La hija de Uderzo quiere su parte de la poci¨®n m¨¢gica
En una batalla familiar que dura a?os, el padre de Ast¨¦rix ha demandado ahora a su heredera por ¡°violencia psicol¨®gica¡±. Mientras el dibujante asegura que vive en un ¡°infierno¡±, su ¨²nica hija y su yerno acusan a su entorno m¨¢s cercano de abusar de ¨¦l
Albert Uderzo acaba de festejar sus 60 a?os de matrimonio y de supervisar el exitoso traspaso a sus nuevos autores del personaje que cre¨® hace m¨¢s de 50 a?os junto a Ren¨¦ Goscinny, el famoso Ast¨¦rix. A sus 86 a?os, el hijo de inmigrantes italianos que ha hecho fortuna con el c¨®mic m¨¢s vendido del mundo ¡ªm¨¢s de 300 millones de ¨¢lbumes¡ª se imaginaba disfrutando de una jubilaci¨®n tranquila, dando rienda suelta a su pasi¨®n por los b¨®lidos y jugando con sus nietos. Pero Uderzo vive desde hace tiempo una verdadera pesadilla en forma de batalla judicial con su hija ¨²nica, a la que acaba de demandar por ¡°violencia psicol¨®gica¡±. Sylvie Uderzo, por su parte, acusa al entorno de sus padres de aprovecharse de ellos, mientras sus progenitores culpan de la disputa a su yerno, al que ellos llaman ¡°el gur¨²¡± y del que sospechan que quiere hacerse con su patrimonio, valorado en m¨¢s de 30 millones de euros.
¡°Todos estos a?os me he callado, pero he decidido romper el silencio¡±, explic¨® el dibujante a principios de esta semana, al referirse al ¡°infierno¡± vivido desde que a principios de 2011 su hija presentara una demanda abierta por un ¡°abuso de debilidad¡± del que ser¨ªa v¨ªctima su padre desde su c¨ªrculo m¨¢s cercano. Habitualmente discretos sobre su vida privada, Albert Uderzo y su esposa, Ada, tambi¨¦n octogenaria, decidieron convocar a la prensa en su vivienda de Neuilly, en la periferia elegante de Par¨ªs, para explicar el calvario que les ha llevado ahora a demandar a su hija y a su yerno por ¡°violencia psicol¨®gica¡±. ¡°Hemos llegado a preguntarnos si todo este acoso judicial no estaba destinado a acelerar nuestro final¡¡±, explic¨® el artista desde el sal¨®n de su casa, entre dibujos y acompa?ado por sus abogados. Junto a ¨¦l se encontraba su mujer, que aguantaba las l¨¢grimas a duras penas cuando Uderzo recordaba que tuvieron que celebrar su aniversario de boda a principios de septiembre sin su hija ni sus dos nietos, a los que han visto tres veces en los ¨²ltimos cinco a?os. ¡°Creo que en mi tumba grabar¨¦ lo siguiente: ¡®Bueno y tonto a la vez¡±.
Creo que en mi tumba grabar¨¦: "Bueno y tonto a la vez", lamenta el ilustrador
Uderzo record¨® que fue ¡°generoso¡± con su hija, a la que contrat¨® como directora general de la editorial Albert Ren¨¦, creada con Anne Goscinny, hija del guionista original y cocreador de Ast¨¦rix, tras el fallecimiento de este ¨²ltimo en 1977, para gestionar todo lo relacionado con el famoso personaje gal¨¦s. Le cedi¨® el 40% de las participaciones en la empresa, el mismo porcentaje que se reserv¨® para ¨¦l, mientras que el 20% restante qued¨® en manos de Anne Goscinny. A petici¨®n de su hija, Uderzo contrat¨® a su yerno, Bernard de Choisy, para llevar la comunicaci¨®n como colaborador externo.
