La ¨²ltima noche de JFK y Jackie Kennedy
Documentales, libros y especiales televisivos recuerdan al presidente m¨¢s popular de EE UU al cumplirse el 50? aniversario de su asesinato Una exposici¨®n en el Museo de Dallas reconstruye la muestra con la que agasajaron al presidente y su esposa en el hotel Texas la v¨ªspera de su muerte
Una nota publicada en la prensa local en la que se describ¨ªa con detalle la suite 850 del hotel Texas en Fort Worth hizo saltar las alarmas. ?Una habitaci¨®n con vistas a un aparcamiento era lo mejor que se pod¨ªa ofrecer a la joven y sofisticada pareja presidencial? En apenas cinco d¨ªas, el cr¨ªtico de arte Owen Day y Ruth Carter Johnson ¡ªhija del magnate Amon Carter¡ª reunieron 16 piezas y montaron una peque?a exposici¨®n en la suite en la que JFK y Jackie acabar¨ªan pasando su ¨²ltima noche. Las obras procedentes de museos y de varias colecciones que decoraron por la habitaci¨®n han vuelto a quedar reunidas en la exposici¨®n Hotel Texas: an art exhibition for the President and Mrs. John F. Kennedy, que hasta el 15 de septiembre permanecer¨¢ abierta en el Museo de Arte de Dallas y en octubre viajar¨¢ al Museo Amon Carter de Arte Americano en Fort Worth.
Esta curiosa exposici¨®n ha marcado el arranque de la fiebre en torno a JFK que se desatar¨¢ este oto?o, para rendir homenaje al 35? presidente de EE UU, el m¨¢s popular en la historia de este pa¨ªs, cuya m¨ªstica no ha flaqueado desde su fatal asesinato. En el Newseum de Washington DC, m¨¢s de 300.000 personas han visitado otra muestra de fotograf¨ªas de Kennedy. J¨®venes, estilosos y ricos, el aura de la pareja presidencial no se ha perdido, a pesar de ¡ªo precisamente por¡ª que solo un tercio de los estadounidenses de hoy vivieron bajo aquella Administraci¨®n.
En 1963, el primer presidente cat¨®lico de EE UU, el joven y carism¨¢tico John Fitzgerald Kennedy que hab¨ªa tra¨ªdo aire fresco a la Casa Blanca e inspirado el arranque de un prometedor periodo en EE UU, se preparaba para la campa?a de reelecci¨®n. En el viaje a Texas asistir¨ªa al homenaje al congresista dem¨®crata Albert Thomas, pondr¨ªa orden entre las revueltas facciones de su partido y, de paso, recaudar¨ªa fondos en cenas, como la prevista en Austin a 100 d¨®lares el cubierto. El viaje de tres d¨ªas terminar¨ªa en el rancho de su vicepresidente, Lyndon B. Johnson.
Jackie, alejada de los focos desde que en agosto diese a luz a un beb¨¦ prematuro que muri¨® al nacer, le acompa?ar¨ªa en lo que ser¨ªa su primer viaje a Texas. Pero todo qued¨® fatalmente truncado por dos disparos cuando saludaban desde un descapotable que recorr¨ªa las calles de Dallas. Dos horas antes, JFK hab¨ªa realizado su ¨²ltima llamada para expresar su agradecimiento a los organizadores de la exposici¨®n en Fort Worth y le hab¨ªa pasado el tel¨¦fono a su esposa, que dijo haberse quedado prendada de los cuadros.
El homenaje de recuerdo por la tragedi ha estado distorsionado por el miedo a revivir el pasado"
La distribuci¨®n de la suite 850 contaba con un sal¨®n, dos ba?os, un dormitorio y otra habitaci¨®n con ventanas a la calle, y all¨ª se colocaron con mimo las obras de arte que deb¨ªan agradar a la pareja presidencial. Colgaron cuadros de Van Gogh y Monet ¡ªera conocida la debilidad de Jackie por el impresionismo¡ª, de americanos como Prendergast y Hartley, as¨ª como esculturas de Picasso y Moore. Los documentos gr¨¢ficos de aquella instalaci¨®n, v¨ªdeos y grabaciones de aquel ¨²ltimo viaje acompa?an hoy la muestra.
En Texas se reservaron 150 habitaciones para el presidente y su comitiva y fue ir¨®nicamente por motivos de seguridad por lo que JFK qued¨® instalado en esa modesta suite con una sola puerta. JFK y su esposa llegaron hacia la medianoche del 21 de noviembre, y ante las puertas del hotel Texas les aguardaban m¨¢s de 3.500 personas. Al d¨ªa siguiente hab¨ªa organizado un desayuno con otras 2.000, antes de tomar el Air Force One hacia Dallas, a 10 minutos. A las 12.30, el presidente ca¨ªa abatido por dos disparos sobre el regazo de su esposa.
El 50? aniversario de aquel magnicidio que marc¨® una era en EE UU y que ha generado cientos de teor¨ªas, plasmadas en una apabullante bibliograf¨ªa y filmograf¨ªa, fue un brutal despertar, el fin de una inocencia, cuyo eco a¨²n cala hondo en la cultura estadounidense. Entre reediciones y nuevos libros, se calcula que 150 t¨ªtulos sobre la vida, los amores, la familia y la muerte de Kennedy llegar¨¢n a las librer¨ªas este oto?o. Uno de los primeros en salir ha sido These few precious days: the final year of Jack and Jackie, de Christopher Andersen, en el que queda confirmado que Marilyn Monroe llam¨® a Jackie a la Casa Blanca para decirle que su esposo la iba a abandonar.
Dallas celebrar¨¢ el 22 de noviembre el primer acto de homenaje a Kennedy desde su muerte con un concierto ante 5.000 personas en la Dealey plaza de Dallas, junto al Sixth Floor Museum, el museo dedicado a la tragedia Kennedy, que ocupa el edificio desde el que Lee Harvey Oswald dispar¨®. ¡°La perspectiva de Dallas sobre la conmemoraci¨®n de la tragedia ha estado distorsionada durante mucho tiempo por el miedo a revivir el pasado¡±, apunta el organizador de la exposici¨®n Hotel Texas, Olivier Meslay.
Parkland, una pel¨ªcula con Tom Hanks, repasa aquellas ¨²ltimas horas. Las cadenas televisivas han preparado decenas de documentales ¡ªde hasta cuatro horas¡ª para el aniversario. Un nuevo libro a cargo del periodista Philip Shenon se adentra en la comisi¨®n Warren, que investig¨® el asesinato del presidente. Y en el Museo de Dallas han optado por revisar esa ¨²ltima noche y a aquella ef¨ªmera exposici¨®n. Una nueva mirada p¨²blica a aquella muestra privada que, sin saberlo, despidi¨® al 35? presidente de EE UU.
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