Am¨¦rica Latina: la paradoja del crecimiento con inseguridad
Durante los ¨²ltimos a?os se ha producido un notable desarrollo econ¨®mico-social, pero al mismo tiempo aumentan vertiginosamente los cr¨ªmenes
En a?os recientes, Am¨¦rica Latina ha sido el escenario de dos grandes expansiones: la econ¨®mico-social y la delictiva. Pese a los avances en crecimiento y las mejoras en salud, educaci¨®n y reducci¨®n de pobreza y desigualdad, la regi¨®n se ha tornado la m¨¢s insegura del mundo.
Mientras los ¨ªndices de homicidio disminuyen en otras regiones, el problema ha aumentado en Am¨¦rica Latina, registr¨¢ndose m¨¢s de un mill¨®n de asesinatos entre 2000-2010. En 11 de 18 pa¨ªses, las tasas de homicidios superan la clasificaci¨®n de?¡°nivel epid¨¦mico¡±, con m¨¢s de 10 homicidios por cada 100.000 habitantes. En tanto, el robo se ha triplicado en los ¨²ltimos 25 a?os, convirti¨¦ndose en el delito que m¨¢s afecta a los latinoamericanos. Un promedio de seis en cada 10 latinoamericanos fueron v¨ªctima de un robo con violencia en el a?o 2012.
Estos son datos del Informe Regional de Desarrollo Humano Ciudadan¨ªa con Rostro Humano: Diagn¨®stico y Propuestas para Am¨¦rica Latina, apoyado por la Agencia Espa?ola de Cooperaci¨®n Internacional para el Desarrollo (AECID), que reci¨¦n damos a conocer. La constataci¨®n de que la inseguridad es un reto compartido y un obst¨¢culo para el desarrollo social y econ¨®mico en todos los pa¨ªses de la regi¨®n ha llevado al Programa de la ONU para el Desarrollo (PNUD), en el cual dirijo la divisi¨®n para Am¨¦rica Latina y el Caribe, a dedicar dos a?os de investigaci¨®n para diagnosticar el problema y aportar recomendaciones para mejorar las pol¨ªticas p¨²blicas en la materia.
Entre 2000 y 2010 se han producido m¨¢s de un mill¨®n de asesinatos
?C¨®mo explicar el aumento en el crimen y la violencia si Am¨¦rica Latina experiment¨®, entre el 2000-2010, el per¨ªodo de mayor crecimiento econ¨®mico de las ¨²ltimas cuatro d¨¦cadas? ?C¨®mo explicar la magnitud de la inseguridad ciudadana si esta bonanza econ¨®mica, junto a la creaci¨®n de empleos y algunas pol¨ªticas innovadoras en materia social, elevaron m¨¢s de un tercio de la poblaci¨®n de la regi¨®n a la clase media?
Por un lado, el crecimiento econ¨®mico no se traduce autom¨¢ticamente en una mejora en el desarrollo humano y tampoco implica que los ciudadanos est¨¦n m¨¢s seguros. El informe destaca que en Am¨¦rica Latina el crecimiento ha sido de baja calidad, basado en el consumo y con insuficiente movilidad social, lo cual ha impulsado una suerte de ¡°delito aspiracional¡±. Los robos de celulares, laptops y ropa deportiva son una expresi¨®n de este fen¨®meno.
Por otro lado, el deterioro de la inseguridad ciudadana tambi¨¦n se relaciona con las transformaciones demogr¨¢ficas causadas por el crecimiento urbano acelerado y desordenado, as¨ª como los cambios en la estructura familiar y fallas en el sistema escolar; es decir, se ha erosionado el tejido social, gener¨¢ndose condiciones que inciden en la criminalidad. Adem¨¢s, el porte de armas de fuego, el consumo de alcohol y el tr¨¢fico de drogas son factores que impulsan el crimen y el delito. Otro elemento fundamental es la escasa capacidad de los Estados latinoamericanos, as¨ª como la falta de profesionalizaci¨®n en el combate al delito y la carencia de proporcionalidad en las sanciones.
El robo de celulares, tabletas y ropa deportiva es muy significativo
La encuesta de c¨¢rceles que el PNUD realiz¨® en Argentina, Brasil, Chile, M¨¦xico y Per¨² evidencia persistentes retos sociales. Uno en cada tres internos abandon¨® su hogar antes de los 15 a?os (en Chile uno en cada dos), y entre un 13% (Argentina) y 27% (El Salvador) nunca conocieron a su padre o madre. La encuesta tambi¨¦n revel¨® que un 40% de los internos en Chile no acab¨® la educaci¨®n primaria. En todos los pa¨ªses, m¨¢s de un 80% de los internos encuestados no complet¨® 12 a?os de escolaridad.
