Luciano Lutring, bandido arrepentido y artista
Se recicl¨® en pintor y escritor tras d¨¦cadas como atracador
Su vida se confunde con la leyenda. Una novela de cientos de atracos entre Italia y Francia, dinero, locales suntuosos, coches de lujo y mujeres; luego, un ep¨ªlogo de redenci¨®n, de segundas oportunidades, una vida que vuelve a empezar de cero. Hablamos de Luciano Lutring, El Gitano, exatracador de bancos reconvertido en pintor y escritor. Sus correr¨ªas inspiraron la pel¨ªcula Alias El Gitano (1975), de Jos¨¦ Giovanni, en la que todo un Alain Delon encarna su personaje.
Lutring era c¨¦lebre por esconder su arma en la funda de un viol¨ªn, lo que le vali¨® el apodo de El Solista de la Metralleta. Su carrera criminal termin¨® en pleno auge: un d¨ªa de octubre de 1965 result¨® herido durante un tiroteo con la polic¨ªa y fue arrestado. El presidente Georges Pompidou le indult¨® tras 12 a?os de c¨¢rcel: una decisi¨®n que, tras pocos meses en una prisi¨®n de cerca de Mil¨¢n, aval¨® su hom¨®logo italiano Giovanni Leone. Dos presidentes para un indulto. A partir de 1977, Lutring vivi¨® su segunda vida en libertad en la localidad de Arona, a orillas del Lago Mayor (norte de Italia), donde falleci¨® el pasado domingo a los 76 a?os.
Naci¨® en Mil¨¢n en 1937. Sus padres quer¨ªan que fuera m¨²sico y, de hecho, estudi¨® viol¨ªn. Pero en el Mil¨¢n de los a?os setenta el dinero empezaba a correr, las modestas condiciones econ¨®micas de su familia le quedaron estrechas y busc¨® atajos hacia la buena vida.
El primer atraco, sin embargo, fue casi por casualidad, como cuenta en su autobiograf¨ªa. Un d¨ªa fue a pagar una factura a la oficina de correos. Como el encargado de la ventanilla le pareci¨® demasiado lento y desganado, dio un pu?etazo de impaciencia en el mostrador. Aquel gesto dej¨® entrever la pistola falsa que llevaba colgando del cintur¨®n: el funcionario se asust¨® y le entreg¨® sin rechistar el dinero que ten¨ªa en la caja. Su primer arma de verdad llegar¨ªa poco despu¨¦s: una Smith & Wesson de la polic¨ªa canadiense, gracias a la cual le cay¨® el primero de sus apodos, El Americano.
A partir de ah¨ª su carrera se convirti¨® en la de un ladr¨®n caballeroso. Aunque iba directo al grano, intentaba no atemorizar a sus v¨ªctimas y suavizaba la tensi¨®n del momento con chistes en dialecto milan¨¦s. Con su pelo largo, mostacho, patillas, sonrisa perenne y la funda de viol¨ªn a la espalda, se hizo un personaje muy popular. Algunos de sus golpes fueron realmente espectaculares, como aquel de septiembre de 1963, en el que sustrajo las joyas que Bulgari hab¨ªa prestado para la gala de elecci¨®n de Miss Italia. En el curso de sus correr¨ªas, que pronto extendi¨® al otro lado de los Alpes, gan¨® ¡ªy derroch¨® a manos llenas¡ª millones. Tambi¨¦n se cas¨® con una modelo suiza a la que ayud¨® a recuperar el equipaje que previamente le hab¨ªa robado.
En la c¨¢rcel francesa muri¨® el bandido y naci¨® un artista: se convirti¨® en un voraz lector primero, despu¨¦s en pintor y escritor. La autobiograf¨ªa en la que relataba su historia de crimen y redenci¨®n tuvo cierto ¨¦xito editorial, fue traducida a varios idiomas e inspir¨® dos pel¨ªculas: Frente al amor y la muerte (1965), de Carlo Lizzani, en la que Robert Hoffmann interpretaba su papel, y diez a?os m¨¢s tarde, la cinta ya mencionada de Jos¨¦ Giovanni. Todo un personaje en s¨ª mismo, Giovanni, que goz¨® de reconocimiento como escritor y cineasta de ¨¦xito tras serle conmutada la pena de muerte por su participaci¨®n en varios asesinatos. Una vida paralela, aunque con tintes m¨¢s sombr¨ªos.
Tras su indulto, Lutring goz¨® durante m¨¢s de tres d¨¦cadas de una vida tranquila en una localidad id¨ªlica, alternando la pintura y la escritura con frecuentes apariciones en los medios de comunicaci¨®n. Y, recientemente, vendi¨® los derechos cinematogr¨¢ficos de sus dos ¨²ltimos libros de memorias.
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