Los Asad ocultan la atrocidad de la guerra para blanquear su imagen
El gobierno de Siria abre una cuenta en Instagram, que los internautas repudian
La apertura al mundo que suponen las redes sociales se est¨¢ volviendo en contra de los Asad. En un intento por mejorar su imagen p¨²blica y amplificar su propaganda, la presidencia siria abri¨® el pasado 24 de julio una cuenta en Instagram, la red fotogr¨¢fica m¨¢s conocida de la telefon¨ªa inteligente e Internet, con m¨¢s de 200 millones de usuarios. Pero lo que ense?an Bachar y su esposa Asma en el perfil titulado syrianpresidency es demasiado edulcorado, si se toma en cuenta que su pa¨ªs vive una guerra que supera ya los 100.000 muertos. Por eso, las instant¨¢neas de Asma cocinando una cena de Ramad¨¢n en un centro de hu¨¦rfanos, abrazando a una viuda o presidiendo una fiesta de boy scouts le han valido una lluvia de cr¨ªticas. Tanto a ella como a su marido, que aparece siempre sonriente visitando soldados cansados o concentrado en la oraci¨®n.
A ¨¦l lo llaman ¡°carnicero¡±, ¡°monstruo¡± y ¡°vil asesino en serie¡±. A ella, en tanto, le reservan denonimaciones del estilo de ¡°demonio¡±, ¡°arp¨ªa venenosa¡± o ¡°enferma criminal¡±. Son muchos menos los que los aplauden y los ven como ¡°combatientes del terrorismo¡± o ¡°almas bellas¡±. Los comentarios ajenos se pueden borrar f¨¢cilmente en las cuentas de Instagram, pero por ahora los gestores del perfil del gobierno sirio no lo est¨¢n haciendo. Conforme m¨¢s se conoce este nuevo escaparate, que ya supera los 33.000 seguidores y tiene 127 im¨¢genes colgadas, mayor es el boicot.
Los comentarios proceden no solo de sirios contrarios al r¨¦gimen, sino de miembros de la red social de todo el mundo. Una usuaria estadounidense dice, por ejemplo: ¡°Me encanta tu ropa de dise?o y tus zapatos #asmaalassad, pagados con la sangre de tu pueblo (¡). En serio, haces que Mar¨ªa Antonieta parezca un ¨¢ngel en comparaci¨®n contigo¡±. La afici¨®n de la llamada rosa del desierto, criada en Reino Unido, por la ropa cara y elegante, es uno de los principales objetos de censura por parte de los internautas, aunque en las galer¨ªas que est¨¢ colgando la oficina de su marido aparece, sobre todo, con vaqueros y camisetas.
El sarcasmo tambi¨¦n la persigue porque sus fotograf¨ªas son las que muestran una Siria menos real, de sonrisas y estabilidad y protecci¨®n, mientras Bachar se reserva el papel de l¨ªder militar y religioso. Si Asma consuela a un ni?o herido, los usuarios le dicen: ¡°No le gusta que derrame l¨¢grimas, quiere que derrame sangre¡±. Si entrega una beca a una universitaria, le contestan: ¡°Qu¨¦ enternecedor. Tus fuerzas bombardearon la Universidad de Alepo¡±. Si le regala a una ni?a hu¨¦rfana un baby habibi, el equivalente local al nenuco, le replican: ¡°Eh, siento la muerte de tus padres, pero seguro que esta mu?eca har¨¢ que todo vaya mejor. Puede ser tu nueva mam¨¢¡±.
El Departamento de Estado estadounidense ha calificado de ¡°repulsiva¡± la cuenta y dice que es ¡°despreciable¡± su intento de hacer relaciones p¨²blicas en medio de la tragedia. No hay im¨¢genes duras ni cuando se visitan hospitales. Todo es blanco y positivo. La ¨²ltima foto subida ayer mostraba a un Bachar el Asad casi imberbe, con 17 a?os, haciendo sus deberes como un chico aplicado. Una imagen de 1982 para la que no hac¨ªa falta filtro alguno de Instagram. De hecho, sus asesores no los han empleado para embellecer ni una sola imagen. Cada una de las fotos colgadas tiene una media de 900 ¡°me gusta¡± y unos 60 comentarios, algunos de ellos aut¨¦nticos an¨¢lisis pol¨ªticos. Hay usuarios fieles, tambi¨¦n, que repiten en cada toma: ¡°Dios os bendiga¡±, ¡°os queremos¡± o ¡°vamos a ganar esta guerra¡±.
Con cr¨ªticas incluidas, Instagram sirve hoy para pulsar la agenda de la presidencia, cuando tanto Asma como Bachar se dejan ver muy t¨ªmidamente. Una reuni¨®n con destacados m¨¦dicos, el d¨ªa 13, fue el ¨²ltimo evento p¨²blico de Asad, y un acto con ni?os en un parque, el 11, el ¨²ltimo de su esposa.
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