El premio de los Nobel de la Paz es para... Sharon Stone
La mito er¨®tico de los noventa pasa p¨¢gina Ahora es una mujer volcada en la lucha contra el sida Una labor por la que esta semana ha recibido el galard¨®n de una prestigiosa organizaci¨®n humanitaria creada por Mija¨ªl Gorbachov
Cuando se nombra a Sharon Stone, el lector proyecta de inmediato en la retina la imagen de la muy insinuante e inolvidable Catherine Tramell en Instinto b¨¢sico, cruzando y descruzando piernas en un juego de alto voltaje er¨®tico. La respuesta de si llevaba o no ropa interior todo el mundo la conoce (por si acaso, no la llevaba), aunque tampoco es que a estas alturas importe mucho. Esa imagen ya no existe, se ha pulverizado.
La actual Sharon Stone poco tiene que ver con la explosi¨®n rubia que encandil¨® al planeta entero en aquel thriller de 1992. Hoy es una mujer madura de 55 a?os comprometida con causas humanitarias y sensible ante el dolor ajeno. Su solidaridad con los enfermos de sida y su implicaci¨®n activa para combatir el virus acaban de granjearla el premio Peace Summit que concede anualmente la World Summit of Nobel Peace Laureates en Varsovia (Polonia). Esta asociaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro fue creada en el a?o 1999 por el expresidente de la URSS y Nobel de la Paz Mija¨ªl Gorbachov para promover los valores de la democracia, la paz y la libertad. Desde entonces celebra anualmente unas jornadas a las que acuden premios Nobel de la Paz y otras personalidades de alto perfil econ¨®mico y pol¨ªtico, y otorga un galard¨®n a personajes del ¨¢mbito cultural y del entretenimiento que trabajan para resolver los problemas del mundo moderno, como lo define la misma ONG.
Los actores Sean Penn, George Clooney y Don Cheadle y el cantante Bono precedieron a Stone, actriz a la que ahora le han querido reconocer unas ¡°actividades que han dado solidaridad y nuevas esperanzas a millones de personas que han luchado y est¨¢n luchando contra la tragedia del sida¡±. En Estados Unidos, ser una celebrity y estar comprometido est¨¢ muy bien visto. Cualquier estrella que se precie gana puntos en respeto y aprecio del p¨²blico si es solidaria y pone su rostro al servicio de una causa ¨¦tica.
Desde 1995, el mismo a?o que fue nominada al Oscar a mejor actriz y gan¨® el Globo de Oro por su interpretaci¨®n en Casino, la actriz se ha dedicado a conseguir fondos y promover la ayuda a los enfermos de sida, trabajo por el que ha recibido numerosos premios y reconocimientos fuera y dentro de su pa¨ªs. Hace diez a?os empez¨® a colaborar con AmfAR, la fundaci¨®n estadounidense dedicada a buscar una vacuna definitiva que pueda combatir la enfermedad. Ella es la embajadora de las campa?as de esta organizaci¨®n caritativa y ha prometido no cejar en la labor hasta hallar ese remedio. Se implica a fondo. En 2007, durante una gala ben¨¦fica de la asociaci¨®n en Roma, vendi¨® un par de pendientes de oro blanco con diamantes, amatistas y zafiros por 55.000 d¨®lares.
La actriz es embajadora de las campa?as de AmfAR, una organizaci¨®n que investiga la enfermedad
Sharon no escatima tiempo, energ¨ªa ni tampoco su propio dinero, adem¨¢s del que logra recaudar a trav¨¦s de sus campa?as, al servicio de una causa que se ha convertido en el motor de su vida. La muerte en 1993 de Roy London ¡ªsu gran amigo, coach e impulsor de su carrera como actriz¡ª a causa de esta dolencia despert¨® en ella el esp¨ªritu, su compromiso y solidaridad.
Madre adoptiva de tres hijos, los jueces le quitaron en 2008 la custodia de su hijo Roan en favor de su segundo exmarido, Phil Bronstein, exdirector del peri¨®dico San Francisco Chronicle, con quien estuvo casada cinco a?os. Una relaci¨®n tormentosa que acab¨® en divorcio en 2003. Fueron momentos muy duros para la estrella de Hollywood, quien tuvo que escuchar acusaciones como que era ¡°una madre negligente y neur¨®tica¡± y que no reun¨ªa ¡°los requisitos para hacer de tutora de sus hijos¡±, seg¨²n consta en la sentencia de 2008 del Tribunal Supremo de San Francisco, que reflejaba que Bronstein ten¨ªa un hogar m¨¢s estable y estructurado.
Durante sus a?os de matrimonio, algunas de las noticias que ambos protagonizaron tampoco fueron precisamente de color rosa, como cuando ella sufri¨® un derrame cerebral en 2001 o cuando un drag¨®n de Komodo mordi¨® a Bronstein en un pie durante una visita en 2001 en el zool¨®gico de Los ?ngeles, heridas por las que fue ingresado de urgencia en el hospital y tuvo que ser operado.
En las frases desperdigadas por las entrevistas que durante d¨¦cadas ha realizado la actriz se desprende un cierto cansancio con el personaje Sharon Stone, una necesidad de pasar p¨¢gina y reinventarse. Los a?os, sin duda, han tenido que ver mucho en ello. ¡°Supongo que hubo un tiempo en que me tomaba el ser una celebrity como un negocio, pero esos d¨ªas se acabaron. Pas¨¦ un tiempo maravilloso haciendo las cosas propias de Sharon Stone, siendo una actriz y triunfando en ese mundo, pero ya no siento la necesidad de estar ah¨ª en primera l¨ªnea. Sharon Stone fue una de las cosas que hice, pero no creo que sea lo ¨²nico que quiero hacer¡±, dec¨ªa ya en 2004. Lo cierto es que su faceta de actriz se ha ido poco a poco diluyendo, aunque de vez en cuando hace apariciones en pel¨ªculas sin gran resonancia y en la televisi¨®n, trabajos que compagina con su faceta de productora.
En el acto de entrega del premio en el Gran Teatro de Varsovia, el pasado mi¨¦rcoles, se vio a Sharon Stone con la melena rubia y los mismos ojos azules luminosos de antes, aunque ahora con un aire ligeramente ausente y unas l¨ªneas de expresi¨®n que, cuando se le marcan al sonre¨ªr, delatan el paso del tiempo. ¡°Voy a resistirme a la tentaci¨®n de mantenerme joven siempre¡±, ha dicho. A su lado en la ceremonia, Lech Walesa, el expresidente de Polonia, y una figura por la que la actriz siente una especial reverencia, y el Dal¨¢i Lama, encargado de entregarle un gong. Sharon le conoce desde que su amigo Richard Gere se lo present¨® y ella se convirti¨® al budismo.
De la sex symbol solo queda un rastro en las filmotecas y en la memoria colectiva de una generaci¨®n que la idolatr¨®. La Sharon Stone de carne y hueso hace a?os que se transform¨® en otra.
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