La ¡®strada¡¯ del papa Francisco

Esta vez he analizado al detalle la confesi¨®n del papa Francisco y me congratulan sus gustos culturales, sobre todo su amor al cine en los tiempos que corren. Y que le guste La strada de Fellini me deja sin palabras. Sin embargo, la strada que tendr¨¢ que recorrer para hacerse escuchar por sus ¡°eclesi¨¢sticos funcionarios¡± ser¨¢, tal vez, m¨¢s dura de lo que fuera para Giulietta Masina en el filme.

Como periodista y profesora de cine debo anunciarle que, hoy mismo, uno de sus p¨¢rrocos, y despu¨¦s de llevar funcionando siete a?os un cineclub sin ¨¢nimo de lucro en un local de la parroquia, que la asociaci¨®n hab¨ªa rescatado de las ruinas, ha cambiado la cerradura aprovechando las vacaciones y la ha dejado en la calle sin motivo alguno.

Les aseguro que as¨ª ha sido, porque yo soy la presidenta de dicha asociaci¨®n sita en X¨¤tiva. Como ver¨¢ mi estimado Francisco, estar en la calle sin saber por qu¨¦ despu¨¦s de dar un lugar al que no lo ten¨ªa y tantos a?os de trabajo a nivel social compartido ha producido en nosotros no solo una herida sino un aut¨¦ntico paisaje despu¨¦s de la batalla o el desahucio.

Todos somos la Gelsomina de Fellini, y entonces ?a qui¨¦n acudir?¡ª Gloria Flores Ram¨ªrez.