Paul Walker, una muerte de ¡®trending topic¡¯
El actor de la velocidad se mata en un b¨®lido. Esa tr¨¢gica iron¨ªa y el encanto p¨®stumo de Paul Walker han hecho de su adi¨®s uno de los fen¨®menos m¨¢s virales de la historia de Internet
La muerte del actor Paul Walker en un accidente de tr¨¢fico hace hoy una semana tuvo un efecto inesperado. Master Wendell, filipino experto en marketing, llevaba un mes explotando con ¨¦xito una f¨®rmula de hacer publicidad encubierta en Facebook: colgar en su p¨¢gina personal v¨ªdeos llamativos y adornarlos con un discreto enlace a una web de anuncios. El domingo, en cuanto se supo que el int¨¦rprete de la saga Fast and furious hab¨ªa perdido la vida a los 40 a?os en un Porsche Carrera GT que se hab¨ªa estampado contra el poste de una carretera en Santa Clarita, a unos 50 kil¨®metros al norte de Hollywood, Wendell detect¨® un potencial fen¨®meno viral y empez¨® a subir v¨ªdeos del actor. ¡°Paul Walker era guapo, as¨ª que el contenido ya iba a ser visualmente atractivo¡±, explica Weller desde su oficina. ¡°Pero sobre todo iba a tener un componente emocional que motivaba a la gente¡±. Efectivamente, nunca antes su medio mill¨®n de seguidores hab¨ªan compartido su material con tanto ah¨ªnco. El enlace de AllTopCompanies.com, la web que Wendell promociona, incluido. Ese d¨ªa, la actividad en el Facebook de Wendell se triplic¨® y las visitas a la web se dispararon hasta el cuarto de mill¨®n. Para ser una p¨¢gina de publicidad, el ¨¦xito fue arrollador.
Con nueve millones de tuits el primer d¨ªa, entr¨® entre los cinco hechos m¨¢s compartidos de la historia
Y esa es solo una muestra puntual de la fuerza que ha tenido la muerte de Paul Walker como fen¨®meno cibern¨¦tico durante toda la semana. Solo en los primeros d¨ªas, el mensaje que anunciaba su muerte en Facebook recibi¨® m¨¢s de dos millones de ¡°Me gusta¡±. El usuario que entrara a Twitter el domingo a eso de las once de la noche, hora espa?ola, hubiera visto casi nueve millones de tuits con su nombre, m¨¢s que los generados por la victoria de Espa?a en el Mundial de f¨²tbol, que estaba entre los tres acontecimientos m¨¢s tuiteados de la historia junto con la segunda victoria de Obama y la emisi¨®n en Jap¨®n en agosto de la serie Castle in the Sky.
La muerte de un personaje p¨²blico siempre genera vol¨²menes disparatados de contenido en redes sociales. La de Whitney Houston en febrero de 2012 dio para 2,5 millones de tuits, y la de Steve Jobs, para unos 10.000 por segundo. Pero el caso de Walker es diferente. El actor era, hasta la fecha, hombre de un solo papel: el del agente Brian O¡¯Conner en cinco entregas de Fast and furious. Que la muerte de una persona cuyo nombre hay que acompa?ar del t¨ªtulo de una pel¨ªcula se haya convertido en uno de los temas m¨¢s populares en la historia de Internet es, cuando menos, chocante.
¡°Hay que tener en cuenta dos cosas para explicarse este fen¨®meno: primero, la naturaleza de la muerte del actor, y segundo, lo que ha descubierto el p¨²blico de ¨¦l estos d¨ªas¡±, razona Denver D¡¯Rozario, profesor en la Universidad de Howard que investiga el uso de la imagen de famosos muertos en publicidad. ¡°Una muerte por accidente siempre recibe m¨¢s atenci¨®n por inesperada, nos recuerda lo fr¨¢gil que es nuestra existencia y genera empat¨ªa. M¨¢s a¨²n si se da la iron¨ªa de que el protagonista de Fast and furious [una saga sobre carreras automovil¨ªsticas] muera en un Porsche que podr¨ªa pertenecer a una de esas pel¨ªculas¡±.
M¨¢s que evidente, la iron¨ªa es sangrante. Walker era un deportista irredento que amaba el surf y la velocidad, lo que hace particularmente dif¨ªcil separarlo de su personaje. Ver en un titular que se hab¨ªa estampado con el destino que jam¨¢s conoce en las pel¨ªculas que le dieron fama no solo tiene un componente potenciador de inter¨¦s; tambi¨¦n resulta un peque?o golpe emocional. Como si Aquaman hubiera muerto ahogado. Que quien pilotara el coche fuera Roger Rodas, un exitoso financiero del Banco Merrill Lynch, amigo de Walker y que corri¨® su misma suerte, se pas¨® bastante por alto: lo que importa es que el titular niega la fantas¨ªa que sustenta la saga de improbables piruetas automovil¨ªsticas. El hecho de que esta sea, a pesar de las malas cr¨ªticas, una de las m¨¢s taquilleras de la historia y que tenga 40 millones de fans en Facebook (Obama, por ejemplo, tiene 37 millones) sin duda ayud¨®.
Pero no tanto el proceso de beatificaci¨®n al que se ha sometido al actor, que ha hecho de su muerte un fen¨®meno duradero. Quien era conocido solo como Brian O¡¯Conner ha resultado ser tambi¨¦n un fil¨¢ntropo, propietario de una organizaci¨®n ben¨¦fica llamada Reach Out World Wide, centrada en movilizar a m¨¦dicos y bomberos a pa¨ªses asolados por alg¨²n suceso. De hecho, el s¨¢bado de marras volv¨ªa de un acto para reunir juguetes para entregarlos por Navidad a los ni?os que hubieran sufrido el tif¨®n de Filipinas.
Este cruce de g¨¦neros ha creado la historia perfecta para dominar Internet durante una semana. Es probable que a la siguiente todo se haya olvidado, como suele pasar en la Red, y Paul Walker pueda descansar en paz. Pero antes tendr¨¢ que dejar de ser trending topic.
La familia en la Red
La vida personal del actor Paul Walker tambi¨¦n ha sido objeto del inter¨¦s de los internautas. Entre los textos m¨¢s virales sobre su historia que se han publicado estos d¨ªas est¨¢n los que hablan de su novia, una estudiante universitaria llamada Jasmine Pilchard-Gosnell, con la que Walker inici¨® una relaci¨®n sentimental hace siete a?os. ?l ten¨ªa 33. Ella, 16. Meadow, la hija adolescente que Walker tuvo con otra novia, tampoco se ha librado: ya que ella no tiene ning¨²n perfil p¨²blico con el que recibir el p¨¦same de los fans, se le han creado docenas de perfiles falsos en varias redes sociales.
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