La niet¨ªsima de ¡®el padrino¡¯ quiere su Oscar

?Pesa mucho el pasado familiar sobre ella?

Acabar una carrera cinematogr¨¢fica sin una nominaci¨®n a los Oscar debe de ser para los Coppola como traer a casa siete suspensos, educaci¨®n f¨ªsica incluida. Roman Coppola, por ejemplo, le ech¨® una mano a Wes Anderson con el guion de Moonrise Kingdom y acab¨® nominado este a?o. Su hermana Sofia no se llev¨® el de mejor direcci¨®n por Lost in translation, pero s¨ª el de mejor guion. El padre de ambos, Francis Ford, se llev¨® cinco con la saga de El padrino. Su hermana, Talia Shire, fue nominada en los setenta por El padrino II y Rocky. Y su sobrino Nicolas Cage gan¨® el de mejor actor por Leaving Las Vegas. Este es el tipo de alboroto trasgeneracional ba?ado en oro en el que ha acabado metida la nieta de Francis (los planetas se miden por su cercan¨ªa al Sol, y los Coppola, por su relaci¨®n con Francis) desde el d¨ªa de 2011 en que se puso a leer un libro de relatos escrito por el actor James Franco.

Pero ?pod¨ªa acabar en algo que no fuera cine?

Gia naci¨® sin padre. Su madre estaba embarazada de dos meses cuando Gian Carlo Coppola, primog¨¦nito de Francis, muri¨® en 1986 a bordo de una lancha que accident¨® el actor Griffin O¡¯Neal. Ten¨ªa 22 a?os y un buen curr¨ªculo trabajando para su padre. Cuando Gia tuvo esa edad, el percal era otro. Iba encaminada al negocio de la familia ¡ªestudiaba fotograf¨ªa en Bard, una universidad art¨ªstica de Nueva York¡ª, pero con vocaci¨®n de dejar su huella en ¨¦l. Tras la graduaci¨®n empez¨® a labrarse un nombre dirigiendo cortos surrealistas de cuidada est¨¦tica para varias marcas y revistas de moda que prolongaban, sin imitar, el estilo indie introspectivo de su t¨ªa Sofia. ¡°La moda me da igual, pero me gusta fotografiar ropa¡±, le vino a explicar a la web The Cut el a?o pasado en una de las pocas entrevistas que ha dado (se define lac¨®nica ¡°por gen¨¦tica¡±). Probablemente digan m¨¢s de ella su transitado blog y sus paseos por desfiles de moda.

?Con qui¨¦n se codea?

Entre esa experiencia y los contactos que le granjea su apellido, el gusanillo del cine tard¨® poco en picarle. Tras ver algo que se le escap¨® a la cr¨ªtica en Palo Alto, el vilipendiado compendio de relatos escritos por James Franco, ese actor que oposita a reencarnaci¨®n cool de hombre del Renacimiento decidi¨® lanzarse a su adaptaci¨®n hace dos a?os. Fich¨® al propio Franco como prota y a Emma Roberts, otra destacada sobrina (su t¨ªa es Julia). Y si le cae alg¨²n Oscar, le habr¨¢ dado a la familia m¨¢s premiada de la historia el laurel de un ¨¦xito que medra hasta la tercera generaci¨®n.