La ¡®ley Wert¡¯ y la huelga
La guerra de cifras entre el Gobierno y los convocantes de la huelga contra la LOMCE del pasado d¨ªa 24, ocupaba al d¨ªa siguiente buena parte de los comentarios y noticias de la jornada. Pero analizado con posterioridad puede decirse serenamente que la huelga fue un fracaso en la ense?anza concertada y consigui¨® un seguimiento apreciable pero no masivo en los centros estatales.
La ley Wert tiene numerosos flancos que merecen cr¨ªtica. Por un lado ha faltado decisi¨®n e impulso reformista en la direcci¨®n del propio programa Popular, por otro ha faltado un di¨¢logo a fondo con los protagonistas de la Educaci¨®n. Pero es dif¨ªcil encontrar en los convocantes de la huelga propuestas realistas para mejorar el sistema educativo. M¨¢s bien demuestran inmovilismo, falta de autocr¨ªtica y una excesiva carga pol¨ªtica.
El proceso parlamentario en curso debe permitir perfeccionar y completar muchos aspectos de la reforma, con la escucha de las propuestas razonables, vengan de donde vengan. Pero lo que no tiene sentido es convertir de nuevo la escuela en campo de batalla pol¨ªtico. La educaci¨®n requiere estabilidad y un proyecto a largo plazo. Hasta el momento nada de eso hemos conseguido en Espa?a. Por desgracia pedir un acuerdo en materia educativa es ahora mismo pedir un imposible. Pero al menos s¨ª se puede esperar el compromiso de autoridades, educadores y centros por dar a los alumnos la mejor educaci¨®n posible. Y esto es lo que, estando a favor o en contra de la ley, habr¨¢ que seguir haciendo ma?ana, pasado ma?ana, y el pr¨®ximo curso escolar.¡ª Pedro Garc¨ªa.
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