"La maternidad no es un oficio y tampoco un deber, sino un simple derecho entre tantos otros. Te cansar¨¢s de gritarlo. Y, a menudo, casi siempre, perder¨¢s." La carta a ese ni?o, con un discurso distinto seg¨²n su sexo, var¨ªa: hay d¨ªas que se considera una mujer ego¨ªsta que no tiene por qu¨¦ soportar esa carga, otros est¨¢ ilusionada y feliz de poder compartir su vida con alguien, con quien el amor no es un peligro, como as¨ª ocurre con las personas adultas. Hay contradicci¨®n y de esa contradicci¨®n nace un mon¨®logo sensible y cr¨ªtico: consigo, con su situaci¨®n, con el aborto, con la sociedad, con la mujer que trabaja, con el hombre, con la libertad, con la injusticia. Oriana Fallaci, reconocida feminista, no abandona la desconfianza que le produce el sistema para hablarle a un feto, porque el ni?o merece conocer la verdad. Discute con ¨¦l, se disculpa, le dice que est¨¢ harta, le da las gracias. Est¨¢ en constante dilema, sobre todo cuando el embarazo se complica: necesita reposo absoluto, pone en peligro un viaje de trabajo, se aburre y, adem¨¢s, no tiene quien le prepare la comida y la cena porque ha decidido seguir sola adelante.
"Yo podr¨ªa deshacerme de ti, y t¨² nunca lo sabr¨ªas. No tendr¨ªas la posibilidad de llegar a la conclusi¨®n de si te he hecho un da?o o un regalo." El relato est¨¢ abierto a todas las miradas, porque Oriana Fallaci no se limita a dar su opini¨®n acerca de lo que est¨¢ contando, sino que hace part¨ªcipes a los distintos modelos, a todas las perspectivas, desde la m¨¢s conservadora a la m¨¢s liberal. Finalmente, pierde al ni?o, se le muere dentro: el feto no crec¨ªa, su vientre estaba plano, hizo el viaje en coche por carreteras en mal estado, con baches; sangra. No queda claro si la madre es una irresponsable que no se hace cargo de su estado porque prefiere hacerse cargo de su vida, o si el embarazo habr¨ªa acabado de todos modos igual, con la muerte. La tragedia se analiza desde diferentes puntos de vista: un m¨¦dico que la criminaliza, una m¨¦dico que la defiende, la amiga que se siente menospreciada por el hombre, el padre que tras la cobard¨ªa deseaba aquel hijo. La carta al ni?o que nunca naci¨® est¨¢ compuesta de pedazos, incluso el beb¨¦ tiene voz, y Oriana Fallaci queda expuesta como mujer, como mujer independiente, como mujer que pierde a un hijo, como mujer con aspiraciones. Una mujer en contradicci¨®n, es decir: real.
Comentarios
La vida la entendemos a partir de nuestra existencia en el mundo que vivimos lo vivos.Desde esa situaci¨®n de privilegio.Procurando lo mejor para todo el mundo en el presente si, pero no imaginando el futuro.Las especies animales y los seres humanos entre ellas se reproducen a partir de la atracci¨®n natural que se da entre machos y hembras.Es lo normal, es la naturaleza, es como estamos hechos y dise?ados desde el origen.Nadie hace planificaciones de futuro en el presente, sobre lo que har¨¢n las criaturas por nacer.Entre otras cosas porque no sabemos el futuro que tendr¨¢n ellas, porque esa libertad de elecci¨®n y de vida les corresponde vivirla a las criaturas nacidas, en su presente por llagar.Pero por otra parte, lo que si parece claro, es que a los vivos adultos y maduros, si les compete la responsabilidad de cumplir con su destino en lo tocante a la reproducci¨®n de la especie.Cumpliendo una de sus funciones primordiales de todos los seres vivos, que es reproducirse.Y desarrollarse como individuos particulares intentando mejorar y ayudar a mejorar a los dem¨¢s.Cosa que no se podr¨ªa hacer si la especie se agota y desaparece.Porque las piedras no piensan, ni disfrutan de un atardecer, ni huelen el perfume de una flor.Descubriendo la maravilla de todo un mundo puesto a nuestra disposici¨®n.Que desde la humildad de nuestra condici¨®n humana nos compete preservar y mejorar.
