Ex¨¢menes poco fiables
Las pruebas de acceso a la Universidad no constituyen una selecci¨®n v¨¢lida, sino un mero tr¨¢mite para acceder a los estudios superiores
Comparaciones. Seg¨²n la sabidur¨ªa popular, las comparaciones son siempre odiosas. Sin embargo, como han demostrado, por ejemplo, la zoolog¨ªa y la bot¨¢nica de los siglos XVIII-XIX, y la ling¨¹¨ªsica del XIX, las comparaciones, usadas con mimo, pueden permitir descubrir lo velado por los ¨¢rboles que no dejan ver el bosque. En efecto, como dijo un cient¨ªfico, las comparaciones permiten ver otra cosa, a pesar de mirar lo mismo que las dem¨¢s personas. As¨ª, por ejemplo, en el siglo XIX, los ling¨¹istas sacaron mucho provecho del ¡°m¨¦todo comparativo¡±; ¨¦ste les permiti¨® crear la primera ling¨¹¨ªstica cient¨ªfica: la ¡°ling¨¹¨ªstica comparada¡±, base y fundamento de la ¡°ling¨¹¨ªstica hist¨®rica¡±. Y fue tambi¨¦n el caso de los zo¨®logos y bot¨¢nicos decimon¨®nicos, que clasificaron animales y plantas cotej¨¢ndolos. Hoy, a punto de iniciar el nuevo curso acad¨¦mico, utilizaremos el m¨¦todo comparativo/contrastivo para analizar las PAU espa?olas (Pruebas de Acceso a la Universidad) confront¨¢ndolas con el Gaokao chino.
El Gaokao. En China, el gaokao (gran examen) es conocido como ¡°la batalla por el porvenir¡±. Se trata del examen que da acceso a la universidad y que tiene lugar, cada a?o, a principios de junio, durante dos o tres d¨ªas. Es el acontecimiento medi¨¢tico, junto con el Nuevo A?o Chino y el D¨ªa Nacional, m¨¢s importante de China. Paraliza todo el pa¨ªs y tiene en vilo tanto a estudiantes como a padres. Y con raz¨®n.
De ¨¦l depende el futuro laboral, econ¨®mico y social de toda la familia, ya que se trata del ¨²nico ascensor social para millones de j¨®venes y sus familias. Es el ¡°¨¢brete, S¨¦samo¡± hacia mejores perspectivas profesionales. Por eso, padres e hijos-candidatos ponen toda la carne en el asador: horas interminables de estudio, dietas especiales, rezos e incienso en los templos, ingesti¨®n de f¨¢rmacos, p¨ªldoras anticonceptivas para inhibir la menstruaci¨®n de las chicas, masajes y acupuntura, alquiler de habitaciones cerca de los centros donde tiene lugar el gaokao, contrataci¨®n incluso de los servicios de una gaokao baomu (ni?era de examen). Esto, y mucho m¨¢s, para conseguir entrar en la universidad.
A pesar de todos estos medios, preparativos y precauciones, el gaokao es un examen que deja en la cuneta a una buena parte de los candidatos. La competici¨®n es feroz; y la selecci¨®n, brutal. Por eso, puede ser considerado como una verdadera guillotina social: s¨®lo suelen superarlo un poco m¨¢s de la mitad de los presentados. Ante la demanda creciente de estudios universitarios (unos 9 millones de candidatos, cada a?o), el gaokao, en el que no se tiene en cuenta el expediente acad¨¦mico anterior, pretende, por un lado, seleccionar a los mejores estudiantes; y, por el otro, distribuirlos entre las distintas universidades, en funci¨®n del m¨¦rito y no del guanxi (relaciones o contactos).
Frente a las PAU espa?olas, el gran examen chino (gaokao) constituye un test decisivo para el porvenir del alumno
Las PAU. A primeros de junio, tanto en Catalu?a como en el resto de las CC. AA. de Espa?a, tienen lugar tambi¨¦n las ¡°pruebas de acceso a la universidad¡± (PAU), denominadas tambi¨¦n la ¡°selectividad¡±. Con estas pruebas se pretende valorar la madurez acad¨¦mica de los candidatos, as¨ª como los conocimientos adquiridos durante el bachillerato y la capacidad para seguir con provecho y ¨¦xito las ense?anzas universitarias. Ahora bien, en esta evaluaci¨®n para acceder a la universidad, se toma en consideraci¨®n, adem¨¢s de las PAU, el expediente acad¨¦mico (¨¦sta es una primera singularidad en relaci¨®n con el gaokao).
Ahora bien, a diferencia del gaokao, las PAU no son selectivas. En efecto, en Catalu?a, los porcentajes de aprobados sobrepasan el 90% y se sit¨²an, normalmente, alrededor del 95%. Por eso, puede afirmarse que no seleccionan a los mejores estudiantes, ni a aquellos que tienen las competencias necesarias para hacer estudios universitarios. Son pr¨¢cticamente un simple tr¨¢mite formal y, por lo tanto, sin ninguna funcionalidad evaluadora. Por eso, se puede decir que traicionan o entran en contradicci¨®n con el contenido sem¨¢ntico de la otra denominaci¨®n de las PAU: la selectividad.
