Heredar¨¢s Vuitton

Despu¨¦s de meses de pol¨¦mica, el multimillonario Bernard Arnault, presidente de LVMH, anunci¨® finalmente que renuncia a pedir la nacionalidad belga, una intenci¨®n que hab¨ªa puesto en pie de guerra al Gobierno socialista y le hab¨ªa convertido en s¨ªmbolo de la evasi¨®n fiscal. Acusado de falta de patriotismo, Arnault, que ya se hab¨ªa exiliado unos a?os en 1981 tras la victoria del socialista Fran?ois Mitterrand, rompi¨® finalmente el silencio en una larga entrevista al diario Le Monde. En ella explica que, lejos de querer evadir impuestos, su inter¨¦s por la ciudadan¨ªa belga se deb¨ªa a su voluntad de evitar una disputa familiar sobre su herencia. Y lo cierto es que, con cinco hijos de dos matrimonios diferentes y dos sobrinos, a la fortuna de Arnault no le faltan pretendientes.

En juego est¨¢ la primera fortuna de Francia y d¨¦cima mundial, estimada en 21.200 millones de euros por la revista francesa Challenge, as¨ª como la direcci¨®n del conglomerado de lujo LVMH. Creado en 1987 de la fusi¨®n de Mo?t Hennessy y de Louis Vuitton, tres a?os despu¨¦s de que Arnault se hiciera con la casa Christian Dior y los grandes almacenes de lujo Le Bon March¨¦, tras comprar y desmantelar el grupo textil Boussac, el conglomerado LVMH posee hoy m¨¢s de 60 prestigiosas marcas, como Guerlain, Kenzo, los relojes TAG Heuer o la espa?ola Loewe, y est¨¢ tambi¨¦n presente en el grupo de comunicaci¨®n Les ?chos. El a?o pasado el grupo sum¨® 28.103 millones de euros en ventas y hoy posee m¨¢s de 3.000 tiendas por el mundo. La familia Arnault es propietaria del 46,4% del grupo.

Aunque no tiene intenci¨®n de jubilarse, Arnault cre¨® la empresa Pilinvest para el reparto de su herencia

Aunque a los 64 a?os no tiene ninguna intenci¨®n de jubilarse, Arnault cre¨® en 2008 en B¨¦lgica la empresa Pilinvest, a su vez parte de la Fundaci¨®n Protectinvest, para velar por el buen reparto de su herencia en caso de desaparici¨®n repentina. La fundaci¨®n debe cumplir con un triple objetivo fijado por el empresario, natural del norte de Francia: prohibir la venta de las acciones de LVMH legadas a sus cinco hijos durante 10 a?os, asegurarse de que votar¨¢n de forma conjunta en el seno de la multinacional y decidir cu¨¢l de los herederos llevar¨¢ las riendas de la empresa.

Esta ¨²ltima y espinosa tarea estar¨ªa en manos de un comit¨¦ de tres denominados sabios, presidida por el exministro de Finanzas y presidente del grupo de servicios inform¨¢ticos Atos, Thierry Breton. La obtenci¨®n de la nacionalidad belga le hubiera garantizado a Arnault la imposibilidad de que los hijos cuestionaran jur¨ªdicamente la decisi¨®n de Pilinvest.

Los m¨¢s conocidos de los cinco hijos del presidente de LVMH son los dos mayores: Delphine, de 37 a?os, y Antoine, de 35, ambos con puestos de responsabilidad en el grupo. Son fruto de su primer matrimonio con Anne Dewarvin, ahora casada con Patrice de Maistre ¡ªexgestor de la fortuna de Liliane Bettencourt, la propietaria del imperio L¡¯Or¨¦al¡ª, actualmente en prisi¨®n preventiva por haber abusado presuntamente de la debilidad de la anciana multimillonaria. En este caso tambi¨¦n est¨¢ imputado el expresidente conservador y gran amigo del mismo Arnault Nicolas Sarkozy, de cuya primera boda con Cecilia Sarkozy fue testigo el empresario.

Arnault, amante del arte y la m¨²sica, se volvi¨® a casar en 1991 con la pianista canadiense H¨¦l¨¨ne Mercier. De esta segunda relaci¨®n llegaron los tres peque?os: Alexandre, de 23 a?os, de momento m¨¢s entusiasmado con la m¨²sica electr¨®nica ¡ªact¨²a como dj con el nombre de Double A¡ª que con la empresa familiar; Fr¨¦d¨¦ric, de 18, y Jean, de 14. Algunos incluyen tambi¨¦n en la lista de posibles herederos a sus dos sobrinos: Ludovic, quien trabaja ya en el grupo en la direcci¨®n de inversiones inmobiliarias, y St¨¦phanie, ambos hijos de su fallecida hermana, Dominique Watine-Arnault.

Asegura que su inter¨¦s por la ciudadan¨ªa belga se deb¨ªa a su voluntad de evitar una disputa familiar sobre su herencia

En realidad, el multimillonario ya ha cedido la mitad de su fortuna a sus cinco descendientes directos y lo ha hecho a precio de saldo, seg¨²n revel¨® en febrero el semanario sat¨ªrico y muy fiable Le Canard Encha?n¨¦. Lo hizo a trav¨¦s de Pilinvest, a la que ha trasladado el 90% de sus acciones. La mitad de estas acciones las ha cedido a sus cinco hijos, pero manteniendo el usufructo, es decir, los dividendos y los derechos de voto asociados. Los cuales pasar¨¢n autom¨¢ticamente a sus hijos cuando ¨¦l desaparezca.