Hace tiempo, existi¨® una comunidad de palomas. Vivian en un jard¨ªn que les proporcionaba, las semillas y frutos, necesarios para vivir. Se sent¨ªan felices, en su mundo exist¨ªa el equilibrio. Ocurri¨®, que se reproduc¨ªan con mucha frecuencia, y el jard¨ªn ya no era suficiente, para su alimentaci¨®n. Hubo una reuni¨®n entre los mayores, para debatir el problema. Algunos propon¨ªan suprimir la sexualidad, pero sab¨ªan que haci¨¦ndolo, sobre todo los machos, se volver¨ªan agresivos, y al final acabar¨ªan practic¨¢ndolo, de una manera oculta e hip¨®crita, pues es una fuerza de la naturaleza, casi imposible de controlar. Uno de los miembros dijo, que conoc¨ªa una planta que al consumirla, anulaba la fecundaci¨®n. As¨ª podr¨ªan consumirla, cuando el equilibrio se rompiera, y dejar de hacerlo, cuando fuera necesario ampliar la comunidad, y as¨ª lo hicieron. Un d¨ªa les visitaron otras palomas, procedentes de otro lugar. Criticaron su forma de actuar, era inmoral dec¨ªan suprimir la vida. Cuando conocieron el problema, les propusieron otra soluci¨®n. En su comunidad, casi siempre hab¨ªa conflictos, que se solucionaban con guerras, y si no los hab¨ªa, ellos mismos los provocaban. De esa manera, ademas de proporcionarles otros intereses, mor¨ªan cantidades de palomas, y se restablec¨ªa el equilibrio. Los miembros de la primera comunidad, se quedaron at¨®nitos con la soluci¨®n propuesta. ?Acaso provocar el sufrimiento y la muerte, de palomas ya nacidas, era moral?....
"..... en 1975 era todav¨ªa m¨¢s dif¨ªcil que la sociedad la comprendiera y apoyara. As¨ª, el jefe ve peligrar la carrera prometedora. El padre no quiere hacerse responsable de un hijo que no ha elegido tener. La amiga cree que vive al margen de la realidad y no sabe c¨®mo complica la vida un hijo. El m¨¦dico la mira con recelo..... " Igualito que ahora en 2013, que poquito hemos evolucionado. Creemos que la mujer ya es libre, pero nos quedan tantos a?os de lucha.....
S¨¦ que me van a despellejar por decir lo que sigue, porque es un tab¨². Y lo van a hacer desde sectores tan enfrentados como el catolicismo y el feminismo: la maternidad no es un derecho. Para el catolicismo es una obligaci¨®n; para el feminismo es un derecho (al menos para la corriente del feminismo dominante en los medios de masas). Desde mi punto de vista, no es ni lo uno ni lo otro. No es una obligaci¨®n porque a nadie se le puede obligar a soportar un embarazo no deseado hasta el final, al parto y a la crianza tal vez por treinta a?os de un nuevo ser. No es un derecho o al menos no lo es con car¨¢cter absoluto porque de todas las decisiones que una persona puede tomar a lo largo de su vida ¡ªa no ser que tenga mucho poder pol¨ªtico o econ¨®mico¡ª es la que m¨¢s repercute sobre el conjunto de la comunidad y sobre el entorno natural que la sostiene. Estamos arrasando con todo, nos estamos cargando la base misma de la vida en la Tierra y el irresponsable crecimiento demogr¨¢fico es, por su efecto multiplicador, la mayor de las causas de destrucci¨®n. Traer una otro ser humano al mundo responde a nuestro programa gen¨¦tico, a nuestros instintos, por supuesto, y supone un enorme subid¨®n emocional, pero no es algo constructivo, sino destructivo. La libertad debe tener como l¨ªmite el da?o que podamos causar con su ejercicio. Se nos dice que una natalidad incrementada producir¨ªa nuevos cotizantes, pero ponemos polic¨ªas y alambradas en las fronteras para impedir que los haya. Se denuncia la ¡°infame¡± pol¨ªtica del hijo ¨²nico en China. Y no solamente se permite la existencia de cl¨ªnicas de reproducci¨®n asistida, sino que encima se reclama que sean gratuitas. E incluso se piden subvenciones para las familias numerosas. Nos negamos a escuchar a los aguafiestas que nos hablan de una realidad que nos desagrada. Rehusamos cualquier perspectiva de conjunto, como planeta. Preferimos el aqu¨ª nacional y el ahora, sin mirar las consecuencias. Optamos por el autoenga?o. Vamos hacia el abismo y lo m¨¢s triste es que, en el fondo, lo sabemos pero no lo afrontamos.
