?Basta de ocurrencias!

La situaci¨®n de desafecci¨®n de la ciudadan¨ªa hacia los partidos puede generar un colapso de la vida p¨²blica de este pa¨ªs, algo que se intenta combatir con continuas ocurrencias legislativas que, en el mejor de los casos, derivan en una nueva ley que en un acto creencial pr¨®ximo a la fe religiosa promete, esta vez s¨ª, la soluci¨®n a todos nuestros males. El debate deber¨ªa girar no tanto sobre la conveniencia en crear un nuevo texto legal sobre un problema antiguo, sino m¨¢s bien preguntarse por qu¨¦ las leyes no se cumplen. Hay dos ejemplos paradigm¨¢ticos sobre esto: la ley de la ¡°Memoria Hist¨®rica¡± y la de ¡°Financiaci¨®n de los Partidos Pol¨ªticos¡±.

En la primera, ?por qu¨¦ instituciones tan relevantes como el Ayuntamiento de Madrid o el Ministerio de Defensa se empe?an en seguir manteniendo nombres de calles y s¨ªmbolos franquistas claramente prohibidos por la ley? En el caso de la segunda, ?qu¨¦ m¨¢s se necesita legalmente para erradicar las pr¨¢cticas corruptas y de financiaci¨®n ilegal por donaciones, dinero negro, etc¨¦tera, todas ya prohibidas y perseguidas por ley? Al final siempre priman las ocurrencias por encima de la reflexi¨®n serena. Un pa¨ªs no es m¨¢s justo, ni m¨¢s pr¨®spero, ni m¨¢s moderno, por producir muchas leyes, sino por tener la suficiente autoridad moral y democr¨¢tica para hacer cumplir las existentes.¡ª Horacio Torvisco Pulido.