Francia quiere acabar con los concursos de 'minimisses'
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¡°No dejemos a nuestras ni?as creer desde peque?as que no valen m¨¢s que por su apariencia. No dejemos que el inter¨¦s comercial gane sobre el inter¨¦s social¡±, se?al¨® la senadora y exministra Chantal Jouanno, impulsora del proyecto. En total, 196 senadores han aprobado el veto y 146 han votado en contra de esta enmienda especialmente severa, dado que prev¨¦ para quienes lo incumplan una pena de hasta dos a?os de c¨¢rcel y 30.000 euros de multa. Forma parte de la ley de igualdad que est¨¢ examinando el Parlamento. El texto todav¨ªa debe ser confirmado por la Asamblea Nacional.
Para entender la importancia de la votaci¨®n, hay que situarla en el marco de una batalla cultural m¨¢s amplia y de m¨¢s calado: la lucha contra la representaci¨®n de las lolitas.
El a?o pasado, Jouanno elabor¨® un informe sobre el fen¨®meno de la hipersexualizaci¨®n de las ni?as, definido en el documento como ¡°la sexualizaci¨®n de las expresiones, posturas o c¨®digos de la vestimenta considerados como demasiado precoces¡±. El documento alertaba sobre la generalizaci¨®n de esta tendencia, en el mundo de la moda, de la publicidad, pero tambi¨¦n en la vida diaria de las peque?as, empezando por la escuela. Destacaba, por ejemplo, la comercializaci¨®n de sujetadores para ni?as de ocho a?os con relleno. Una de las medidas que preconizaba entonces era prohibir estos concursos a menores de 16 a?os.
La iniciativa sigui¨® un pol¨¦mico reportaje fotogr¨¢fico de la revista Vogue en su n¨²mero especial de navidades de 2010 en el que ni?as de apenas siete a?os posaban vestidas de verdaderas femmes fatales, con tacones Louboutin, maquillaje exagerado y joyas car¨ªsimas. De hecho, otra de las recomendaciones del informe era regular de forma m¨¢s estricta el trabajo de las modelos menores de 16 a?os, pero el Senado ha rechazado esta enmienda.
Cada a?o se organizaban hasta ahora una decena de cert¨¢menes de este tipo en Francia, donde el concepto de minimiss est¨¢ legalmente registrado desde 1989. El fen¨®meno no es por lo tanto un mero contagio estadounidense y los concursos son en regla general mucho m¨¢s discretos de este lado del atl¨¢ntico. El primer fundador de la marca, Michel le Parmentier, quien se reclama pionero del concurso en el mundo, recuerda que su organizaci¨®n ha firmado una carta ¨¦tica por la que no acepta ninguna ni?a menor de siete a?os, el maquillaje es y los ba?adores u otras prendas consideradas de mayores son excluidas. Por ello reclamaba una mayor regulaci¨®n.
Sin embargo, el fen¨®meno estadounidense, con todos sus excesos, se abre paso a trav¨¦s de nuevos cert¨¢menes. Hace dos a?os, la alcald¨ªa de Auch, en el suroeste de Francia, prohibi¨® la celebraci¨®n de una elecci¨®n de este tipo para la cual la organizaci¨®n hab¨ªa elegido una fotograf¨ªa de una ni?a con pose sugerente.
En cuanto al canal privado NT1, muestra con ¨¦xito las aventuras de las minimisses en Estados Unidos con sus detalles m¨¢s trash en una docuserie que sigue, seg¨²n la propia televisi¨®n, el universo de esos ¡°padres dispuestos a todos para ganar¡±. El Consejo Superior Audivisual, el regulador televisivo, ha considerado que no era apto para el p¨²blico m¨¢s joven y obligado a la televisi¨®n a colocar la advertencia de prohibido a menores de 10 a?os. Su emisi¨®n ha sido desplazado a la franja horaria posterior a las diez. Pero en la era de Internet, los v¨ªdeos est¨¢n tan s¨®lo a un clic.
