Los m¨¢s s¨®rdidos secretos sexuales de Calvin Klein salen a la luz
Se filtra a la prensa un adelanto de las supuestas memorias del exnovio del modisto Nick Gruber es un actor porno medio siglo menor que el c¨¦lebre dise?ador
Ninguno de los provocativos anuncios de la firma de moda de Calvin Klein ha resultado ser tan controvertido y escandaloso como el adelanto de las frustradas memorias de su examante. El tabloide The New York Post ha publicado un texto supuestamente escrito por Nick Gruber, expareja del septuagenario dise?ador, y la periodista Lisa Arcella, resumen del libro Obsession: My life with Calvin Klein, que, a modo de propuesta editorial, describe la tormentosa relaci¨®n que mantuvo el icono de la moda neoyorquina con el joven Gruber, un actor porno al que conoci¨® cuando estaba enrolado en el ej¨¦rcito.
Klein ¡ªsobre cuya homosexualidad se ha especulado durante d¨¦cadas y que ha estado dos veces casado y es padre de Marci, productora de televisi¨®n¡ª hizo p¨²blico su romance con Gruber en 2010, 30 a?os despu¨¦s de la inauguraci¨®n de su ic¨®nica tienda en Madison Avenue y ocho desde que cerr¨® la venta de su firma ¡ªde la que a¨²n es accionista y conserva derechos¡ª a la compa?¨ªa Phillips-Van Heusen por 300 millones de euros. La diferencia de edad de la pareja era de medio siglo.
En abril de 2012 estall¨® la ruptura, tras la detenci¨®n de Gruber por asalto y posesi¨®n de coca¨ªna y su ingreso en una cl¨ªnica de desintoxicaci¨®n en Arizona. El dise?ador, que en 1988 tambi¨¦n tuvo que someterse a la primera cura para superar sus adicciones, corri¨® con los gastos, pero rompi¨® con su amante. Este salt¨® a la palestra de nuevo en oto?o de 2012, del brazo de un nuevo adinerado protector, instalado en Los ?ngeles y dispuesto a dar guerra con el anuncio, tambi¨¦n a The New York Post, de que estaba preparando sus jugosas memorias. Unos meses despu¨¦s se desdijo, afirmando que era una buena persona: ¡°Nunca har¨ªa nada as¨ª, ni causar¨ªa da?o a alguien a quien quiero¡±, declar¨® a Gawker.
A la luz del texto hecho p¨²blico esta semana, el representante de Gruber niega que su cliente lo haya escrito, mientras que el portavoz de Calvin Klein ha optado por guardar silencio. Pero, ?qu¨¦ cuenta el adelanto del libro cuya autor¨ªa est¨¢ ahora en duda? Pues en sus p¨¢ginas se explica la complicada infancia de Gruber, hijo de un motorista miembro de los ?ngeles del Infierno a quien conoci¨® a los 15, tras pasar su primera infancia en casas de acogida. Tres a?os despu¨¦s se mud¨® a California con su madre y a los 21 ya estaba en Nueva York del brazo de Klein, quien le organiz¨®, para celebrar este se?alado cumplea?os, una fastuosa fiesta a la que asistieron todos los grandes del mundo de la moda en la Gran Manzana, desde la editora del Vogue USA, Anna Wintour, para abajo.
Entre la oficina de ayuda social de California y los salones de la ¨¦lite neoyorquina, Gruber pas¨® por un buen n¨²mero de plat¨®s. Baj¨® el pseud¨®nimo de Aaron Skyline rod¨® pel¨ªculas pornogr¨¢ficas y comprob¨® que ejerc¨ªa un poderoso im¨¢n sobre los hombres homosexuales, por quienes, seg¨²n el texto de The New York Post, no se sent¨ªa especialmente atra¨ªdo. Ello no fue obst¨¢culo para que empezara a prostituirse. En 2009 hac¨ªa un buen sueldo con sus pel¨ªculas y se hab¨ªa enrolado en el ej¨¦rcito.
Fue en una base de Kansas cuando recibi¨® la visita del ya fallecido productor de cine porno Vaughn Kinsley, que lo puso en contacto con Klein. Hubo muchos correos electr¨®nicos y t¨®rridos mensajes de texto hasta que finalmente se produjo el encuentro en los Hamptons. Klein lo flet¨® en su jet y aquello fue el principio de una nueva vida para Gruber, que dej¨® el ej¨¦rcito y sufri¨® una completa transformaci¨®n: nuevos trajes, nueva dentadura, nuevos modales e incluso nueva dicci¨®n. Klein estaba orgulloso de los cambios de su joven amante y lo mostraba ante sus amistades. Lo instal¨® en un apartamento del Greenwich Village y m¨¢s adelante en su mansi¨®n de la calle Perry, y le pasaba cerca de 7.500 euros al mes.
Hubo un viaje a Europa sazonado con un encuentro sexual en una iglesia en Francia, seg¨²n el texto. Gruber le propuso matrimonio, pero no acabaron por formalizar su uni¨®n. Celos, encuentros de Gruber con mujeres y un tormentoso viaje a R¨ªo de Janeiro anunciaron el principio del fin. Cuando Klein cort¨® el chorro de dinero, Gruber volvi¨® a la prostituci¨®n y, tras la detenci¨®n policial, parece haber ¡°tocado fondo¡±. En la cl¨ªnica, recibi¨® una visita de Klein, que lo llev¨® a un hotel para mantener relaciones sexuales. Seg¨²n el adelanto del libro, Gruber se sinti¨® decepcionado y ¡°usado¡±. Cuando complet¨® el tratamiento se mud¨® a Los ?ngeles, donde todo apunta a que se dedic¨® a escribir sus prometidas pol¨¦micas memorias.
Si entre Brooke Shields y sus vaqueros no se interpon¨ªa nada, como rezaba el legendario anuncio, entre Calvin Klein y el esc¨¢ndalo, tampoco. Lo que ahora queda por despejar es la verdadera autor¨ªa del texto y el culpable de su difusi¨®n.
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