Los j¨®venes, principalmente los varones, son los m¨¢s afectados por la criminalidad y la violencia, y a la vez son los responsables m¨¢s comunes de la violencia y los delitos; el informe, tambi¨¦n hace un llamado a evitar la estigmatizaci¨®n de los j¨®venes, particularmente los de bajos ingresos.
La violencia de g¨¦nero tambi¨¦n es una amenaza persistente y un obst¨¢culo para el desarrollo humano, la salud p¨²blica y los derechos humanos en la regi¨®n. Los registros de violencia intrafamiliar, violaciones y asesinatos de mujeres (feminicidios) han aumentado en casi todos los pa¨ªses. De los internos que hab¨ªan cometido delitos sexuales, entre el 75 y el 90% declararon conocer a sus v¨ªctimas antes del delito y entre el 20 y el 40% eran sus familiares, seg¨²n el informe.
Han aumentado las violaciones y los asesinatos de mujeres
La inseguridad ciudadana tambi¨¦n afecta el potencial econ¨®mico de la regi¨®n: sin el exceso de muertes por homicidios el Producto Interno Bruto (PIB) de la regi¨®n hubiese sido superior en un 0,5%, lo que equivaldr¨ªa a una ganancia potencial de m¨¢s de 24 mil millones de d¨®lares en el 2009. Un estudio del PNUD y del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) elaborado para el informe analiz¨® los costos de la delincuencia y los niveles de victimizaci¨®n en cinco pa¨ªses y revel¨® que Honduras sufre los m¨¢s altos costos con el delito y la violencia en porcentaje de su PIB en el 2010 (10.54%, equivalente a 1.669 millones de d¨®lares), seguido de Paraguay (8,7%, lo que equivale a 1.742 millones de d¨®lares), Chile (3.32%, es decir 7.215 millones de d¨®lares) Uruguay (3%, o cerca de 1.165 millones de d¨®lares) y Costa Rica (2.52%, 915 millones de d¨®lares).
La creciente percepci¨®n de inseguridad y el ¡°adelgazamiento¡± del Estado han estimulado la contrataci¨®n de vigilantes privados, que ha crecido en Am¨¦rica Latina a una tasa estimada del 10% anual. La regi¨®n tiene hoy casi 50% m¨¢s vigilantes privados (3.811.302) que agentes de polic¨ªa (2.616.753), siendo los agentes de seguridad privada de la regi¨®n los m¨¢s armados del mundo, con una tasa de posesi¨®n de armas por empleado 10 veces mayor que la de Europa occidental. Esta privatizaci¨®n de la seguridad agudiza la desigualdad que experimentan los latinoamericanos.
No hay una soluci¨®n m¨¢gica para la inseguridad ciudadana en Am¨¦rica Latina, pero el problema s¨ª tiene remedio y requiere visi¨®n y voluntad pol¨ªtica a largo plazo. Am¨¦rica Latina cuenta con experiencias y lecciones aprendidas de gran valor, que se analizan en el informe. Una de las principales lecciones de la regi¨®n es que las pol¨ªticas de "mano dura" no funcionan: la fuerte represi¨®n policial y penal a menudo ha coincidido con espirales de violencia y altos ¨ªndices de criminalidad.
Hay cada vez m¨¢s vigilantes privados y m¨¢s armas en la regi¨®n
Entre las 10 recomendaciones para una regi¨®n m¨¢s segura, destaco la conveniencia de evitar la politizaci¨®n del tema de la inseguridad, visualiz¨¢ndola como un desaf¨ªo de todos que demanda construir en cada pa¨ªs un Acuerdo Nacional por la Seguridad Ciudadana como pol¨ªtica de Estado, provista de medidas para el corto, mediano y largo plazo.
No hay otro camino sino el de elaborar pol¨ªticas que se orienten hacia una estrategia integral de seguridad ciudadana, que incluya la actuaci¨®n policial a partir de un trabajo por cuadrantes y cercano con las comunidades locales; la adaptaci¨®n de nuevas tecnolog¨ªas para ubicar puntos neur¨¢lgicos del crimen, enfatizando la prevenci¨®n en las ¨¢reas de riesgo; la mejora de la calidad de vida de la poblaci¨®n con especial atenci¨®n en los grupos m¨¢s vulnerables como j¨®venes y mujeres; una justicia accesible, ¨¢gil y eficaz; y una educaci¨®n que se base en valores de convivencia pac¨ªfica, tolerancia y respeto al estado de derecho.
Heraldo Mu?oz es Subsecretario-General de las Naciones Unidas y director del Programa de la ONU para el Desarrollo (PNUD).
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