Una veintea?era ser¨¢ la primera marquesa negra de Reino Unido
Hija del magnate nigeriano Ladi Jadesimi, tiene un programa de cocina en televisi¨®n
En la alta sociedad brit¨¢nica no se habla de otra cosa. Emma McQuiston, una atractiva veintea?era que se fotograf¨ªa con vestidos de gala, acapara portadas del papel cuch¨¦ y protagoniza conversaciones de rancio abolengo. Y todo este revuelo simplemente por su color de piel. Su boda con Ceawlin Thynn, vizconde de Weymouth, har¨¢ historia, ya que en el momento en el que su futuro marido herede el t¨ªtulo paterno se convertir¨¢ en la primera marquesa de raza negra en el Reino Unido.
Pero esta londinense no es ajena a los c¨ªrculos donde se mueve su futura familia pol¨ªtica. Es hija del magnate del petr¨®leo nigeriano Ladi Jadesimi, vive lujosamente en el barrio de Kensington, conoci¨® a su prometido en un club privado de Londres y ya hab¨ªa coincidido con ¨¦l a?os atr¨¢s en una boda a la que ambos fueron invitados. Un estilo de vida desahogado que no le ha evitado encontrarse rechazo dentro de la nobleza. ¡°Hay mucho esnobismo, especialmente entre otras generaciones. Es la jungla¡±, ha declarado McQuiston a la revista Tatler. ¡°No me ofendo f¨¢cilmente, pero es problem¨¢tico que alguien te haga sentir diferente por tu raza y se formen una opini¨®n sobre ti antes incluso de conocerte".
Hay quien apunta a que la desconfianza entre la clase alta no se debe a su color de piel. La vieja guardia no aprueba su falta de discreci¨®n, su ropa provocativa y su talento para la autopromoci¨®n. Licenciada en historia del arte, McQuiston prob¨® suerte como actriz y ahora se ha reciclado como cocinera medi¨¢tica. Tiene su propio programa culinario y comparte recetas de comida sana en su web personal. Pero entre plato y plato, se las arregla para publicar fotos mirando sugerente a la c¨¢mara o posando en biquini. Como hacen tantas otras j¨®venes blogueras. La nobleza brit¨¢nica no est¨¢ muy al tanto de lo que es habitual en las redes sociales.
Lo curioso es que McQuiston, de 26 a?os, no ingresar¨¢ precisamente en una familia del todo convencional. Su futuro suegro Alexander Thynn, marqu¨¦s de Bath, es un arist¨®crata exc¨¦ntrico en la mejor tradici¨®n brit¨¢nica. Se viste con gorros y chalecos de estampado estridente, llena su finca de animales ex¨®ticos y aunque sigue casado con la madre de sus hijos mantiene un har¨¦n de 75 amantes en su mansi¨®n. El marqu¨¦s octogenario reparte a sus ¡°mujercitas¡± (como las llama) por diversos pabellones de su finca, Longleat House. Su mujer desde hace m¨¢s de cuatro d¨¦cadas vive en Francia lo que no evita que haya fricciones y celos entre las amantes. Seg¨²n la prensa brit¨¢nica, se ha llegado a las manos durante comidas domingueras. Las malas lenguas apuntan a que las queridas del marqu¨¦s no reciben a McQuiston con los brazos abiertos. Temen que con su llegada a la familia perder¨¢n su alojamiento gratuito en Longleat House.
La alta alcurnia brit¨¢nica no tendr¨ªa que alborotarse tanto por la llegada de la primera marquesa negra. La aristocracia de este pa¨ªs es m¨¢s multicultural de lo que parece a primera vista. Los expertos en genealog¨ªa aseguran que las primeras familias de sangre azul procedan de plebeyos alemanes y la historia colonial de Gran Breta?a se traduce en una ascendencia mestiza. Muchas familias cuentan antepasados procedentes de India o ?frica.
El eclecticismo de los ¨¢rboles geneal¨®gicos brit¨¢nicos no impide que las plebeyas reciban zarpazos cuando reciben t¨ªtulos por v¨ªa matrimonial. Kate Middleton fue mirada con lupa antes de que se casara con Guillermo de Inglaterra, heredero al trono. Emma McQuiston ser¨¢ la comidilla de la sociedad durante los preparativos de su boda, que tendr¨¢ lugar en junio. Hasta que aparezca otra novata sin t¨ªtulo nobiliario.
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