Destrozando mitos: el puente sobre el r¨ªo Kwai
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Me explico. Acabo de estar por segunda vez en mi vida en el puente sobre el r¨ªo Kwai, en Tailandia. Es el famoso puente que dio origen a la novela del franc¨¦s Pierre Boulle, que a su vez inspirar¨ªa m¨¢s tarde la pel¨ªcula de David Lean que todos conocemos y cuyo silbidito se ha convertido en una de las bandas sonoras m¨¢s tarareadas de la historia.
La primera vez que vine al r¨ªo Kwai fue hace cinco a?os y aunque desde el punto de vista arquitect¨®nico el puente no es nada del otro jueves, el lugar me impresion¨®. Ser¨ªa por la soledad que lo envolv¨ªa, por los cementerios memoriales levantados en los alrededores en honor de los 16.000 prisioneros aliados que murieron en la construcci¨®n de esta l¨ªnea f¨¦rrea entre Tailandia y Birmania -obligados por su captores japoneses a trabajar en condiciones infrahumanas- o por el envoltorio hist¨®rico-cinematogr¨¢fico que le rodea. Recordaba el puente en medio de la parsimoniosa soledad del r¨ªo y de la selva aleda?a.
Bueno, pues acabo de estar otra vez en el r¨ªo Kwai acompa?ando a un grupo de viajeros organizado desde Cadena Ser Viajes y ¡°mi puente¡± me lo hab¨ªan cambiado. O al menos ya no era como yo lo recordaba: no estaba en medio de la selva, sino pegado al ajetreo de una ciudad como Kanchanaburi; hab¨ªa cientos de personas (forasteros y locales) paseando por encima y fotografi¨¢ndose en cualquier rinc¨®n; las riberas del r¨ªo estaban pobladas por docenas de restaurantes flotantes de los que sal¨ªa el ruido atronador de los karaokes y los pilares los hab¨ªan iluminado con unas luces horteras de discoteca que cambiaban de color.
?El mito se me cay¨® al suelo!
Vale que cuando estuve la primera vez era por la ma?ana temprano y que esta segunda visita coincidi¨® con el atardecer de un s¨¢bado. Vale que Kanchanaburi es una zona de recreo para los habitantes de Bangkok, que vienen por cientos los fines de semana en busca de sus restaurantes y discotecas a la orilla del r¨ªo. Y vale que han pasado cinco a?os.
?Pero que mal sienta que la realidad te destroze un mito! Los lugares felices que alojamos en nuestra memoria son la suma de factores puntuales y aleatorios que confluyeron en ese momento concreto de tiempo-espacio. Y nadie puede garantizarte que si vuelves a ellos, esos factores se al¨ªen de la misma manera. Es m¨¢s, casi seguro que no lo har¨¢n.
Ya lo dec¨ªa Sabina: "Al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver".
PD: no obstante, nos sentamos todo el grupo a la vera del puente, en una terraza, disfrutando de unas cervecitas mientras la tarde ca¨ªa sobre el r¨ªo Kwai y vivimos un momento delicioso. ?Quienes me conocen bien saben que jam¨¢s dejar¨ªa que un chasco as¨ª me estropeara una buena cerveza bien fr¨ªa en un buen atardecer, aunque sea al lado de un ex¨Cmito.
En Kanchanaburi tuve ocasi¨®n tambi¨¦n de entrar a un monasterio budista. Los monjes suelen ser muy amables y te dejan hacer fotos por donde queiras. En un rinc¨®n encontr¨¦ a este peque?o monje con su tutor, envueltos en una luz especial.
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