Ser¨ªa interesante que se analizase la capacidad que tiene el planeta para soportar un determinado nivel poblacional. En menos de dos siglos se ha pasado de 2.500 millones a 7.000 millones de seres humanos. ?Cu¨¢l es el l¨ªmite para evitar la destrucci¨®n del planeta? Ya lo enunci¨® el gran naturalista Darwin... la ley del mas fuerte determina la supervivencia. Luego, el control de la natalidad es una necesidad. Otra cosa es c¨®mo aplicarla.Luego, se necesita educaci¨®n sexual desde la adolescencia, que incluya los anticonceptivos y los preservativos, ya que buscar el mero placer sin ver sus consecuencias es bastante negativo. Tema aparte es la concepci¨®n originada por una violaci¨®n. En este caso soy partidario del aborto y aplicar la pena capital al violador.
Es un grave error asociar el aborto con el tema de la superpoblaci¨®n. Es como si al hablar de la pena de muerte, todo el mundo hablara de que hay que mantener los recursos del planeta. ABSURDO. El aborto deber¨ªa estar penalizado hoy en d¨ªa, porque es una crueldad innecesaria. Hoy no es necesario en pa¨ªses civilizados; hay miles de modos de no quedarse embarazada. Hay que recuperar la noci¨®n de responsabilidad. Actualmente estamos premiando las conductas de riesgo. Y desde luego asociar el aborto con el problema demogr¨¢fico es rid¨ªculo.
Yo creo que esto es casi una carta personal de la mam¨¢ al feto. Pero llega un momento en que el ni?o llega a un mundo donde no est¨¢ sola la madre....Y ah¨ª estamos todos.TODOS. Todos empezando siempre-mientras es dependiente-por la madre, pero nosotros tenemos una responsabilidad con ese ni?o. ?O no somos humanos tambi¨¦n y vivimos juntos? Una sociedad que no se ocupe de ancianos, ni?os y dependientes, ni es sociedad ni es na, es lo peor del mundo salvaje.
Yo creo que la decisi¨®n de no tener hijos es una decisi¨®n personal que leg¨ªtimamente puede fundamentarse en motivos ideol¨®gicos o personales. Sin embargo me da la impresi¨®n que justificar esta decisi¨®n personal en razones demogr¨¢ficas me parece poco consistente, pues podemos limitar el crecimiento de la poblaci¨®n sin acabar con los nacimientos, reduciendo la desigualdad, mejorando la educaci¨®n y las condiciones, sobre todo en los pa¨ªses en los que hay explosi¨®n demogr¨¢fica, etc. ... sin que 3000 millones de parejas renuncien a la maravillosa experiencia personal de acompa?ar la concepci¨®n y el desarrollo de un nuevo ser humano. Tampoco parece muy consistente el argumento de que estamos arrasando el planeta pues esto depende m¨¢s del estilo de vida consumista que estamos promoviendo que del n¨²mero de consumidores. Reduciendo la huella ecol¨®gica, cambiando el estilo de vida de los que m¨¢s consumen, principalmente, y educando al conjunto de los seres humanos ( en lugar de formarlos solo como consumidores) podr¨ªamos ser 7000 millones y cuidar nuestro planeta. Con todos mis respetos, con ese tipo de argumentos lo que se intenta es maquillar una decisi¨®n personal sobre un estilo de vida que no es muy coherente con la naturaleza del ser humano: la ruptura de la cadena de solidaridad entre generaciones. O sea, no estamos dispuestos a hacer por nuestros descendientes lo que hicieron por nosotros nuestros antepasados. Y encima nos parece mal que lo hagan los dem¨¢s. Con toda legitimidad, por supuesto.
