para¨ªso. Fiscal, por supuesto.
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