Artistas de la palada acu¨¢tica
Los famosos popularizan el 'paddleboarding', remo a pie sobre una tabla de surf El deporte, con ra¨ªces antiguas, naci¨® en Hawai
Pocos deportes se inventan ya. Apenas quedan variantes. Incluso muchos de los que surgieron en los tiempos modernos solo fueron copias actualizadas de la historia profunda. Otra cosa es que su pr¨¢ctica tuviera los mismos fines. Pero casi todos vinieron de la necesidad, del movimiento, y acabaron en el gran abanico que va desde lo l¨²dico a lo m¨¢s profesional, entre la pureza y la salud hasta la trampa o incluso la tragedia.
Bastantes modalidades simplemente se adaptan. Es el caso del paddleboarding o remar de pie con una pala larga en una tabla algo mayor que la del surf. De ah¨ª sus siglas, SUP, Stand Up Paddleboarding. No hace muchos a?os hizo furor frente al squash y el tenis el castellanizado p¨¢del, paddle, en su origen, con significado de raqueta. Ahora es el paddle acu¨¢tico, la gran moda mundial, aunque en Hawai, donde empez¨®, y en el resto de Estados Unidos, ya lleva bastantes a?os de ventaja. En la Polinesia del norte comenz¨® a desgajarse del surf, el Ku Hoe He'e Nalu. Pero estos ¨²ltimos veranos son las celebrities las que se han dedicado a ponerlo de moda. Leonardo di Caprio y la que entonces era su novia, Bar Refaeli, lo popularizaron hace unos a?os. Ahora, Eva Longoria y Ben Stiller son grandes aficionados. Esta temporada se les ha unido la famosa cantante de country Taylor Swift, a quien se ha visto practicando el deporte con bastante maestr¨ªa en Rhode Island.
El rugby naci¨® en el pueblo ingl¨¦s del mismo nombre cuando el estudiante de teolog¨ªa William Webb Ellis, durante un partido de f¨²tbol, cogi¨® el bal¨®n con las manos en un arranque ins¨®lito y corri¨® hasta la porter¨ªa contraria en lugar de llevarlo con los pies. El paddleboarding no se puede decir que haya tenido un pionero concreto, pero hasta pudo haber sido Duke Kahamanoku, el legendario campe¨®n ol¨ªmpico de nataci¨®n y s¨ª fundador moderno del surf ancestral polin¨¦sico a principios del siglo pasado. Ya era muy mayor cuando los Beach Boys, no los cantantes, sino los instructores en la famosa playa de Waikiki usaban remos para desplazarse y se pon¨ªan de pie para observar mejor la llegada de las olas. Algunos siguieron ya como ejercicio y otros como entrenamiento los d¨ªas sin olas. A un californiano, Thomas Edward Blake, se le puede adjudicar la primera construcci¨®n y perfeccionamiento de las tablas ad hoc.
El paddleboarding puede hacerse en condiciones dif¨ªciles de mar y con oleaje, pero no naci¨® con ese fin. La moda m¨¢s elemental lo ha llevado a ser una especie de esqu¨ª de fondo frente al esqu¨ª alpino que ser¨ªa el surf. El equilibrio inicial para mantenerse erguido sobre la tabla ya requiere su esfuerzo y habilidad, pero muchos lo superan. Mantenerse despu¨¦s largo tiempo en esa posici¨®n no es precisamente lo mismo que remar o palear en una piragua. En la canoa canadiense ol¨ªmpica, que tambi¨¦n usa una sola pala, por babor o estribor, ya se ha visto que David Cal va semiarrodillado. Y en todas las piraguas polin¨¦sicas o asi¨¢ticas, muchas como catamaranes, tambi¨¦n se palea por un lado, pero sentado.
El gran ¨¦xito del paddleboarding es su simplicidad. Es casi una forma de caminar sobre el agua. Se ejercita el tren superior, pero tambi¨¦n los m¨²sculos inferiores en continua tensi¨®n. La posibilidad de sentarse o tumbarse para descansar siempre existe, pero la clave es encontrar los d¨ªas adecuados de agua y viento para no convertir, como suele suceder en muchos deportes acu¨¢ticos, el placer en un horror. El consejo de no hacerlo en solitario para prevenir cualquier percance es obligado.
Este surf con pala, autorizado para mucho m¨¢s p¨²blico, empez¨® como ayudante, sin vocaci¨®n competitiva alguna, pero era inevitable que existan campeonatos de todo tipo, en distintas condiciones de agua, o retos personales sobre distancias.
En Hawai ya llevan muchos a?os de competiciones entre las distintas islas del archipi¨¦lago. Y siempre hay r¨¦cords, como el que acaba de imponer el estadounidense Benjamin Friberg al navegar en 28 horas entre la Marina Hemingway de La Habana hasta el Key West (o Cayo Hueso, en cubano) del mismo Ernest. A seis kil¨®metros por hora los 170 kil¨®metros, 105 millas, m¨¢s de las 90 tradicionales, la l¨ªnea m¨¢s corta que bajar¨ªa desde Key West hasta un punto de la costa de la isla entre Santa Cruz del Norte y Matanzas, pero siempre al este de La Habana, ya cerca de Varadero. Friberg, m¨²sico de jazz y amante de los deportes extremos, ya hab¨ªa hecho largas traves¨ªas por la costa del Pac¨ªfico canadiense, pero en Cuba, acostumbrados a las salidas de balseros en los artilugios m¨¢s raros, no hab¨ªan visto nunca algo as¨ª. Hasta han fracasado todas las nadadoras que lo han intentado. Pero tanto ellas, como Friberg, iban acompa?adas de embarcaciones de apoyo. Muy diferente a los balseros.
Al paddleboarding se le pueden encontrar tambi¨¦n precursores en los caballitos de totora, las embarcaciones hechas con juncos, t¨ªpicas de la costa peruana y de los lagos tambi¨¦n bolivianos, como el Titicaca, en las que los indios, desde hace 3.000 a?os, reman de rodillas, o sentados. Pero raras veces de pie como s¨ª lo hicieron desde el siglo XIII hasta los a?os 30 del siglo XX los almadieros en los r¨ªos navarros, los nabateros en los aragoneses y los raiers en los catalanes. Con timones como remos, un esfuerzo no menos grande entre r¨¢pidos y rocas. Nuestra Polinesia en los Pirineos. Se ergu¨ªan con esfuerzo en las balsas formadas con los mismos troncos que transportaban hasta las serrer¨ªas corriente abajo. Era la mejor opci¨®n para llevarlos hasta que la construcci¨®n de presas lo impidi¨® y empez¨® el transporte por carretera.
Las almad¨ªas, nabatas o rais (rayos, por la velocidad que alcanzaban), eran las viejas tablas de ese antiguo paddleboarding. Como el rafting tambi¨¦n actual, pero de pie, la gran diferencia. Ahora sigue la tradici¨®n en las fiestas. No se ha perdido del todo. El exministro Josep Borrell lleg¨® a ser protagonista en su momento. Son otros tiempos. La mayor¨ªa de celebridades del momento, desde artistas hasta deportistas, y tantos aficionados de ocasi¨®n, no saben que son los almadieros, nabateros y raiers de la modernidad.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.