Hasta que en 2007 el ilustrador decidi¨® separarse de Choisy, al considerar exageradas sus facturaciones y convencido de que quer¨ªa hacerse con la empresa. ¡°Le han o¨ªdo decir: ¡®De todas formas, ya me quedar¨¦ con la pasta¡±, explic¨® Uderzo a la radio France Info. Su hija Sylvie defendi¨® a su esposo y a los seis meses, tras una fuerte discusi¨®n, su padre tambi¨¦n la despidi¨®. Las tensiones entre el matrimonio y el padre se hab¨ªan cristalizado en torno a la negociaci¨®n de la venta de sus acciones al gran grupo editorial Hachette que se materializ¨® a finales de 2008. En un principio, Sylvie se neg¨® a ceder su parte, aunque tiempo despu¨¦s accedi¨® a la operaci¨®n por un total de 13 millones de euros.
Durante esos a?os empez¨® la batalla judicial. La hija demand¨® primero a su padre por despido improcedente, una disputa que se sald¨® con una indemnizaci¨®n de 270.000 euros para Sylvie y el pago de 200.000 euros en facturas atrasadas para la empresa de Bernard de Choisy. Pero el golpe m¨¢s duro lleg¨® en febrero de 2011, cuando hija y yerno presentaron la demanda por ¡°abuso de debilidad¡±, denunciando la influencia de los consejeros de Albert Uderzo. Este fue el inicio de una larga investigaci¨®n todav¨ªa en curso, aunque la fiscal¨ªa ha pedido que el caso sea desestimado.
Para Uderzo, la gota que colm¨® el vaso fue la ¨²ltima iniciativa judicial de su hija. En octubre, coincidiendo con la publicaci¨®n del primer n¨²mero de Ast¨¦rix de la mano de sus nuevos autores, Sylvie Uderzo volvi¨® a la carga. Demand¨® al excontable de su padre, muy cr¨ªtico con ella y su marido, por ¡°falso testimonio¡± en el marco de la investigaci¨®n abierta por la brigada financiera. ¡°No se trata de dinero. Vivo muy bien, no tengo problemas de existencia. Simplemente estoy protegiendo a mis padres de los cuervos que tienen alrededor¡±, reaccion¨® el pasado mi¨¦rcoles Sylvie en la radio Europe1. ¡°Nunca he pretendido que mi padre sufriera de demencia¡±, pero ¡°a cierta edad uno puede ser manipulado por hombres con corbata¡±, a?adi¨®. ¡°La violencia psicol¨®gica fui yo la primera en sufrirla. Me echaron como a una indeseada¡±, sentenci¨®.
La investigaci¨®n de la brigada financiera concluy¨® en efecto que Sylvie y su esposo lograron, solo entre 2001 y 2006, unos ingresos globales de 2,2 millones de euros de la editorial, seg¨²n filtr¨® la revista L¡¯Express. La misma brigada cifr¨® la fortuna de Albert Uderzo en unos 32 millones de euros, incluyendo su mansi¨®n de Neuilly ¡ªvalorada en siete millones¡ª y un par de propiedades en Breta?a, tres Ferrari ¡ªla mayor pasi¨®n del autor y dibujante¡ª e incluso un avi¨®n de caza Mirage III, seg¨²n otra informaci¨®n de la misma revista. A esto se suman las planchas originales de Ast¨¦rix, que podr¨ªan triplicar el valor total.
El abogado del matrimonio indic¨® que la demanda por violencia psicol¨®gica, que podr¨ªa desembocar en un juicio el a?o que viene, era una forma de demostrar a Sylvie y a su marido que no iban a ¡°arrugarse¡±. Para Uderzo parec¨ªa tambi¨¦n una necesidad de demostrar que no era el abuelo gaga que algunos retratan. Quiz¨¢ tambi¨¦n una forma de ense?arle a su hija, con la que ya no puede hablar m¨¢s que a trav¨¦s de sus abogados, lo que su padre y madre est¨¢n sufriendo. Los mismos investigadores concluyeron que ¡°ning¨²n elemento revel¨® abuso de debilidad del que hubieran sido v¨ªctimas Albert o Ada Uderzo, quienes, sin embargo, sufren enormemente de la separaci¨®n con su hija y sus nietos¡±.
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