Guardiola, la estrella del sur
Un meridional capaz de hablar alem¨¢n en seis meses destruye muchos t¨®picos
Cuando hace un a?o Josep Guardiola anunci¨® que dejaba de ser entrenador del F¨²tbol Club Barcelona, muchos pensaron que se iba porque ya no soportaba la brutal presi¨®n ambiental creada en torno a la rivalidad entre el Bar?a y el Real Madrid. Otros creyeron que, h¨¢bil y calculador, prefer¨ªa dejar el club cuando este se encontraba en lo alto de la ola, porque, tras haberlo situado en las m¨¢ximas cotas de ¨¦xito ¡ª14 t¨ªtulos sobre 19 en cuatro a?os¡ª ya solo pod¨ªa retroceder.
Lo que Guardiola dijo es que se iba porque necesitaba un periodo de descompresi¨®n. Y parece que lo ha logrado porque la vuelta ha sido para asumir un reto igual o mayor que el de quedarse en el Bar?a: entrenar el Bayern M¨²nich. La presi¨®n ser¨¢ m¨¢xima puesto que su nuevo club aspira a ser el mejor equipo del mundo, y no es que lo tenga todo por hacer: acaba de ganar un triplete ¡ªCopa, Liga y Champions¡ª muy dif¨ªcil de superar. As¨ª que solo cabe concluir que a Pep Guardiola lo que le va es la marcha y poder demostrar una vez m¨¢s su capacidad de liderazgo. El lunes, lleg¨® a M¨²nich, habl¨® y, por lo que se ha visto en las cr¨®nicas, encandil¨®. Los 200 periodistas que le esperaban en la sala de prensa acreditan el inter¨¦s que despertaba.
No defraud¨®. La prensa hab¨ªa especulado con que dir¨ªa algo en alem¨¢n, pero nadie esperaba que hablara ¡°un alem¨¢n perfecto¡± ¡ªquiz¨¢ hay en esta calificaci¨®n cari?o por anticipado y palmadas por el esfuerzo¡ª despu¨¦s de haberlo estudiado ?seis meses! Un m¨¦rito muy valorado en Alemania, en todo caso.
As¨ª es como, paradojas de la vida, y mal que les pese a los independentistas que pueda haber en el Bar?a, el club de pertenencia emocional de Guardiola, Pep se ha convertido en uno de los activos deportivos de la Marca Espa?a.
En todo caso, es de agradecer que el estilo elegante y moderno de Guardiola, su inteligencia y su humildad, adem¨¢s de sus dotes pol¨ªglotas, encandilaran a los alemanes. Con un poco de suerte, la nueva ¡°estrella¡± meridional conseguir¨¢ cambiar el t¨®pico sobre ese sur que se ve indolente y pasivo y del que algunos alemanes podr¨ªan sospechar que se aprovecha desvergonzadamente de las subvenciones y ayudas del norte.
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