La muerte lenta del chavismo
PIEDRA DE TOQUE. Al mismo tiempo que el Gobierno de Nicol¨¢s Maduro convert¨ªa el Parlamento en un aquelarre de brutalidad, la represi¨®n se amplificaba y se deten¨ªa a funcionarios por votar a la oposici¨®n
Una fiera malherida es m¨¢s peligrosa que una sana pues la rabia y la impotencia le permiten causar grandes destrozos antes de morir. Ese es el caso del chavismo, hoy, luego del tremendo rev¨¦s que padeci¨® en las elecciones del 14 de abril, en las que, pese a la desproporci¨®n de medios y al descarado favoritismo del Consejo Nacional Electoral ¡ªcuatro de cuyos cinco rectores son militantes gobiernistas convictos y confesos¡ª el heredero de Ch¨¢vez, Nicol¨¢s Maduro, perdi¨® cerca de 800 mil votos y probablemente s¨®lo pudo superar a duras penas a Henrique Capriles mediante un gigantesco fraude electoral. (La oposici¨®n ha documentado m¨¢s de 3,500 irregularidades en perjuicio suyo durante la votaci¨®n y el conteo de los votos).
Advertir que ¡°el socialismo del siglo XXI¡±, como denomin¨® el comandante Hugo Ch¨¢vez al engendro ideol¨®gico que promocion¨® su r¨¦gimen, ha comenzado a perder el apoyo popular y que la corrupci¨®n, el caos econ¨®mico, la escasez, la alt¨ªsima inflaci¨®n y el aumento de la criminalidad, van vaciando cada d¨ªa m¨¢s sus filas y engrosando las de la oposici¨®n, y, sobre todo, la evidencia de la incapacidad de Nicol¨¢s Maduro para liderar un sistema sacudido por cesuras y rivalidades internas, explica los exabruptos y el nerviosismo que en los ¨²ltimos d¨ªas ha llevado a los herederos de Ch¨¢vez a mostrar la verdadera cara del r¨¦gimen: su intolerancia, su vocaci¨®n antidemocr¨¢tica y sus inclinaciones matonescas y delincuenciales.
Diosdado Cabello celebraba que Mar¨ªa Corina Machado fuera arrastrada por los cabellos
As¨ª se explica la emboscada de la que fueron v¨ªctimas el martes 30 de abril los diputados de la oposici¨®n ¡ªmiembros de la Mesa de la Unidad Democr¨¢tica¡ª, en el curso de una sesi¨®n que presid¨ªa Diosdado Cabello, un ex militar que acompa?¨® a Ch¨¢vez en su frustrado levantamiento contra el Gobierno de Carlos Andr¨¦s P¨¦rez. El Presidente del Congreso comenz¨® por quitar el derecho de la palabra a los parlamentarios opositores si no reconoc¨ªan el fraude electoral que entroniz¨® a Maduro e hizo que les cerraran los micros. Cuando los opositores protestaron, levantando una bandera que denunciaba un ¡°Golpe al Parlamento¡±, los diputados oficialistas y sus guardaespaldas se abalanzaron a golpearlos, con manoplas y patadas que dejaron a varios de ellos, como Julio Borges y Mar¨ªa Corina Machado, con heridas y lesiones de bulto. Para evitar que quedara constancia del atropello, las c¨¢maras de la televisi¨®n oficial apuntaron oportunamente al techo de la Asamblea. Pero los tel¨¦fonos m¨®viles de muchos asistentes filmaron lo ocurrido y el mundo entero ha podido enterarse del salvajismo cometido, as¨ª como de las alegres carcajadas con que Diosdado Cabello celebraba que Mar¨ªa Corina Machado fuera arrastrada por los cabellos y molida a patadas por los valientes revolucionarios chavistas.
Dos semanas antes, yo hab¨ªa o¨ªdo a Mar¨ªa Corina hablar sobre su pa¨ªs, en la Fundaci¨®n Libertad, de Rosario, Argentina. Es uno de los discursos pol¨ªticos m¨¢s inteligentes y conmovedores que me ha tocado escuchar. Sin asomo de demagogia, con argumentos s¨®lidos y una desenvoltura admirable, describi¨® las condiciones heroicas en que la oposici¨®n venezolana se enfrentaba en esa campa?a electoral al elefanti¨¢sico oficialismo ¡ªpor cada 5 minutos de televisi¨®n de Henrique Capriles, Nicol¨¢s Maduro dispon¨ªa de 17 horas¡ª, la intimidaci¨®n sistem¨¢tica, los chantajes y violencias de que eran v¨ªctimas en todo el pa¨ªs los opositores reales o supuestos, y el estado calamitoso en que el desgobierno y la anarqu¨ªa hab¨ªan puesto a Venezuela luego de catorce a?os de estatizaciones, expropiaciones, populismo desenfrenado, colectivismo e ineptitud burocr¨¢tica. Pero en su discurso hab¨ªa tambi¨¦n esperanza, un amor contagioso a la libertad, la convicci¨®n de que, no importa cu¨¢n grandes fueran los sacrificios, la tierra de Bol¨ªvar terminar¨ªa por recuperar la democracia y la paz en un futuro muy cercano.
