Despertar la Curiosidad

Nacemos curiosos. Los ni?os experimentan jugando, probando cosas nuevas. Y parece que de adultos frenamos nuestra curiosidad y nos disgustamos cuando las cosas no se ci?en al gui¨®n preestablecido. Los ni?os, en cambio, reinventan la historia y siguen jugando sin darle mayor importancia. Para recuperar nuestro esp¨ªritu ¡°aventurero¡± ante el error (y ante la vida) necesitamos, como primer paso, despertar nuestra curiosidad y preguntarnos: ?Qu¨¦ puedo aprender?

La curiosidad es un gran motor para nuestra felicidad, al que ¡°curiosamente¡± no se le ha prestado mucha atenci¨®n ni en el ¨¢mbito de la psicolog¨ªa ni en el mundo de las empresas. Tal vez porque nuestros padres confund¨ªan curiosidad con indiscreci¨®n ¨C?a quien no le ha dicho su madre aquello de ¡°ni?o, no seas curioso¡±? Tal vez, en el ¨¢mbito empresarial no se ha considerado una fuerza tan ¡°noble¡± como la motivaci¨®n o el compromiso. Sin embargo, est¨¢ en la base de desarrollo del talento personal y profesional. Y as¨ª tambi¨¦n lo est¨¢n demostrando las ciencias sociales. Echemos un vistazo a las conclusiones de algunas de las investigaciones para demostrar su importancia:

Martin Seligman y Chris Peterson se enfrascaron en un arduo estudio para conocer cu¨¢les eran las fortalezas que caracterizaban a los grandes hombres de la historia. Para ello, analizaron textos religiosos y filos¨®ficos de distintas culturas. Concluyeron que exist¨ªan 24 fortalezas en total y la curiosidad era una de las cinco que m¨¢s correlacionaba con la felicidad y la sensaci¨®n de plenitud.

Todd Kashdan ha dedicado varios a?os de investigaci¨®n a la curiosidad humana. En su libro recoge algunas de las ventajas de ser curiosos. Por ejemplo: la salud. En 1996 se public¨® un estudio en Psychology and Aging. Tras analizar a m¨¢s de 1.000 pacientes de entre 60 y 86 a?os durante un periodo de cinco a?os, se concluy¨® que aquellos que vivieron m¨¢s y en mejores condiciones eran quienes al principio de la investigaci¨®n se mostraron m¨¢s curiosos, m¨¢s all¨¢ de otras condiciones f¨ªsicas.

La curiosidad no funciona con mapas de partida, sino que es una br¨²jula para explorar nuevos territorios. De ah¨ª que en la medida que desarrollemos esta cualidad, seamos m¨¢s permeables al aprendizaje, incluso a la hora de conocer a otras personas, como demostr¨® Kashdan. En uno de sus estudios analiz¨® encuentros de personas de muy diferente condici¨®n. Aquellas que registraron altas dosis de curiosidad se mostraban m¨¢s seguras de s¨ª mismas y registraban menores ¨ªndices de ansiedad en comparaci¨®n con el grupo menos curioso.

Por ¨²ltimo, otra ventaja important¨ªsima de la curiosidad es la capacidad de hacernos m¨¢s flexibles mentalmente. Quien no es curioso juzgar¨¢ lo que le ocurre en base a sus par¨¢metros iniciales m¨¢s o menos r¨ªgidos. El curioso, sin embargo, ante la posibilidad de explorar algo diferente, podr¨¢ cuestionar sus propias creencias.

As¨ª pues, un buen consejo para ser felices es dar rienda suelta a nuestra curiosidad, aunque tengamos que rebelarnos contra alg¨²n que otro condicionamiento social. La buena noticia es que es una habilidad innata y que adem¨¢s, podemos entrenar. Veamos a continuaci¨®n algunas recomendaciones para lograrlo:

RECETAS

F?RMULALa curiosidad es una excelente br¨²jula para el aprendizaje y para tener una vida m¨¢s plena.

1. Haz algo diferente cada d¨ªa: Puede ser descubrir una nueva calle, un programa de software o una afici¨®n que desconoc¨ªas de una persona con la que tratas desde hace tiempo. Incl¨²yelo como pr¨¢ctica diaria y explora, ve por caminos distintos y haz preguntas diferentes a las habituales. Y antes de acostarte reflexiona sobre ello. ?Hoy has sido m¨¢s curioso?
2. Aprender y aprender: Ante un error o una posible contradicci¨®n en vez de pelearte con la realidad, reflexiona: ?qu¨¦ puedo aprender? Moviliza toda tu energ¨ªa en descubrir aquello a lo que, a priori, no hab¨ªas prestado atenci¨®n. Puede ser el punto de partida de algo realmente apasionante.
3. Mejora tu capacidad de escucha: Cuando est¨¦s con una persona conversando haz el ejercicio consciente de centrarte en escuchar m¨¢s lo que te est¨¢ diciendo y no estar tan interesado en lo que quieres decirle (que suele ser lo habitual en casi todo el mundo). Si activas la curiosidad en este punto, puedes descubrir sorpresas agradables.