Richard Branson: Virgin a los 40

E s dif¨ªcil no estremecerse al escuchar ese inquietante piano que acompa?aba al padre Damien Karras en su lucha contra los demonios en la pel¨ªcula El Exorcista. La m¨²sica, inolvidable para cualquier amante del cine de terror, la firmaba un jovenc¨ªsimo Mike Olfield, que debut¨® en 1973 con el disco Tubular Bells, cuyas ventas se multiplicaron gracias al fime. Con aquel disco no solo arrancaba la carrera del m¨²sico sino la del empresario que le contrat¨®. Un joven disl¨¦xico, sin estudios, de una familia londinense acomodada, con el punto justo de rebeld¨ªa pero la intuici¨®n suficiente para dejarse guiar por su olfato para los negocios y un excelente don de gentes, abr¨ªa en 1971 una tienda de discos en Oxford Street que se convertir¨ªa en la semilla de los Virgin Megastores. No tard¨® en entender que el verdadero negocio estaba en ser el propietario de la m¨²sica, as¨ª que cre¨® el sello Virgin Records y fich¨® a Mike Olfield, con tan buena suerte que sus ventas le convirtieron en millonario a los 23 a?os. ?Su nombre? Sir Richard Branson.

Han pasado exactamente cuarenta a?os desde el nacimiento de Virgin Records, una efem¨¦ride que el pr¨®ximo 24 de octubre se conmemora con una gran exposici¨®n en Londres, titulada Virgin Records: 40 years of disruptions, dedicada a repasar los hitos de una discogr¨¢fica de la que Branson se desprendi¨® en 1992 para financiar Virgin Atlantic, su compa?¨ªa a¨¦rea, pero que le sirvi¨® para poner los cimientos de un imperio, Virgin Group, que le ha convertido en el sexto hombre m¨¢s rico de Reino Unido, con una fortuna valorada en unos 4.000 millones de euros.

En la banda sonora de la agitada vida de este magnate brit¨¢nico no solo est¨¢ Tubular Bells sino, entre otros, el ¨²nico disco de los Sex Pistols, Never mind the bollocks, here¡¯s the Sex Pistols, una arriesgada apuesta que tambi¨¦n le sali¨® redonda a pesar de que le oblig¨® a pasar por los tribunales para defender un t¨ªtulo censurado por indecencia en octubre de 1977. Branson salv¨® el disco (y su pellejo) contratando a un c¨¦lebre abogado que consigui¨® demostrar que en ingl¨¦s antiguo bollocks (test¨ªculos) significaba sacerdote y, por lo tanto, el nuevo t¨ªtulo del disco ¡ª¡°No te preocupes por los sacerdotes¡±¡ª no era indecente. Visto en retrospectiva resulta parad¨®jico que el hombre que le dio el empuj¨®n comercial a los autores del anatema antimon¨¢rquico God save the Queen obtuviera, 25 a?os m¨¢s tarde, el t¨ªtulo de sir de manos de esa misma reina a la que los Sex Pistols denigraron en la m¨ªtica canci¨®n.

Adicto al riesgo en los negocios y en la vida ¡ªha estado a punto de morir varias veces cruzando el mundo en velero y en globo¡ª, maestro de las relaciones p¨²blicas, c¨¦lebre por su falta de sentido del rid¨ªculo, Branson y su rubia melena son los mejores embajadores de la marca Virgin. Suele aparecer asiduamente en sus anuncios, ya sea para promocionar sus aviones, sus trenes, sus hoteles, sus agencias de viajes, su telefon¨ªa m¨®vil, sus bancos o sus gimnasios. Lleg¨® incluso a vestirse de novia para promocionar Virgin Brides ¡ª empresa que fracas¨®¡ª y hasta tuvo el coraje de ser el padrino de un ni?o nacido de un cond¨®n roto marca Mate, una de las cuatrocientas empresas que ha fundado.

Sin embargo, pese a haber conseguido que el mundo entero identifique Virgin con ¨¦l y con Gran Breta?a ¡ªes la octava marca m¨¢s conocida del planeta¡ª, Branson se convert¨ªa esta semana en carne de pol¨¦mica cuando The Sunday Times desvelaba que no tiene su residencia fiscal en Reino Unido sino en las Islas V¨ªrgenes. Vive oficialmente all¨ª desde hace siete a?os, concretamente en Necker, una isla privada que adquiri¨® a los 28 a?os y que tambi¨¦n alquila a sus amigos famosos por el m¨®dico precio de 50.000 euros la noche. Por all¨ª han pasado desde Lady Di a The Rolling Stones, Robert de Niro, Harrison Ford o John McEnroe.

