?No era Apple una maligna empresa imperialista, Peng Liyuan?
La primera dama china pone en riesgo su buena fama al aparecer con un iPhone en M¨¦xico El Partido Comunista lidera una campa?a de desprestigio contra la firma estadounidense Muchos se muestran preocupados por la trama de espionaje PRISM
Ha bastado una sola fotograf¨ªa para matar el brillo de Peng Liyuan. La primera dama de China, que con su apariencia amable y el carisma propio de una afamada cantante folcl¨®rica ha acaparado toda la atenci¨®n durante los viajes oficiales del presidente Xi Jinping en el extranjero, ha demostrado tambi¨¦n que el patriotismo chino es algo que no se puede descuidar ni un segundo. Porque la instant¨¢nea que le ha granjeado inusuales cr¨ªticas habr¨ªa pasado desapercibida en cualquier otro pa¨ªs, pero el gigante asi¨¢tico tiene sus propias normas.
En teor¨ªa, nada llama la atenci¨®n en la imagen: acompa?ada de su marido y discretamente vestida, Peng toma una fotograf¨ªa con su m¨®vil mientras visita las ruinas de Chich¨¦n Itz¨¢, en M¨¦xico, donde ya la conocen como la Michelle Obama de China. No hay ning¨²n elemento fuera de lugar. Pero los internautas chinos no tardan en fijarse en un detalle: el aparato con el que la primera dama inmortaliza el lugar es un iPhone 5.
¡°?No hab¨ªamos quedado en que Apple es una maligna empresa imperialista?¡±, ironiza un usuario de Weibo, el equivalente en China a Twitter. Como muchos de los otros que se han fijado en el logotipo de la manzana mordida, se refer¨ªa a la campa?a de desprestigio que hace unos meses lanzaron contra Apple los principales medios de comunicaci¨®n estatales, incluidos la cadena de televisi¨®n CCTV y El Diario del Pueblo.
Ambos, dependientes directamente del Partido Comunista, en cuyas filas milita Peng, tacharon al gigante tecnol¨®gico de Cupertino de hacer gala de una ¡°arrogancia sin parang¨®n¡±. Todo porque la garant¨ªa que Apple ofrec¨ªa a sus clientes chinos ten¨ªa menor cobertura que la del resto de mercados. El propio consejero delegado de la empresa, Tim Cook, se disculp¨® p¨²blicamente, la prensa china acept¨® su ¡®mea culpa¡¯, y parec¨ªa que la disputa estaba ya zanjada. Pero Peng la ha vuelto a poner de actualidad. ¡°?Por qu¨¦ no utiliza un tel¨¦fono chino como hace con la ropa que viste?¡±, se preguntan muchos en el ciberespacio.
No en vano, Peng provoc¨® una cerrada ovaci¨®n en la Red al desfilar con diferentes creaciones de la marca local Exception de Mixmind en su primera gira por el extranjero, un hecho que dispar¨® el inter¨¦s por los dise?adores chinos. ¡°Peng refleja los valores y las creencias de la naci¨®n china¡±, sentenci¨® la dise?adora Ma Ke. Y no faltan quienes creen que deber¨ªa seguir demostr¨¢ndolo y dar un empuj¨®n a los fabricantes chinos de smartphones. Sobre todo porque algunos de ellos, sobre todo Huawei y ZTE, ya compiten a nivel global y est¨¢n entre las cinco marcas m¨¢s vendidas del mundo. ¡°Que la primera dama de China utilice uno de sus modelos podr¨ªa abrirles camino a nuestras empresas¡±, apostillaba hoy otro internauta.
Los menos nacionalistas, sin embargo, muestran su preocupaci¨®n por otro tema que tambi¨¦n est¨¢ en primera plana: la seguridad. ¡°Ahora que se ha demostrado que Apple est¨¢ involucrada en la red de espionaje PRISM, ?c¨®mo de seguro es que la mujer del presidente tenga uno de sus terminales?¡±, preguntaba ayer en Weibo un joven apellidado Yi. ¡°Me preocupa que puedan seguir sus movimientos por GPS¡±, le respond¨ªa uno de sus seguidores. L¨®gicamente, no ha habido ninguna reacci¨®n oficial a esta curiosa tormenta cibern¨¦tica, pero es evidente que el escrutinio al que est¨¢n sometidos los l¨ªderes chinos es cada vez mayor.
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