En la Habana Vieja, los hoteles modernos y rebosantes de turistas conviven con casas que piden a gritos una reforma. Por car¨¢cter y, en cierto modo, por miedo al derrumbe, la vida se traslada a la calle.Guillermo CerveraPocos rincones m¨¢s bellos y arm¨®nicos que la Plaza de la Catedral. All¨ª se puede cenar un buen pescado o un arroz con marisco en la apetecible terraza del restaurante El Patio. No falta la m¨²sica en directo.Guillermo CerveraLas bodas en La Habana son otra forma m¨¢s de honrar a los mayores. As¨ª, en el asiento de copiloto parecen sentar al padre de la futura esposa, que por algo es el que paga todo el jolgorio.Guillermo CerveraUnos ni?os, tras una larga sesi¨®n de educaci¨®n revolucionaria, descansan al remojo en la playa de Miramar.Guillermo CerveraNo es extra?o que durante su estancia en Cuba en alg¨²n momento sienta que en la isla se est¨¢ celebrando la Nochevieja de 1959.