Virgin Group le ha convertido en el sexto hombre m¨¢s rico del Reino Unido con 4.000 millones de euros

Tras estallar la pol¨¦mica, Branson decidi¨® contratacar a trav¨¦s de su blog. ¡°No me he ido para no pagar impuestos sino por motivos de salud¡±, defendi¨® en una larga ep¨ªstola, adem¨¢s de en Twitter y en Facebook, instrumentos digitales que utiliza con la soltura de un adolescente, aunque tenga 63 a?os.

Claro que, como apuntaba en la prensa dos d¨ªas despu¨¦s su bi¨®grafo no autorizado Tom Bower, ninguna de sus empresas ha tenido jam¨¢s residencia fiscal en Reino Unido, as¨ª que nadie deber¨ªa sorprenderse.

Es dif¨ªcil juzgarle. Virgin Group ha creado m¨¢s de 50.000 empleos y adem¨¢s Branson practica lo que ¨¦l llama ¡°capitalismo filantr¨®pico¡±: todos sus ingresos personales ¡ªpoco m¨¢s de ocho millones de euros anuales¡ª los destina a su ONG Virgin Unite, que financia negocios con fines humanitarios (por eso, seg¨²n ha explicado ¨¦l mismo, da igual donde resida fiscalmente). Convencido por Al Gore de los peligros del cambio clim¨¢tico, en 2006 anunci¨® que destinar¨ªa durante una d¨¦cada todos los beneficios de sus empresas de transporte (unos 2.200 millones de euros) a desarrollar energ¨ªas alternativas. Adem¨¢s, ha creado un premio de 18 millones de euros para quien descubra una manera de acabar con el efecto invernadero sin obligarnos a cambiar de vida. De momento, el premio est¨¢ vacante.

Desde siempre le ha gustado entrar en sectores dominados por un gigante empresarial y ofrecerse como la alternativa cool. Lo hizo con Virgin Records ¡ªconvirti¨¦ndose en una de las primeras discogr¨¢ficas independientes¡ª, con Virgin Atlantic ¡ªfue sonada su batalla contra British Airways¡ª o Virgin Cola ¡ªque solo le fue bien en Bangladesh¡ª. Pero su proyecto m¨¢s ambicioso hasta la fecha es Virgin Galactic.

Ha conseguido que el mundo entero identifique su marca y a ¨¦l mismo con Gran Breta?a

Hace nueve a?os que arranc¨® una aventura que ten¨ªa que haber lanzado a los primeros turistas ¡ªel propio Branson, su mujer y sus dos hijos¡ª al espacio en 2008 pero que contin¨²a retras¨¢ndose. Los viajes partir¨¢n del desierto de Mojave, en Nuevo M¨¦xico, donde otro sir, el arquitecto Norman Foster, ha dise?ado el primer aeropuerto para vuelos comerciales al espacio. Entre los 640 pasajeros que ya han reservado plaza en el SpaceShipTwo, la nave para viajes suborbitales que Branson espera estrenar el a?o pr¨®ximo, est¨¢n algunos de los personajes m¨¢s famosos de nuestra galaxia: Brad Pitt y Angelina Jolie, Justin Bieber, Ashton Kutcher, Niki Lauda, la banda Muse, el f¨ªsico Stephen Hawking y Leonardo Dicaprio. Con capacidad para seis personas, los vuelos durar¨¢n casi tres horas y permitir¨¢n ver la tierra desde el espacio pero sin llegar a entrar en la ¨®rbita terrestre, que requerir¨ªa un entrenamiento f¨ªsico mucho m¨¢s duro que el necesario para alcanzar solo la l¨ªnea Karman (la frontera que separa la atm¨®sfera del espacio exterior). Los viajeros podr¨¢n experimentar durante seis minutos la ausencia de gravedad a 110 kil¨®metros del suelo y despu¨¦s regresar¨¢n a tierra.

Branson quiere ¡°democratizar los viajes al espacio¡± y que en un futuro no muy lejano se pueda incluso dormir en hoteles en Marte (marca Virgin). Mientras llega ese momento, el com¨²n de los mortales, que solo en sue?os podr¨ªa pagar los 250.000 d¨®lares que ahora cuesta el viaje, podr¨¢ optar a subirse al SpaceShipTwo utilizando un arma tan infalible como infernal: un reality show titulado Space Race cuyo formato ya ha sido adquirido por M¨¦xico, India y Canad¨¢ y que se estrenar¨¢ en Estados Unidos en 2014.