El Ministerio de Econom¨ªa franc¨¦s regul¨® en 2005 la operaci¨®n, cuando se encontraba a su cabeza precisamente Thierry Breton. Aplic¨® una primera reducci¨®n de imposici¨®n del 50% por tratarse de una donaci¨®n manteniendo el usufructo. Adem¨¢s los herederos firmaron un pacto, previsto por una ley llamada Dutreil, en virtud del cual se compromet¨ªan a no vender sus t¨ªtulos antes de dos a?os (m¨¢s otros cuatro que asumieron como compromiso individual), lo cual implicaba una nueva reducci¨®n del 25%. As¨ª, a trav¨¦s de este entramado fiscal, bendecido por el Gobierno franc¨¦s, el magnate del lujo logr¨® hacer pasar una herencia en toda regla por una donaci¨®n, pagando por ella una imposici¨®n del 6,5% en vez del 45% correspondiente.

Pero en la mente de todos est¨¢ la sucesi¨®n empresarial, a la espera de la decisi¨®n del comit¨¦ de sabios. De momento, los dos mayores, Delphine y Antoine, siguen cada uno un camino paralelo dentro del gigantesco imperio construido por su padre: ella se centra en Dior, la marca que supuso la primera piedra del grupo, y ¨¦l, en Berluti, cuya presidencia ocupa desde diciembre de 2010. ¡°El tema no es tab¨², pero de momento no hemos evocado la cuesti¨®n de la sucesi¨®n de mi padre, porque sigue siendo joven y est¨¢ en plena forma¡±, aseguraba entonces Antoine a la revista Challenge. Los dos hermanos se comprometieron, a los 20 a?os, a entenderse en cuestiones familiares.

Aunque cultiva un perfil discreto y es conocida como trabajadora y perfeccionista, Delphine irrumpi¨® en la esfera p¨²blica a trav¨¦s de una portada en la revista Paris Match. Lo hizo con motivo de su matrimonio en 2005 con el italiano Alessandro Vallarino Gancia, heredero de un gran linaje del vino, del que se divorci¨® en 2010. A la ceremonia asistieron amigos de la familia como Nicolas Sarkozy, por aquella ¨¦poca ministro del Interior, y la entonces primera dama Bernadette Chirac, ahora en el consejo de administraci¨®n de LVMH.

A pesar de la enorme atenci¨®n medi¨¢tica de aquel enlace, digno de las grandes monarqu¨ªas ¡ªcon, por supuesto, un magn¨ªfico vestido de novia dise?ado por el entonces creativo de Christian Dior, John Galliano¡ª, la mayor y ¨²nica hija del hombre m¨¢s rico de Francia cuida desde entonces sus apariciones p¨²blicas. El pasado agosto tuvo a su primera hija, Elisa, sin exponer al p¨²blico a su pareja. Su ocio lo dedica al tenis, el pilates y a su pasi¨®n heredada del padre por el arte contempor¨¢neo.

En 2003 se convirti¨® en la primera mujer en el consejo de administraci¨®n del grupo. Volcada primero en la marca John Galliano y luego en Christian Dior, es desde 2008 el brazo derecho de Sidney Toledano, presidente de la firma, y podr¨ªa tomar su sitio cuando este, de 61 a?os, decida jubilarse. Muy implicada en todas las decisiones de la casa Dior, fue determinante en la elecci¨®n del belga Raf Simons para reemplazar a Galliano tras su estrepitosa ca¨ªda en desgracia por unas declaraciones antisemitas en un bar parisiense hace dos a?os.

M¨¢s extrovertido que su hermana mayor, Antoine es un habitual del famoseo, donde presume de novia, la modelo rusa Natalia Vodianova, con la que mantiene una relaci¨®n desde 2011, despu¨¦s de separarse de la actriz H¨¦l¨¨ne de Fougerolles. Conocido jugador de p¨®quer, dice ahora haber abandonado los torneos y limitarse a un fin de semana anual en Las Vegas. Apasionado del cine, so?aba con ser productor y cultiva, como el resto de familia, una gran pasi¨®n por el arte, en su caso, sobre todo, por la fotograf¨ªa.

El a?o pasado el grupo sum¨® 28.103 millones y posee m¨¢s de 3.000 tiendas por el mundo

Despu¨¦s de pasar por las grandes escuelas de comercio, entr¨® en el consejo de administraci¨®n de LVMH en 2005 y pronto se situ¨® a la cabeza de la comunicaci¨®n de la marca fetiche del imperio, Louis Vuitton, presidida por Yves Carcel. A ¨¦l se deben las grandes y pol¨¦micas campa?as publicitarias de la marca de los ¨²ltimos a?os, empezando por la de 2007, que retrata al ¨²ltimo presidente de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, Mija¨ªl Gorbachov, en la parte trasera de una gran berlina con un bolso de Vuitton pasando por delante de los restos del muro de Berl¨ªn. Su carrera se aceler¨® en diciembre de 2010, cuando su padre decidi¨® darle las llaves de la casa de lujo italiana Berluti, comprada por el imperio en 1994, con el objetivo de potenciar la marca.

A pesar de ser m¨¢s habitual de los eventos sociales, comparte con su hermana la educaci¨®n y modales de la burgues¨ªa discreta. ¡°Hemos sido muy bien educados por nuestros dos padres, en el respeto del trabajo y del dinero ganado¡±, explicaba en una entrevista a la revista Paris Match. ¡°Somos plenamente conscientes de ser unos ultraprivilegiados, pero hemos tenido una infancia normal¡­ Algunas personas se imaginan que voy a Nueva York o a Ibiza en avi¨®n privado, con un Rolls o un Ferrari que me espera a la salida. Es falso. No es para nada la vida que deseo, es incluso lo opuesto¡±.