El bautizo de Jorge re¨²ne a cuatro generaciones de los Windsor

Jorge de Cambridge ya tiene tres meses y por sus rasgos no puede negarse que es un Windsor. El hijo de Guillermo de Inglaterra y Kate Middleton ha sido bautizado este mi¨¦rcoles en una ceremonia de car¨¢cter familiar pero no exenta de significado institucional, ya que el beb¨¦ ocupa el tercer lugar en la l¨ªnea de sucesi¨®n del Reino Unido. En la capilla londinense de St. James se dieron cita para la ocasi¨®n cuatro generaciones de Windsor que reinan o est¨¢n llamados a hacerlo: Isabel II, el pr¨ªncipe Carlos, el pr¨ªncipe Guillermo y el pr¨ªncipe Jorge. Una imagen que fue interpretada como un mensaje de que la continuidad de la monarqu¨ªa brit¨¢nica est¨¢ plenamente asegurada. El beb¨¦ acapar¨® todas las miradas ya que, desde que el pasado mes de agosto su abuelo Michael Middleton capt¨® el primer posado de su nieto con sus padres, no se le hab¨ªa vuelto a ver. El ni?o es rubio, blanco de piel y sus rasgos recuerdan a los de su padre cuando ten¨ªa su edad.

Solo 22 personas asistieron al bautizo, elegidas por Guillermo y Kate personalmente. La reina, el pr¨ªncipe de Edimburgo, Carlos de Inglaterra y Camila y el pr¨ªncipe Enrique. Y por parte de los Middleton, los padres de Kate y sus dos hermanos. Junto a los familiares m¨¢s cercanos, los padrinos del peque?o, cuya identidad se hab¨ªa guardado en secreto hasta horas antes del comienzo del bautizo. El palacio de Kensington dio a conocer los siete nombres. Entre ellos destaca el de Zara Phillips, prima del pr¨ªncipe Guillermo e hija de la princesa Ana, que espera su primer hijo. Pero a excepci¨®n de este miembro de la familia real, los elegidos son todos amigos de los duques de Cambridge. Oliver Baker, William van Custem, Julia Samuel, Emilia Jardine-Paterson y el conde de Grosvenor y Jamie Lowther-Pinkerton, exsecretario privado de los duques de Cambridge. El matrimonio ha roto as¨ª con la tradici¨®n de elegir a reyes y pr¨ªncipes de otras monarqu¨ªas como padrinos de su hijo y ha optado principalmente por amigos de la infancia y de la universidad escocesa de St. Andrews, donde ambos cursaron sus estudios y comenzaron su relaci¨®n.

No hubo representaci¨®n del Gobierno, pero el primer ministro David Cameron pidi¨® a los miembros de la C¨¢mara de los Comunes que "celebraran" el evento.

La tradici¨®n s¨ª se sigui¨®, en cambio, en la elecci¨®n del oficiante. El arzobispo de Canterbury, Justin Welby, l¨ªder espiritual de los anglicanos, fue quien bautiz¨® a Jorge con agua tra¨ªda del r¨ªo Jord¨¢n. Y tambi¨¦n en la elecci¨®n del traje de acristianar: un dise?o blanco con encaje y sat¨¦n, una r¨¦plica de la usada en 1841 por la hija mayor de la reina Victoria emperatriz. Durante la ceremonia, Pippa Middleton y el pr¨ªncipe Enrique han le¨ªdo textos del Evangelio de San Lucas y el de San Juan

A la ceremonia religiosa le sigui¨® una recepci¨®n en Clarence House, la residencia londinense del pr¨ªncipe Carlos, donde los invitados tomaron el t¨¦ y un trozo de la tarta de la boda de Kate y Guillermo que se guard¨® para esta ocasi¨®n siguiendo una tradici¨®n familiar. La pareja se cas¨® en abril de 2011.

Fue, como quisieron los padres de Jorge, una ceremonia ¨ªntima. El rito del bautizo estuvo cerrado a las c¨¢maras de televisi¨®n pero no al objetivo de Jason Bell, un prestigioso fot¨®grafo de estrellas del cine y la moda, que fue el encargado de distribuir las im¨¢genes de este acto, que pasar¨¢ a la historia como otros similares protagonizados por pr¨ªncipes herederos, y que tanta atenci¨®n medi¨¢tica ha despertado en todo el mundo. Si hay dos pr¨ªncipes que est¨¢n de moda, son Guillermo y Kate. Y si hay una princesa venerada, esa es Lady Diana. Su hijo mayor quiso que Jorge fuera bautizado en el mismo lugar en el que yacieron sus restos mortales hace 16 a?os.