Una Espa?a de ensue?o

Ayer tuve un sue?o. Hac¨ªa tiempo que las mentes m¨¢s brillantes de Espa?a estaban de regreso. Con su trabajo el pa¨ªs hab¨ªa salido de la pobreza, ahora todo era diferente. Los pol¨ªticos cre¨ªan en los cient¨ªficos y esto hab¨ªa llevado a a?os de gran prosperidad. Ya nadie se acordaba de las desorbitantes cifras del paro de otra ¨¦poca ni de los inhumanos desahucios llevados a cabo por la banca. Espa?a, al fin, era un pa¨ªs serio y coherente, la cultura se mimaba por parte de los gestores, el deporte nacional de enga?ar al otro era tambi¨¦n algo del pasado, todos los responsables de la gran crisis de inicio de siglo hab¨ªan sido procesados y castigados ejemplarmente, no hab¨ªa ya ni corrupci¨®n ni codicia y cada individuo trabajaba para la colectividad, pagando sus impuestos. La Iglesia, despu¨¦s de varios siglos, hab¨ªa entrado en raz¨®n y estaba al margen de las decisiones del Estado. La escuela p¨²blica era laica y aquellos que ten¨ªan creencias religiosas terminaron por entender que estas pertenec¨ªan al ¨¢mbito privado. En los colegios se ense?aba la realidad social, los valores ¨¦ticos, y as¨ª los alumnos, casi sin darse cuenta, llegaban a ser ciudadanos responsables, con una gran sensibilidad hacia los dem¨¢s y hacia el entorno que los acog¨ªa, estaban dispuestos a trabajar codo con codo por un futuro mejor. Hab¨ªan cambiado tantas cosas.

Sin embargo, cuando despert¨¦, Montoro segu¨ªa all¨ª.¡ª Juan M. de Blas Calvo. Logro?o.