El viejo entrenador juega la revancha
Alex Ferguson, leyenda del f¨²tbol brit¨¢nico, reparte estopa por doquier en sus memorias De Beckham lamenta la llegada a su vida de una Spice Girl y se deshace en elogios a Cristiano La pol¨¦mica ha convertido al libro en r¨¦cord de ventas
Sir Alex Ferguson tiene muchos trofeos en su casa, pero acaba de ganar uno que jam¨¢s esperaba ganar. El famoso entrenador, que dirigi¨® al Manchester United desde 1986 hasta que se retir¨® al final de la pasada temporada, se ha convertido en el autor de no ficci¨®n m¨¢s vendido en la primera semana desde que existen estad¨ªsticas sobre la materia (que tampoco es tanto tiempo, la verdad: 15 a?os).
Su libro Mi autobiograf¨ªa, con una portada dominada por su rostro y su nombre en enormes letras tan rojas como la camiseta del United, ha vendido 115.547 ejemplares en una semana. Ha batido as¨ª el record que ten¨ªa la escritora de libros de cocina Delia Smith, que en diciembre de 1999 logr¨® vender 112.000 ejemplares de la segunda entrega de su obra How to cook (c¨®mo cocinar).
El r¨¦cord de Ferguson (Glasgow, 1941) tiene el m¨¦rito de que ¨¦l no es escritor profesional (en realidad lo ha escrito el periodista Paul Hayward) pero tiene tambi¨¦n una trampa: Delia Smith es incapaz de decir una palabra m¨¢s alta que la otra y el secreto de su ¨¦xito es la discreci¨®n, casi hasta el aburrimiento. El libro de Ferguson es todo lo contrario: fiel reflejo de su mentalidad combativa, de sus ansias de triunfar y en cierto modo de atribuirse siempre la victoria, su libro es una provocaci¨®n detr¨¢s de otra que ha generado una cascada de reacciones. Publicidad impagable que sin duda ha estirado las ventas y le han ayudado a alcanzar ese r¨¦cord.
Hay dos personajes en particular que salen malparados. Uno es David Beckham, del que sir Alex critica el cambio que sufri¨® su personalidad al unir su vida a la cantante Victoria del grupo Spice Girls. Beckham ha preferido los pa?os calientes y ha reaccionado sin demasiada acritud. El otro personaje que sale malparado, seguramente mucho m¨¢s, es el irland¨¦s Roy Keane, un jugador sin el carisma y el marchamo internacional de Beckham pero santo y se?a del Manchester United durante muchos a?os.
Confirmando que la descripci¨®n que Ferguson hace de ¨¦l no es completamente equivocada (¡°Lo m¨¢s duro que tiene es la lengua¡±, dice del jugador, famoso por su juego viril), Keane le ha contestado con pocos rodeos. ¡°Estoy bien, muy tranquilo¡±, declar¨® cuando la cadena ITV le pregunt¨® por el libro. ¡°Recuerdo las conversaciones que ten¨ªamos sobre lealtad cuando estaba en el club. No creo que ¨¦l conozca el significado de la palabra lealtad. Criticar constantemente a otros jugadores que le dieron a ¨¦l los ¨¦xitos¡ No voy a perder el sue?o por este asunto¡±, sintetiz¨® Keane.
No le falta algo de raz¨®n al irland¨¦s. Con independencia de las querellas particulares que tuvieron ellos dos, es cierto que el libro est¨¢ lleno de referencias a errores, grandes o peque?os, de los jugadores. Sobre todo a la hora de explicar algunas derrotas dolorosas. En un f¨²tbol en el que los entrenadores son cada vez m¨¢s estrellas medi¨¢ticas, tiende a olvidarse la regla con que algunos entendidos explican la clave del ¨¦xito: primero, la calidad de los jugadores; segundo, la armon¨ªa en el vestuario: es decir, el control de los egos en un mundo de estrellas; y, por fin, el entrenador.
Al escoc¨¦s le cuesta encajar las derrotas. La humillaci¨®n sufrida en Old Trafford con el emergente rival local, el City, en 2011 (1-6) la explica como un suicidio y asegura que el United ten¨ªa que haber llegado al descanso con una ventaja de tres o cuatro goles.
El Barcelona ten¨ªa esos maravillosos enanos de 1,68 metros, con el coraje de los leones"
Pero no todo son reproches. Ferguson tiene palabras de encomio para Cristiano Ronaldo, al que fich¨® cuando ten¨ªa 17 a?os, y para el Barcelona de Pep Guardiola. ¡°Cristiano Ronaldo era el jugador con m¨¢s talento al que he entrenado¡±, arranca el cap¨ªtulo que le dedica. Tan solo Giggs y Scholes se le acercan, gracias a la gran longevidad de sus carreras.
Ferguson explica lo impresionado que qued¨® al ver por primera vez a Ronaldo, del que su entonces segundo y luego entrenador del Real Madrid, Carlos Queiroz, le hab¨ªa hablado tan bien que negociaban con el Sporting de Lisboa para ficharlo pero dej¨¢ndolo un par de temporadas m¨¢s en Portugal. Sir Alex qued¨® tan impresionado que en el descanso le envi¨® un mensajero al director general del United, que estaba en el palco: ¡°No nos vamos de este campo sin que este chaval haya firmado un contrato con nosotros¡±.
Pero, significativamente, Ferguson se resisti¨® a elegir entre Ronaldo y Messi cuando le preguntaron en la BBC en el verano de 2012 cu¨¢l era el mejor. ¡°Bueno, Ronaldo tiene mejor f¨ªsico que Messi, es mejor en el juego a¨¦reo, maneja los dos pies y es m¨¢s r¨¢pido¡±, respondi¨®. Para a?adir: ¡°Hay algo m¨¢gico en Messi cuando la pelota toca su pie. Es como si hubiera aterrizado en un colch¨®n de plumas. Su bajo centro de gravedad es devastador¡±. ¡°Siempre me ha parecido imposible decir qui¨¦n de los es mejor porque reducir a uno de ellos al segundo puesto es un error¡±, concluye.
Sir Alex tiene palabras de elogio para el Barcelona, el equipo que le derrot¨® en dos finales de la Liga de Campeones. ¡°El Barcelona ha sido el mejor equipo que se ha enfrentado a mi Manchester United. F¨¢cilmente el mejor. Han aportado la mentalidad adecuada a la competici¨®n. En nuestro pa¨ªs hemos tenido grandes centrocampistas ¡ªPatrick Vieira, Roy Keane, Bryan Robson¡ª que son hombres fuertes, guerreros, ganadores. En el Barcelona ten¨ªan esos maravillosos enanos de metro 68, con el coraje de los leones, que se quedaban todo el rato con la pelota y nunca se dejaban intimidar. Los logros de Lionel Messi, Xavi y Andr¨¦s Iniesta eran algo asombroso para m¨ª¡±, escribe.
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