V¨ªctimas, verdad, medidas

En su comparecencia de ayer ante la Comisi¨®n de Fomento del Congreso, la ministra Ana Pastor ofreci¨® explicaciones sobre lo que ya se sabe con cierto grado de certeza respecto al accidente ferroviario del pasado d¨ªa 24 en las inmediaciones de Santiago de Compostela, en el que perdieron la vida 79 viajeros y muchos m¨¢s resultaron heridos. La ministra se comprometi¨® a prestar toda la asistencia necesaria a todas las v¨ªctimas, para lo que se crear¨¢ una oficina de atenci¨®n que, entre otras funciones, prestar¨¢ asistencia jur¨ªdica con vistas a posibles reclamaciones.

Tambi¨¦n se comprometi¨® a hacer lo necesario para que se conozca la verdad sobre las causas del siniestro. La l¨®gica ansiedad con que la opini¨®n p¨²blica vive cat¨¢strofes de este tipo determin¨® la reclamaci¨®n inmediata de explicaciones sobre esas causas; sin embargo, suele ser m¨¢s sensato no adelantar, y sobre todo no oficializar desde instancias pol¨ªticas, versiones no suficientemente contrastadas como las que, en este caso, se hac¨ªan derivar de la difusi¨®n de comentarios del maquinista por Facebook, o de las informaciones sobre una llamada inoportuna desde la direcci¨®n de Renfe, antes de saberse por la caja negra que hab¨ªa sido del revisor del tren.

Ahora puede darse por hecho que, efectivamente, la causa principal fue un fallo humano del conductor, un despiste favorecido por esa llamada en el peor momento; pero quedan inc¨®gnitas a resolver que son objeto de investigaci¨®n judicial, y tambi¨¦n interna (por la Comisi¨®n de Accidentes Ferroviarios), y lo ser¨¢ por una subcomisi¨®n parlamentaria de estudios de seguridad ferroviaria propuesta ayer por la oposici¨®n y a la que se mostr¨® receptiva Ana Pastor.

El accidente no se habr¨ªa producido sin la distracci¨®n del maquinista, o sin la llamada del revisor en ese preciso momento, o si hubiera habido un segundo conductor en la cabina. Pero ha ocurrido, lo que significa que era posible que se dieran esas circunstancias. La ministra enumer¨® hasta 20 medidas inspiradas en este accidente, desde normas sobre el uso de m¨®viles en la cabina hasta la ubicaci¨®n de los equipajes en los vagones o las revisiones m¨¦dicas del personal. Est¨¢ bien que se concrete, aunque de cualquier otro accidente podr¨ªan derivarse medidas diferentes y pertinentes.

Lo esencial es que se ha evidenciado que uno o varios peque?os errores pueden producir una cat¨¢strofe, luego hay que contar con un sistema de seguridad capaz de corregir el error humano (o al menos de aminorar sus efectos, dado que la seguridad total es imposible). La principal iniciativa planteada por Fomento tras el accidente es la de instalar sistemas de frenado autom¨¢tico en los tramos de mayor riesgo, como sin duda lo era una pronunciada curva tras muchos kil¨®metros en l¨ªnea recta que permit¨ªan alcanzar altas velocidades. Porque cuando existe un sistema casi totalmente automatizado, pero no del todo operativo en determinados tramos, se favorece el descuido humano.