A Jose Ramon,
te das cuenta de lo egoista que suena tu comentario. El que tu estes en este mundo es gracias a que tus padres no tenian esa opinion sobre traer una nueva vida a este planeta. Gracias a ello podemos oir tambien tu opinion, El planeta lo estamos destruyendo por otras razones que el conterulio "desde africa" a reflejado en su repuesta perfectamente. Hay que dar la oportunidad a que nazcan mas personas que gracias a un sistema equitativo puedan formarse y aportar grandes cosas a nuestra humanidad.
Qu¨¦ manejo tan virtuoso y circense de las dos varas de medir. Ni Bruce Lee con los luchacos.Veamos las posibilidades desde el punto de vista feminista.1. La mujer queda embarazada tras el acto sexual. Hombre y mujer quieren tener el hijo. No hay ning¨²n problema para nadie.2. La mujer queda embarazada. Ninguno quiere tener hijos. No hay problemas.Pero ?qu¨¦ pasa cuando uno de los padres quiere el hijo y el otro no? Es aqu¨ª donde las feministas, astutas ellas, echan mano de sus dos varas de medir, que para eso las tienen, qu¨¦ caramba. 1. La mujer quiere tener el hijo. El hombre, no, y se desentiende de su responsabilidad paterna. La mujer (feminista o no) lo acusar¨¢ de irresponsable y de cobarde.2. El hombre quiere tener el hijo. La mujer, no. ?Es ella una irresponsable y una cobarde? En buena l¨®gica, s¨ª. Pero los feministas no entienden de l¨®gica, s¨®lo de inter¨¦s personal. Ella -nos dicen- tiene derecho a hacer con su cuerpo lo que le d¨¦ la gana: "nostras parimos, nosotras decidimos". Es decir, tiene derecho a deshacerse de su hijo sin que nadie la tache ni de cobarde ni de irresponsable, faltar¨ªa m¨¢s. Ah, y si el hombre le reprochara la intenci¨®n de abortar, ella le acusar¨¢ de injerirse en su vida, en su autonom¨ªa. Lo acusar¨¢ de querer controlarla, de d¨¦spota y machista.As¨ª es como funciona el feminismo de "g¨¦nero": dos juicios diferentes para una misma conducta en funci¨®n del sexo de la persona juzgada. Y a esto le llaman igualdad.
@desde Africa y @Ruben: Lo recursos del planeta son limitados por lo tanto en crecimiento continuado solo puede llevar al desastre por mucho que reduzcamos nuestro consumo. Si seguimos aumentando nuestra poblacion siempre llegara un momento hagamos lo que hagamos que los recursos de la tierra no seran suficientes. Asi que o empezamos a colonizar planetas o aplicamos politicas de control e poblacion
No siempre vivir es mejor que no hacerlo sino no existir¨ªan los suicidios y si existiese un suicidio asistido como en suiza en dignitas o todos tuvi¨¦semos un m¨¦todo seguro e indoloro de suicidio como una pistola estos se multiplicar¨ªan y eso que en Espa?a ya es una de las principales causas de muerte pese a que se oculte .
A Rub¨¦n: si lo s padres de Jos¨¦ Ram¨®n hicieran decidido no tenerlo, nos dar¨ªa igual a todos, inclu¨ªdo a Jos¨¦ Ram¨®n, que no existir¨ªa. De todos los argumentos antiabortos, este debe de ser el m¨¢s chorra.
