Europa
La precariedad laboral, los sueldos de miseria, y el correspondiente ejercicio de cinismo ling¨¹¨ªstico que los define como empleo flexible y competitividad, est¨¢n ¡°germanizando¡± con ¨¦xito
Al fin lo hemos conseguido. El siglo XXI nos ha otorgado lo que el XX nos neg¨®, d¨¦cada tras d¨¦cada, con una insistencia sa?uda como una maldici¨®n. Durante m¨¢s de 100 a?os, nunca hab¨ªamos marchado al mismo ritmo que el resto del continente. A veces fuimos por delante, con mucha m¨¢s frecuencia por detr¨¢s, y casi siempre en direcci¨®n contraria. Ya no.
Mientras Francia desmantelaba campamentos de gitanos rumanos, el Gobierno de Espa?a privaba de tarjeta sanitaria a los inmigrantes sin papeles. Los cad¨¢veres cosechados en Lampedusa evocan los cuerpos sin vida que llegaron antes a Tarifa o a Almer¨ªa. La precariedad laboral, los sueldos de miseria, y el correspondiente ejercicio de cinismo ling¨¹¨ªstico que los define como empleo flexible y competitividad, est¨¢n ¡°germanizando¡± con ¨¦xito, seg¨²n los expertos, nuestra econom¨ªa. ?Se acuerdan de aquellas inocentes, tristes pel¨ªculas de los a?os setenta que ironizaban sobre el europe¨ªsmo de los espa?oles? Solo nos faltaba una trama internacional. Ya la tenemos.
La Espa?a de Franco jug¨® un papel relevante en la guerra fr¨ªa y la guerra fr¨ªa result¨® trascendental para el destino de sus habitantes, pero como los libros de texto nunca han contado eso, nuestro complejo de inferioridad, de aislamiento, ha llegado hasta ayer. Hoy no. Hoy ya sabemos que los americanos nos esp¨ªan tambi¨¦n a nosotros y que nos van a seguir espiando un poco, no mucho, solo lo que les parezca bien. Es intolerable espiar a los amigos, dice Merkel, pero por lo visto es tolerable hundirlos, tal y como ella ha hundido a los griegos. As¨ª que les dar¨ªa la enhorabuena por haber llegado a ser ciento por ciento europeos, pero no puedo. Estoy atrapada en una vieja pel¨ªcula, espa?olitos encogidos, maletas de cart¨®n, calles de Perpi?¨¢n. Eran muy pobres, pero ten¨ªan un sue?o. A nosotros nos ha tocado sobrevivir entre sus cenizas.
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