Un corrector de las PAU de este a?o, Josep Lluis Negreira, (profesor de historia en un I.E.S.) ha constatado, una vez m¨¢s, que los ex¨¢menes de las PAU est¨¢n llenos de faltas de ortograf¨ªa, que la expresi¨®n ling¨¹¨ªstica es muy deficiente y que el conocimiento del tema (en su caso, hist¨®rico) es nulo o muy escaso. Y los que trabajamos en la universidad constatamos, a?o tras a?o, que muchos de los nuevos estudiantes universitarios llegan sin las competencias b¨¢sicas (saber reflexionar, argumentar, redactar y leer), condici¨®n sine qua non para aprovechar, optimizar y rentabilizar la estancia en la universidad. Josep Lluis Negreira se pregunta, y yo me lo pregunto con ¨¦l, c¨®mo es posible que se d¨¦ el t¨ªtulo de Bachillerato, que aprueben las PAU y que puedan acceder a la Universidad j¨®venes con tama?as lagunas tanto en sus competencias ling¨¹¨ªsticas b¨¢sicas como en conocimientos.
En las pruebas son frecuentes errores de contenido y ortogr¨¢ficos e imprecisiones o deficiencias en su elaboraci¨®n
Ante la realidad incontestable y verificable de estos testimonios, llama la atenci¨®n las vergonzosas actitudes y declaraciones de las autoridades universitarias catalanas y de la casta pol¨ªtica gobernante que hablan de ¡°¨¦xitos maravillosos¡±. Y, al mismo tiempo, valoran positivamente el funcionamiento de las PAU, consider¨¢ndolas un buen instrumento para regular el acceso a la universidad y declarando que las seguir¨¢n utilizando a pesar de la intenci¨®n del ministro Jos¨¦ Ignacio?Wert de eliminarlas. Y adem¨¢s se permiten afirmar que la juventud actual es la mejor y m¨¢s formada de la historia de Espa?a. ?Qu¨¦ irresponsabilidad! ?Qu¨¦ desfachatez! ?Qu¨¦ cinismo!
Esta falaz, infundada e interesada opini¨®n ¡°oficial¡± sobre las PAU coincide, adem¨¢s, con una serie de incidencias, de las que se han hecho eco los medios de comunicaci¨®n: errores de contenido y ortogr¨¢ficos e imprecisiones o deficiencias en la elaboraci¨®n de las mismas. ?D¨®nde estaba la Comisi¨®n Coordinadora de las PAU, presidida por Pilar G¨®mez, responsable del contenido, de la redacci¨®n y de todo el proceso de elaboraci¨®n de las PAU? ?D¨®nde estaban los correctores del Institut d¡¯Estudis Catalans, responsables de la correcci¨®n ling¨¹¨ªstica y de la impresi¨®n? Ni estaban, ni se les esperaba. Y sucedi¨® lo previsible: un c¨²mulo de errores, inaceptables e injustificables, aparecieron en unas pruebas oficiales, concebidas y gestadas, sin el seguimiento y la profesionalidad necesarios, durante meses.
Ergo. Si las PAU no cumplen con su funci¨®n selectiva, como es el caso del gaokao chino, ?por qu¨¦ se siguen celebrando? ?Y por qu¨¦ el Gobierno de la Generalidad de Catalu?a, el pasado 6 de septiembre, anunci¨® que las mantendr¨ªa contra el criterio del ministerio presidido por Jos¨¦ Ignacio Wert, que quiere eliminarlas? ?Para qu¨¦ sirven? Aunque la realizaci¨®n de las PAU tiene un coste econ¨®mico, una simple multiplicaci¨®n permite cuantificar los ingresos econ¨®micos, para la Administraci¨®n catalana, por satisfacci¨®n de tasas: en 2013, 30.250 estudiantes inscritos x 138 euros de tasas por candidato = 4.174.500€. Por eso, se podr¨ªa inferir que las PAU son simplemente una fuente de ingresos m¨¢s y s¨®lo sirven para hacer caja. Por otro lado, al no tener car¨¢cter selectivo, las PAU permiten que las aulas se llenen de estudiantes y as¨ª se puedan mantener departamentos, planes de estudios y puestos de trabajo del profesorado.
Las Universidades est¨¢n tirando piedras contra sus propios tejados y se est¨¢n haciendo un flaco favor a s¨ª mismas al no seleccionar a los m¨¢s capaces, contribuyendo a masificar la ense?anza universitaria. As¨ª, las universidades, las facultades y los departamentos, hipertrofiados todas y todos, consiguen mantener la demanda, ralentizando la ca¨ªda del flujo de nuevos clientes, y justificar el statu quo de la carga docente y la estabilidad laboral del profesorado, aunque muchos de los que llegan a los estudios superiores no hubieran debido franquear las puertas de la universidad. Ah¨ª est¨¢n los resultados, a?o tras a?o, de los informes PISA y de la OCDE, donde los j¨®venes espa?oles est¨¢n en el furg¨®n de cola, o los rankings de las mejores universidades del mundo, entre las 200 primeras no hay ninguna espa?ola. Y a esto est¨¢ tambi¨¦n contribuyendo el enga?o-estafa de los nuevos planes de estudio a la bolo?esa, inspirados en el denominado Plan de Bolonia.
Coda: ¡°Je ne demande pas ¨¤ ¨ºtre approuv¨¦, mais ¨¤ ¨ºtre examin¨¦ et, si l¡¯on me condamne, qu¡¯on m¡¯¨¦claire¡± (Ch. Nodier).
Manuel I. Cabezas Gonz¨¢lez? es profesor titular de Ling¨¹¨ªstica y de Ling¨¹¨ªstica Aplicada en la Universidad Aut¨®noma de Barcelona (UAB)
www.honradblogspot.com
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