L¨¢grimas en una boda poco real

Chris O?Neill se ha ganado el favor popular con las l¨¢grimas que derram¨® poco despu¨¦s de dar el ¡°s¨ª quiero¡± a Magdalena de Suecia y los nervios que mostr¨® durante toda la ceremonia. Y es que poco se sab¨ªa del ya marido de la hija menor de los Reyes de Suecia fuera de lo que figura en su biograf¨ªa oficial que apunta a que se trata de un financiero nacido en Austria, criado en el Reino Unido y residente en Estados Unidos. Del aspecto m¨¢s personal solo ha trascendido que la pareja se conoci¨® hace dos a?os en Nueva York donde ¨¦l trabaja y a donde ella huy¨® poco despu¨¦s de descubrir que el hombre con el que se iba a casar le hab¨ªa sido infiel. Pero hace unos d¨ªas O?Neill sorprendi¨® a todos con una decisi¨®n poco com¨²n: renunci¨® al t¨ªtulo que el Rey le iba a condecer para poder seguir haciendo negocios. Y es que no quiere problemas despu¨¦s de que hace unos meses, una investigaci¨®n desvelara que O?Neill ten¨ªa domiciliadas sus empresas en para¨ªsos fiscales. La reina Silvia, la madre de la novia, ha zanjado en las ¨²ltimas horas cualquier posible duda sobre su idoneidad. ¡°Chris es el yerno con que todas so?amos¡±.

Magdalena, a diferencia de O?Neill, se mostr¨® tranquila durante la ceremonia y espectacular con un traje de Valentino, muy similar a otros realizados para otras bodas reales. "Trabajar con la princesa ha sido tan f¨¢cil", dijo el dise?ador "Ella es una chica muy bonita, moderna, divertida, llena de energ¨ªa y entusiasmo. Es tan hermosa! Ha sido un placer y un honor ".

El protocolo fue esta vez menos encorsetado y permiti¨® que un cantante interpretar¨¢ The first time ever I sawyour face (La primera vez que vi tu rostro), una de las canciones preferidas de la pareja. Y es que la boda de ayer en Estocolmo fue una ceremonia privada pero, eso s¨ª, alimentada por muchos representantes de las casas reales. Entre los ausentes, los pr¨ªncipes de Asturias que declinaron la invitaci¨®n.Quien s¨ª estuvo fue Charlene de M¨®naco, empe?ada en acallar rumores tras su ausencia de la ceremonia de entronizaci¨®n de Guillermo de Holanda hace un mes. Tambi¨¦n acudi¨® Sof¨ªa Hellqvist, la pol¨¦mica novia de Carlos Felipe de Suecia, el ¨²nico hijo var¨®n de los Reyes de Suecia, que ocup¨® un discreto lugar en la ceremonia. La pareja, que ya vive junta, ha mostrado su deseo de casarse pero para ello tiene que lograr la autorizaci¨®n paterna. El Rey no ve con buenos ojos que su hijo contraiga matrimonio con una joven que en el pasado fue estrella de un reality y actriz er¨®tica. Ellos son un buen ejemplo de que los pr¨ªncipes ya no se casan con princesas y que la monarqu¨ªa del siglo XXI ha cambiado.

Tras la ceremonia, los novios recorrieron Estocolmo para ser vitoreados por miles de personas que todav¨ªa ven en estas ceremonias algo parecido a un cuento de hadas. Ilusiones pasajeras que contrastan con este tiempo de crisis,