Algunos comentarios en este blog no se corresponden con lo que escrib¨ª el mi¨¦rcoles 28. Coment¨¦ de superpoblaci¨®n, que no es lo mismo que hablar de abortos. No soy partidario de ese m¨¦todo, salvo en los casos de violaci¨®n. Mi opini¨®n giraba en torno al control de la reproducci¨®n humana con anticonceptivos y con preservativos, incluyendo la manipulaci¨®n gen¨¦tica por v¨ªa cient¨ªfica, algo que hab¨ªa omitido en mi comentario anterior.
No deja de ser una tremenda paradoja que quien tiene todos los derechos (ella) y hace lo que desea sea la hero¨ªna del cuento y quien no tiene ning¨²n derecho (¨¦l) -pero, llegado el caso todas las obligaciones- aparezca como un cobarde. No se por qu¨¦ esto me recuerda la ley del embudo.
"Una mujer que, sin buscarlo, se ha quedado embarazada". Vamos a ver: Algo habr¨¢ hecho ella, ?no? Para quedarse embarazada, digo. A no ser que sea obra del esp¨ªritu santo o de una violaci¨®n, su papel en lo que le ha ocurrido es el de protagonista. SI se ha quedado embarazada, la culpa ES SUYA.
M¨¢s que culpa, responsabilidad. Pero bien habr¨¢ que tener en cuenta que en 1975 no exist¨ªan los medios de prevenci¨®n de que disponemos hoy ni los que exist¨ªan eran f¨¢ciles de conseguir.Eso de la cobard¨ªa del padre habr¨ªa que verlo. No he le¨ªdo el libro ni lo voy a leer. Dir¨¦ ¨²nicamente que considero especialmente repugnantes los hombres cuyo derecho a la paternidad consiste en obligar a la mujer a tener un hijo: y entre ellos todav¨ªa m¨¢s a aquellos que hace no mucho denunciaban a la mujer que, tras la ruptura de la relaci¨®n, abortaba un hijo que (ya) no deseaba.Esa repugnancia me la producen tambi¨¦n aquellas mujeres que deciden tener un hijo sin consultar al futuro padre y s¨®lo se acuerdan de ¨¦l para sacarle los cuartos. La paternidad ha de ser libre y voluntaria por ambas partes.Vengo ¨²ltimamente defendiendo la figura del aborto civil. Consistir¨ªa, b¨¢sicamente, en una renuncia escrita por parte del hombre a todos los derechos y obligaciones derivados de un hijo que ¨¦l no desea. La aceptaci¨®n o renuncia de la paternidad deber¨ªa ser obligatoria, expresa y escrita para cada hijo. En el caso de la renuncia siempre quedar¨ªa a la mujer el derecho a tener el hijo en solitario pero a sabiendas de que jam¨¢s podr¨ªa intentar imponer una paternidad no deseada. Por el contrario, un hombre no podr¨ªa renunciar a su paternidad si la hubiere aceptado... con la s¨®la excepci¨®n, hay que decir, de aquellos hijos que se demostraren de otro padre.La paternidad putativa, para mi, es un da?o que habr¨ªa de ser resarcido econ¨®micamente por una cuant¨ªa de al menos el triple del coste del cuidado del hijo. La mujer puede tener hijos con quien quiera pero no a costa de terceros.
Interesante lo que dice "mario" el 29-8 a las 17.39, pero del todo inaplicable, en mi opini¨®n, al tema que aqu¨ª se debate, esto es, al del aborto. "No siempre vivir es mejor que morir": eso puede ser cierto, pero supongo que el propio "mario" no estar¨ªa de acuerdo con que OTRA PERSONA, y no ¨¦l, decidiera si es mejor vivir o morir; y, en el caso de optar por lo segundo, le asesinase sin contar con su opini¨®n. Y le recuerdo que aqu¨ª no se habla de que la madre se d¨¦ muerte a s¨ª misma, sino al embri¨®n o al feto que lleva dentro. Lo cual es muy distinto. Yo creo que puede ser aceptable que lo haga en ciertos casos (no soy partidario pues ni de la prohibici¨®n absoluta ni del aborto absolutamente libre), pero desde luego por razones muy distintas a la que ¨¦l da.
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