Los poderes p¨²blicos y la justicia no han dudado as¨ª en actuar cuando consideran que se sobrepasaban los l¨ªmites, muy obvios en los casos m¨¢s extremos. Pero la l¨ªnea puede ser muy sutil entre el cuento del inocente ¡°juego de princesas¡± y una perversa hipersexualizaci¨®n de unas ni?as apenas conscientes de ello. Sobre todo, al optar por la prohibici¨®n pura y dura, el mensaje es claro: no son las derivas, sino el principio mismo de valorar a una ni?a por su aspecto f¨ªsico el que es nocivo para su desarrollo. ¡°Con o sin maquillaje, la realidad es que se juzga ¨²nicamente una apariencia f¨ªsica¡±, recordaba as¨ª Jouanno en la radio France Info.
El a?o pasado, Jouanno elabor¨® un informe sobre el fen¨®meno de la hipersexualizaci¨®n de las ni?as, definido en el documento como ¡°la sexualizaci¨®n de las expresiones, posturas o c¨®digos de la vestimenta considerados como demasiado precoces¡±. El documento alertaba sobre la generalizaci¨®n de esta tendencia, en el mundo de la moda, de la publicidad, pero tambi¨¦n en la vida diaria de las peque?as, empezando por la escuela. Destacaba, por ejemplo, la comercializaci¨®n de sujetadores para ni?as de ocho a?os con relleno. Una de las medidas que preconizaba entonces era prohibir estos concursos a menores de 16 a?os.
La iniciativa sigui¨® un pol¨¦mico reportaje fotogr¨¢fico de la revista Vogue en su n¨²mero especial de navidades de 2010 en el que ni?as de apenas siete a?os posaban vestidas de verdaderas femmes fatales, con tacones Louboutin, maquillaje exagerado y joyas car¨ªsimas. De hecho, otra de las recomendaciones del informe era regular de forma m¨¢s estricta el trabajo de las modelos menores de 16 a?os, pero el Senado ha rechazado esta enmienda.
Cada a?o se organizaban hasta ahora una decena de cert¨¢menes de este tipo en Francia, donde el concepto de minimiss est¨¢ legalmente registrado desde 1989. El fen¨®meno no es por lo tanto un mero contagio estadounidense y los concursos son en regla general mucho m¨¢s discretos de este lado del atl¨¢ntico. El primer fundador de la marca, Michel le Parmentier, quien se reclama pionero del concurso en el mundo, recuerda que su organizaci¨®n ha firmado una carta ¨¦tica por la que no acepta ninguna ni?a menor de siete a?os, el maquillaje es y los ba?adores u otras prendas consideradas de mayores son excluidas. Por ello reclamaba una mayor regulaci¨®n.
Sin embargo, el fen¨®meno estadounidense, con todos sus excesos, se abre paso a trav¨¦s de nuevos cert¨¢menes. Hace dos a?os, la alcald¨ªa de Auch, en el suroeste de Francia, prohibi¨® la celebraci¨®n de una elecci¨®n de este tipo para la cual la organizaci¨®n hab¨ªa elegido una fotograf¨ªa de una ni?a con pose sugerente.
En cuanto al canal privado NT1, muestra con ¨¦xito las aventuras de las minimisses en Estados Unidos con sus detalles m¨¢s trash en una docuserie que sigue, seg¨²n la propia televisi¨®n, el universo de esos ¡°padres dispuestos a todos para ganar¡±. El Consejo Superior Audivisual, el regulador televisivo, ha considerado que no era apto para el p¨²blico m¨¢s joven y obligado a la televisi¨®n a colocar la advertencia de prohibido a menores de 10 a?os. Su emisi¨®n ha sido desplazado a la franja horaria posterior a las diez. Pero en la era de Internet, los v¨ªdeos est¨¢n tan s¨®lo a un clic.
Los poderes p¨²blicos y la justicia no han dudado as¨ª en actuar cuando consideran que se sobrepasaban los l¨ªmites, muy obvios en los casos m¨¢s extremos. Pero la l¨ªnea puede ser muy sutil entre el cuento del inocente ¡°juego de princesas¡± y una perversa hipersexualizaci¨®n de unas ni?as apenas conscientes de ello. Sobre todo, al optar por la prohibici¨®n pura y dura, el mensaje es claro: no son las derivas, sino el principio mismo de valorar a una ni?a por su aspecto f¨ªsico el que es nocivo para su desarrollo. ¡°Con o sin maquillaje, la realidad es que se juzga ¨²nicamente una apariencia f¨ªsica¡±, recordaba as¨ª Jouanno en la radio France Info.
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