Todos quienes la escuchamos aquella ma?ana quedamos convencidos de que Mar¨ªa Corina Machado desempe?ar¨ªa un papel importante en el futuro de Venezuela, a menos de que la histeria que parece haberse apoderado del r¨¦gimen chavista, ahora que se siente en pleno proceso de descomposici¨®n interna y ante una impopularidad creciente, le organice un accidente, la encarcele o la haga asesinar. Y es lo que puede ocurrirle tambi¨¦n a cualquier opositor, empezando por Henrique Capriles, a quien la ministra de Asuntos Penitenciarios acaba de advertirle p¨²blicamente que ya tiene listo el calabozo donde pronto ir¨¢ a parar.
No es mera ret¨®rica: el r¨¦gimen ha comenzado a golpear a diestra y siniestra. Al mismo tiempo que el Gobierno de Maduro convert¨ªa el Parlamento en un aquelarre de brutalidad, la represi¨®n en la calle se amplificaba, con la detenci¨®n del general retirado Antonio Rivero y un grupo de oficiales no identificados acusados de conspirar, con las persecuciones a dirigentes universitarios y con expulsiones de sus puestos de trabajo de varios cientos de funcionarios p¨²blicos por el delito de haber votado por la oposici¨®n en las ¨²ltimas elecciones. Los ofuscados herederos de Ch¨¢vez no comprenden que estas medidas abusivas los delatan y en vez de frenar la p¨¦rdida de apoyos en la opini¨®n p¨²blica s¨®lo aumentar¨¢n el repudio popular hacia el Gobierno.
Da tristeza un Gobierno, cuyo jefe de Estado silba, ruge o insulta porque no sabe hablar
Tal vez con lo que est¨¢ ocurriendo en estos d¨ªas en Venezuela tomen conciencia los Gobiernos de los pa¨ªses sudamericanos (Unasur) de la ligereza que cometieron apresur¨¢ndose a legitimar las bochornosas elecciones venezolanas y yendo sus presidentes (con la excepci¨®n del de Chile) a dar con su presencia una apariencia de legalidad a la entronizaci¨®n de Nicol¨¢s Maduro a la Presidencia de la Rep¨²blica. Ya habr¨¢n comprobado que el recuento de votos a que se comprometi¨® el heredero de Ch¨¢vez para obtener su apoyo, fue una mentira flagrante pues el Consejo Nacional Electoral proclam¨® su triunfo sin efectuar la menor revisi¨®n. Y es, sin duda, lo que har¨¢ tambi¨¦n ahora con el pedido del candidato de la oposici¨®n de que se revise todo el proceso electoral impugnado, dado el sinn¨²mero de violaciones al reglamento que se cometieron durante la votaci¨®n y el conteo de las actas.
En verdad, nada de esto importa mucho, pues todo ello contribuye a acelerar el desprestigio de un r¨¦gimen que ha entrado en un proceso de debilitamiento sistem¨¢tico, algo que s¨®lo puede agravarse en el futuro inmediato, teniendo en cuenta el catastr¨®fico estado de sus finanzas, el deterioro de su econom¨ªa y el penoso espect¨¢culo que ofrecen sus principales dirigentes cada d¨ªa, empezando por Nicol¨¢s Maduro. Da tristeza el nivel intelectual de ese Gobierno, cuyo jefe de Estado silba, ruge o insulta porque no sabe hablar, cuando uno piensa que se trata del mismo pa¨ªs que dio a un R¨®mulo Gallegos, a un Arturo Uslar Pietri, a un Vicente Gerbasi y a un Juan Liscano, y, en el campo pol¨ªtico, a un Carlos Rangel o un R¨®mulo Betancourt, un Presidente que propuso a sus colegas latinoamericanos comprometerse a romper las relaciones diplom¨¢ticas y comerciales en el acto con cualquier pa¨ªs que fuera v¨ªctima de un golpe de Estado (ninguno quiso secundarlo, naturalmente).
Lo que importa es que, despu¨¦s del 14 de abril, ya se ve una luz al final del t¨²nel de la noche autoritaria que inaugur¨® el chavismo. Importantes sectores populares que hab¨ªan sido seducidos por la ret¨®rica torrencial del comandante y sus promesas mesi¨¢nicas, van aprendiendo, en la dura realidad cotidiana, lo enga?ados que estaban, la distancia creciente entre aquel sue?o ideol¨®gico y la ca¨ªda de los niveles de vida, la inflaci¨®n que recorta la capacidad de consumo de los m¨¢s pobres, el favoritismo pol¨ªtico que es una nueva forma de injusticia, la corrupci¨®n y los privilegios de la nomenclatura, y la delincuencia com¨²n que ha hecho de Caracas la ciudad m¨¢s insegura del mundo. Como nada de esto puede cambiar, sino para peor, dado el empecinamiento ideol¨®gico del Presidente Maduro, formado en las escuelas de cuadros de la Revoluci¨®n Cubana y que acaba de hacer su visita ritual a La Habana a renovar su fidelidad a la dictadura m¨¢s longeva del continente americano, asistimos a la declinaci¨®n de este par¨¦ntesis autoritario de casi tres lustros en la historia de ese maltratado pa¨ªs. S¨®lo hay que esperar que su agon¨ªa no traiga m¨¢s sufrimientos y desgracias de los muchos que han causado ya los desvar¨ªos chavistas al pueblo venezolano.
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? Mario Vargas Llosa, 2013.
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