El rey de Suazilandia anuncia que una joven reina de belleza ser¨¢ su 14? esposa
Mswati III contraer¨¢ matrimonio con Sindiswa Dlamani, de 18 a?os, a quien eligi¨® durante un baile


En Suazilandia vuelven a sonar las campanas de boda. Mswati III, el ¨²ltimo monarca absolutista que queda en ?frica, ha anunciado que ha escogido a Sindiswa Dlamani, de 18 a?os, para convertirla en su esposa. ¡°Puedo confirmar que el rey presentar¨¢ a la naci¨®n una nueva prometida real¡±, ha anunciado el gobernador del palacio, Timothy Mtetwa. Y con esta ya son 14 (algunos medios sudafricanos contabilizan 15) las esposas de Mswati, de 45 a?os, y conocido por su estramb¨®tica y lujosa vida, mientras los habitantes de su peque?o reino malviven en uno de los pa¨ªses m¨¢s pobres del mundo.
El monarca present¨® a la chica en el tradicional Umhlanga (conocido en ingl¨¦s como Reed dance, Baile de los juncos), un festival en el que miles de j¨®venes suazis bailan semidesnudas ante el monarca y en el que tradicionalmente este escog¨ªa a una nueva reina. Hace a?os que ya no cumple con esta costumbre. Seg¨²n la prensa local, la joven luc¨ªa ca?as de plumas rojas en su cabeza, un s¨ªmbolo de pertenecer a la realeza. El protocolo marca que la boda solo se celebrar¨¢ una vez se anuncie que la chica est¨¢ embarazada.
De la joven Sindiswa poco se conoce, tan solo que el a?o pasado se gradu¨® en la Escuela de Secundaria Saint Francis de Mbabane, la capital del pa¨ªs, y que fue finalista del certamen de belleza Miss patrimonio Cultural.
Suazilandia es un pa¨ªs de un 1,2 millones de personas, enclavado entre Sud¨¢frica y Mozambique, que fue una colonia brit¨¢nica hasta 1968, dejando a Mswati II al mando de una monarqu¨ªa constitucional. Sin embargo, en abril de 1993 el monarca derog¨® toda la legislaci¨®n democr¨¢tica y decret¨® el estado de emergencia que su hijo ha mantenido.
Las organizaciones por los derechos humanos e instituciones internacionales insisten en que en Suazilandia no se respetan los derechos civiles y a pesar de que peri¨®dicamente convoca elecciones no existen partidos pol¨ªticos. El pa¨ªs tiene el mayor porcentaje de infectados por VIH y sida, con un tercio de la poblaci¨®n y una de las esperanzas de vida m¨¢s bajas del planeta. Adem¨¢s, casi cuatro de cada cinco habitantes se ven obligados a sobrevivir con menos de un d¨®lar al d¨ªa. Miseria absoluta, que no ha impedido al rey amasar una fortuna personal que la revista Forbes estima en 150 millones de euros.
Cada a?o por su cumplea?os en abril, el rey organiza un fiest¨®n a cargo de las arcas p¨²blicas y se regala coches y barcos millonarios, am¨¦n de celebrar por todo lo alto la efem¨¦ride. Las facturas oscilan los 300.000 euros, denuncian sindicatos y partidos ilegalizados.
Uno de esos partidos que no pueden presentarse en las elecciones es Pudemo. A trav¨¦s de su cuenta de Twitter, la formaci¨®n ha criticado que el monarca se case con una chica 27 a?os menor ¡°que podr¨ªa ser su hija¡± y que comparte el apellido Dlamani con el monarca. ¡°En nuestra cultura es como casarse con una hermana, una abominaci¨®n. El rey es un mal ejemplo ¡±, cuentan.
Pero lo que realmente enfurece a Pudemo es que la ampliaci¨®n del har¨¦n supondr¨¢ ¡°para los pagadores de impuesto un enorme coste porque habr¨¢ que montar un nuevo palacio¡± e ¡°inflar el presupuesto¡± para la casa real, en detrimento de la ya empobrecida ciudadan¨ªa.
Seg¨²n Pudemo, el rey presenta ahora a su prometida para ¡°desviar la atenci¨®n¡± de las ¡°falsas¡± elecciones del pr¨®ximo domingo, en la que se renovar¨¢n las dos c¨¢maras legislativas, con el voto de los l¨ªderes tribales. La oposici¨®n ilegalizada ha denunciado torturas, detenciones arbitrarias y agresiones a sus dirigentes.
Sin embargo, el monarca desmiente las acusaciones de sistema perverso. A finales de agosto tuvo una visi¨®n durante una ¡°tormenta de truenos¡± inusual en el seco invierno austral y proclam¨® que en Suazilandia funciona una ¡°democracia mon¨¢rquica¡±. En palabras de su portavoz, el pa¨ªs vive un ¡°matrimonio entre el rey y las urnas¡±. Con toda esta experiencia extra sensorial, Mswati aprovechar¨¢ para publicar un libro explicando los entresijos de su ideolog¨ªa y as¨ª ¡°ayudar al mundo¡±, seg¨²n explica el diario Times of Swaziland.
Las violaciones de los derechos humanos no han impedido al controvertido rey a acudir como un invitado de honor a los faustos de la monarqu¨ªa brit¨¢nica. Mswati se visit¨® con traje y corbata, lejos de su imagen con atuendo tribal que luce casi siempre, y viaj¨® hasta Londres para asistir al Jubileo de la reina Isabel II y a la boda de Guillermo y Kate Middelton.
En el har¨¦n que tiene montado en Mbabane tampoco es oro todo lo que reluce. En los ¨²ltimos a?os dos de sus mujeres han abandonado los palacios, hartas de aguantar abusos del monarca y otra fue directamente expulsada tras ser cazada en la cama con el ministro de Justicia y a la par amigo del rey. En 2002, una ciudadana denunci¨® ante los tribunales que el rey hab¨ªa raptado a su hija de 14 a?os al salir de la escuela para obligarla a casarse. Los jueces dieron la raz¨®n al monarca, que a?os despu¨¦s se emparej¨® con una menor de 17 a?os a pesar de que ¨¦l mismo hab¨ªa prohibido los matrimonios con menores de 18 a?os. Para resarcir su ¡°delito¡± pag¨® una vaca a la familia.
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