Concienciaci¨®n medioambiental

Durante la infancia y buena parte de mi adolescencia, muchas de las botellas de vidrio destinadas a la distribuci¨®n de refrescos, vinos o cervezas eran retornables. El consumidor obten¨ªa la devoluci¨®n del importe correspondiente al envase cuando era devuelto para su posterior reutilizaci¨®n. Las familias sol¨ªan disponer de cestas y bolsas con los que acud¨ªan a realizar la compra de comestibles y otros productos de consumo cotidiano, pues no era costumbre que las tiendas y economatos dispensaran bolsas desechables. Con la colonizaci¨®n del supuesto confort y progreso, aquellas pr¨¢cticas quedaron desfasadas, siendo lo moderno y ventajoso tirar el vidrio a la basura e inundar el entorno de pl¨¢stico.

Pasadas tres d¨¦cadas, lo que se vendi¨® e implant¨® como novedoso y fascinante parece haberse demostrado perjudicial e insostenible. ?Cu¨¢ntas personas fueron tildadas de trasnochadas por poner en duda conductas que ahora son puestas como ejemplo de sensibilidad y concienciaci¨®n medioambiental! Y, respecto al bienestar general, ?cu¨¢nto tiempo y sufrimiento ser¨¢ necesario para que la sociedad corrija las pol¨ªticas predominantes de ambici¨®n, desigualdad e infelicidad social? En su d¨ªa, Nelson Mandela fue se?alado como un antisistema.¡ª Alejandro Prieto Orviz.