Lucha de clases
El juicio contra Bo Xilai culmina un secreto combate por el poder en la c¨²pula del PC
As¨ª se resuelven los combates pol¨ªticos en China. Bo Xilai pudo ser el quinto sucesor de Mao Zedong y ahora se defiende con u?as y dientes de las acusaciones de corrupci¨®n, abuso de poder y aceptaci¨®n de sobornos. Se supo de la ca¨ªda en desgracia de este pr¨ªncipe rojo en marzo de 2012, en el tramo final del relevo del poder entre Hu Jintao, el anterior presidente, y el actual Xi Jinping, otro hijo de la aristocracia comunista fundadora de la Rep¨²blica Popular China. En el momento en que se destap¨® el esc¨¢ndalo, Bo aspiraba a una silla en el Comit¨¦ Permanente del Politbur¨® comunista, siete puestos en la actualidad, de donde salen el presidente y el primer ministro.
Bo Xilai era hasta hace poco m¨¢s de un a?o quien encarnaba el llamado modelo Chongqing, que sigue teniendo muchos partidarios. El nombre corresponde al de la impresionante ciudad de m¨¢s 30 millones de habitantes que ha crecido muy en el interior de China, como una de las cinco metr¨®polis especiales en la que se ha experimentado el desarrollo urbano en un entorno rural. Como alcalde de la ciudad le gustaba utilizar los colores y el folclore de los c¨¢nticos y consignas mao¨ªstas, que expresaban la orientaci¨®n de sus pol¨ªticas de mayor intervenci¨®n del Estado y de bienestar social: un izquierdismo de formas que en China es conservadurismo de fondo.
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Su responsabilidad en el culebr¨®n criminal en el que particip¨® su esposa, Gu Kailai, no ofrec¨ªa dudas sobre el destino al menos carcelario que le esperaba. Con las piezas del sangriento vodevil ¡ªun asesinato, sobornos, fuga de capitales, una villa en la Costa Azul, coches caros y un hijo que estudia en Oxford y Harvard¡ª queda en evidencia el tren de vida de los dirigentes comunistas. Tambi¨¦n ejemplifica c¨®mo se desarrollan los combates por el poder y de qu¨¦ manera se resuelven las pugnas entre dos orientaciones enfrentadas, una m¨¢s capitalista y otra m¨¢s comunista, justo en v¨ªsperas del congreso del que ha salido la quinta generaci¨®n de l¨ªderes de la dinast¨ªa mao¨ªsta.
No es casualidad que en el mismo momento en que los jueces atienden sumariamente a unas acusaciones que han sido previamente cocinadas en la temible comisi¨®n de disciplina del PCCh, el presidente Xi Jinping haya empezado a desplegar una ret¨®rica pol¨ªtica y una idea del liderazgo personal muy pr¨®ximas a las del izquierdismo mao¨ªsta del que hizo bandera Bo Xilai. Es todo un cl¨¢sico la jugada de eliminar primero al rival y quedarse luego con su programa y sus ideas.
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