Hay otra manera de hacer las cosas
Personas valientes de Serbia y Kosovo han elegido el camino que lleva a la paz
Al igual que en otras partes de Europa, la historia reciente de los Balcanes occidentales se ha escrito con sangre. Desde su papel en el desencadenamiento de la Primera Guerra Mundial, pasando por la ocupaci¨®n y la resistencia en la Segunda Guerra Mundial, hasta la barbarie que sigui¨® al desmembramiento de Yugoslavia, las gentes de esta regi¨®n ya han sufrido bastante.
El 19 de abril, Ivica Dacic y Hashim Thaci decidieron hacer las cosas de otra manera. Despu¨¦s de seis meses de conversaciones directas, los primeros ministros de Serbia y de Kosovo acordaron normalizar sus relaciones. Establecieron un conjunto de medidas pr¨¢cticas que deber¨¢n ayudar a sus pueblos a acabar con el miedo, reforzar la prosperidad y desempe?ar su papel como miembros de la familia europea.
No exageremos. No estamos al final del camino. Se trata m¨¢s bien de una encrucijada en el camino. Lo que ocurri¨® hace dos semanas es que dos personas valientes eligieron el camino que lleva a la paz.
Este no era el resultado que mucha gente esperaba apenas hace seis meses cuando reun¨ª por primera vez a los se?ores Thaci y Dacic en Bruselas. Nunca se hab¨ªan encontrado antes, por mucho que Belgrado y Pristina est¨¦n m¨¢s cerca que Nueva York de Washington. Yo misma distaba de ser optimista. Durante a?os, mi oficina hab¨ªa mediado en discusiones t¨¦cnicas sobre cuestiones del d¨ªa a d¨ªa tales como qu¨¦ es lo que deber¨ªa ocurrir precisamente en la frontera entre Serbia y Kosovo. Estas conversaciones hab¨ªan llegado a un punto en que se necesitaba impulso pol¨ªtico, y por suerte, ambos aceptaron que yo presidiera unas conversaciones directas.
La UE sigue atrayendo a nuevos miembros porque defiende la libertad y la democracia
En la tarde del 19 de octubre, Thaci y Dacic entraron en mi despacho. Estaban comprensiblemente nerviosos. Ninguno de ellos estaba seguro de c¨®mo se recibir¨ªan las noticias de la reuni¨®n en sus respectivos pa¨ªses. Cuando se tom¨® una ¨²nica fotograf¨ªa de los dos hombres juntos, la retir¨¦ de la c¨¢mara y guard¨¦ hasta que ambos no tuvieran objeci¨®n a que se difundiera.
La primera reuni¨®n dur¨® solo una hora y le siguieron a esta otras nueve reuniones. Fueron a veces largas ¡ªde hasta 14 horas¡ª, a menudo detalladas, a veces tensas. En diferentes momentos, invit¨¦ a viceprimeros ministros y a otros representantes de cada una de las partes a participar en las conversaciones. Sab¨ªa que no bastaba intentar que los dos primeros ministros firmasen un papel. Solo tomar¨ªa cuerpo un acuerdo si lo apoyaban amplias coaliciones tanto en Serbia como en Kosovo.
Al final, ambas partes acabaron por encontrar una base com¨²n en relaci¨®n con el nivel de autonom¨ªa del que deber¨ªan disfrutar los serbios kosovares. De regreso a Belgrado y a Pristina, su acuerdo fue acogido por todo el espectro pol¨ªtico. Mucho queda por hacer para aplicar el acuerdo sobre el terreno. Con todo, creo que es posible reflexionar sobre las cuatro grandes lecciones que hemos aprendido en los seis ¨²ltimos meses.
1. Para la obtenci¨®n de un cambio duradero, el coraje de los dirigentes fue determinante. En todo el mundo, la condici¨®n normal de la pol¨ªtica es la explotaci¨®n de l¨ªneas divisorias y el fomento de las diferencias. En los seis ¨²ltimos meses, he visto a hombres de Belgrado y de Pristina pasar de ser pol¨ªticos a ser art¨ªfices de la paz. Sab¨ªan que asum¨ªan riesgos, pero estos no los desanimaron, lo cual les honra.
2. La Europa de hoy es una realidad sin contornos n¨ªtidos. Tenemos m¨²ltiples identidades que no siempre encajan con facilidad en el concepto decimon¨®nico del Estado naci¨®n. Uno de los grandes desaf¨ªos en muchos de los litigios de hoy es ayudar a personas con identidades distintas a encontrar maneras de compartir el mismo espacio respet¨¢ndose mutuamente. As¨ª tendremos una oportunidad de obtener la aut¨¦ntica recompensa: la celebraci¨®n de nuestra gloriosa diversidad.
3. La Uni¨®n Europea puede tener una funci¨®n determinante. Es un gran experimento consistente en hacer que la diversidad obre en beneficio de todos nosotros. Sin duda tiene sus defectos. Pero globalmente funciona. Por ello los pueblos de Europa del Este quisieron incorporarse a ella. Ahora Serbia y Kosovo desean adherirse. Espero que el acuerdo de la semana pasada sea el inicio de un proceso que les permita hacerlo.
4. El poder duro ¡ªla potencia econ¨®mica y a veces la fuerza militar¡ª tiene un lugar, pero el poder blando tiene un gran papel que desempe?ar. La UE sigue atrayendo a nuevos miembros no solo porque apoya el comercio, el empleo y la inversi¨®n, sino porque defiende valores tales como la libertad y la democracia que inspiran a la gente en el mundo entero. Lo que mostraron Ivica Dacic y Hashim Thaci es que tienen el valor de imaginar un futuro mejor para sus pueblos.
Tal es por consiguiente mi esperanza (digo ¡°esperanza¡± porque no es a¨²n una certidumbre). En el ¨²ltimo siglo los Balcanes occidentales han tenido fama de ser cuna de guerras. Que sean a partir de ahora una cuna de la paz.
Catherine Ashton es Alta Representante de la UE para los Asuntos Exteriores y la Pol¨ªtica de Seguridad, y vicepresidenta de la Comisi¨®n Europea.
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