Tom Ford: ¡°No hay nadie menos atractivo que los franceses¡±
El dise?ador estadounidense se ensa?a con la capital mundial de la moda y defiende su adorada Londres, donde acaba de inaugurar una tienda
En un mundo tomado por las declaraciones inanes y los comunicados de gabinete de prensa, siempre se puede contar con Tom Ford para caldear el ambiente. En una entrevista para el diario brit¨¢nico The Telegraph, el dise?ador ha opinado sin tapujos sobre redes sociales y las mujeres retocadas y se ha atrevido a poner en tela de juicio el estilo de los franceses.
El texano considera que sus compatriotas estadounidenses no saben vestirse y que los franceses no se merecen su fama de pueblo elegante: ¡°No hay otro lugar con gente menos atractiva por la calle¡±, dijo a la periodista Lisa Armstrong. Ford recalca que no quiere sonar ¡°antifranc¨¦s¡±, pero sus palabras podr¨ªan ser una venganza dirigida a Par¨ªs, una ciudad a donde nunca se sinti¨® bien recibido. En 1999, Ford sustituy¨® a su admirado Yves Saint Laurent en las colecciones de Pr¨ºt-¨¤-Porter de la firma, que entonces fue comprada por el grupo Gucci hoy el conglomerado Kering. ¡°El pobre hace lo que puede¡±, dec¨ªa de ¨¦l Saint Laurent, que criticaba p¨²blicamente sus colecciones.
El dise?ador prefiere Londres, donde vive desde hace m¨¢s de una d¨¦cada. Su hogar adoptivo es seg¨²n ¨¦l una de las pocas ciudades en las que ¡°existe moda¡± y todav¨ªa se viste ¡°apropiadamente¡±. All¨ª disfruta cenando en restaurantes en los que se deniega la entrada sin corbata y observando a las mujeres que han pensado detenidamente sobre su atuendo. Aunque sea algo, como apunta la autora del art¨ªculo, que solamente se vea por Mayfair, el acaudalado barrio donde reside el modisto junto a su pareja, el periodista Richard Buckley, y el hijo de ambos, Alexander.
Ford, de 52 a?os, no se corta criticando otras obsesiones contempor¨¢neas, como el narcisismo rampante en Instagram, el conocimiento limitado de los blogueros o la fiebre de Twitter: ¡°Tuitear es una de las cosas m¨¢s tontas que existen¡±, sentencia.
Desde su etapa como director creativo de Gucci durante la d¨¦cada de los 90, Ford ha hecho caja con una fantas¨ªa de una mujer mundana y agresivamente sexy. No dud¨® en afeitar el vello p¨²bico de una modelo seg¨²n el logo de la marca y nunca ha tenido miedo al artificio. Sin embargo, no acaba de comulgar con la omnipresencia de la cirug¨ªa est¨¦tica: ¡°Hoy hay muchas chicas con aspecto de prostitutas [¡] Me gusta el cuerpo natural, la forma de pecho que era habitual en los a?os setenta. No soy heterosexual, pero no entiendo c¨®mo a alguien le puede excitar algo relleno con una soluci¨®n salina¡±.
El dise?ador abandon¨® las pasarelas durante seis a?os y se dedic¨® a montar propia firma y probar en el cine, pero no ha podido resistirse a la vor¨¢gine de la industria. Tras unos a?os renegando de las presentaciones tradicionales ha vuelto a organizarlas en su adorada Londres, donde acaba de abrir tienda. Sus glamurosos desfiles, donde no faltan el champ¨¢n y la gente guapa, son una de las citas m¨¢s buscadas de la semana de la moda de la ciudad inglesa. ¡°Si no tienes un abultado presupuesto para publicidad, la mejor manera de publicitar una marca peque?a es la pasarela¡±, comenta sobre su empresa que incluye moda, cosm¨¦tica y gafas y que est¨¢ a punto de lograr una facturaci¨®n anual de mil millones de euros.
Su reciente paternidad ha sacado su faceta m¨¢s hogare?a. Deja la oficina a las seis de la tarde para ba?ar a Alexander ¨Cal que ¨¦l llama Jack- y vuelve al trabajo despu¨¦s de la cena cuando el peque?o ya est¨¢ dormido. Durante el d¨ªa vigila la webcam que ha colocado sobre la cuna de Jack y encuentra fascinantes las conversaciones sobre colegios y ropa para beb¨¦s. Qui¨¦n lo hubiera dicho de este incansable provocador.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.