El pueblo brasile?o

¡°El pueblo unido (¡­)¡±. Guiados por este grito de guerra, la juventud setentista se enfrent¨® en Am¨¦rica Latina a las dictaduras. El resultado es conocido. Represi¨®n y miles de muertos. La democracia volver¨¢ al continente en los ochenta, pero habr¨¢ que esperar dos d¨¦cadas para que este proceso abortado por los militares renazca de la mano de Lula, Morales, Kirchner, Ch¨¢vez. En estos d¨ªas, el pueblo brasile?o ha salido a la calle. El motivo: el aumento del transporte p¨²blico. Frente al clamor popular, el Gobierno dio marcha atr¨¢s. Sin embargo, lejos de desaparecer, el movimiento gan¨® en fuerza. Es que en Am¨¦rica Latina hay demasiadas materias pendientes: corrupci¨®n, desigualdad social, violencia, manipulaci¨®n de los medios y de la justicia.

Estas movilizaciones populares tienen siempre, como el carnaval, algo de festivo y de tr¨¢gico y de sagrado. Lo interesante aqu¨ª es que el pueblo, tan criticado por Tarde y por Freud, infantilizado por una serie de Gobiernos carism¨¢ticos y populistas exige hoy horizontalidad y transparencia. Y todo esto sin dejarse manipular por las ideolog¨ªas. Es inevitable no ver en esta efervescencia dionis¨ªaca algo saludable, un signo de madurez, un primer paso en la construcci¨®n de una nueva sociedad.¡ª Fernando Stefanich.